La comediante feminista Charo López, teloneada por Paloma Salas, ofrece una noche de comedia para reírse de la rutina atravesando los márgenes del lenguaje inclusivo, de la historia feminista con reclamos latentes, actuales y situados.

charo lópez
@Comedyrestobar

El Comedy Bar está lleno. Las entradas se han agotado paras las únicas dos funciones de la argentina siendo presentada por Salas.

Paloma Salas comienza el show repasando los cómo de vivir con López, su guagüe y el papá mientras se quedan en Chile para las funciones.

Durante los primeros minutos, Salas, reafirmó el por qué es la comediante chilena del momento y por qué deberíamos estar prestando atención a su discurso filoso, directo y en serio.

Entrecruza diálogos que permean desde las relaciones amorosas, la sexualidad de una pareja con seis años de pololeo hasta las aproximaciones que nacen al estar conviviendo con un bebé en tu casa por unos días para pensar la maternidad. En este caso la chilena prefiere la idea de ser abuela antes que madre, prefiere hablarle a las lesbianas, prefiere llamar usando la e, el lenguaje inclusivo y el feminismo para las mujeres.

En su rutina quedaban pocas referencias a sus rutinas anteriores, a sus unipersonales en el teatro. Divertida y veloz saca de las sombras de lo políticamente correcto el falocentrismo con el que las madres crían a sus hijos e hijas.

En esta intervención Paloma Salas establece una interesante relación del cuerpo. Habla de la naturaleza con que las mujeres odian su cuerpo, lo desconocen, no lo miran, se asustan, son amenazadas con la muerte desde pequeñas si no asean su vagina de una manera en específico (de adelante para atrás), mientras que fija la construcción del sujeto hombre como un mundo de oda al pene con atractivos ejemplos, un uso del lenguaje que pone en cuestión la nostalgiaque se pregunta por dónde está el género, por dónde viene la articulación del machismo, y lo más interesante es que puedes cuestionarlo sin darte cuenta que está pasando.


 

Charo López

Parte Charo López, entre los aplausos y gritos, saliendo del clóset del ser madre. Cuenta sus experiencias con otras feministas mientras estaba gestando. En su rutina se pregunta a viva voz “¿Dónde está el feminismo?”, para responder: “En la calle”.

Da cuentas del florecimiento del movimiento desde las bases, explica el aborto clandestino y da vuelta la premisa de los pro vida y desde la honestidad de la experiencia enuncia que no existen, sino que esta gente en contra del aborto es, en realidad, gente pro aborto clandestino, pro muerte, pro salud precarizada, y directamente gente que odia a las mujeres.

Charo López viene desde el mundo de la improvisación. Junto a Improcrash, una propuesta de teatro con Luciano Barreda, Paula Farías y Rodrigo Bello, trabajó durante varias temporadas en esta misma rama de las artes escénicas en la que con la intervención del público crean historias con una extensa lista de estilos (Policial, cámara lenta, gauchesco, cómic, musical, a lo Almodóvar, suspenso, telenovela, y más).

Son más de 20 años en los que la argentina ha deambulado entre las risas del público improvisando y contando historias que si bien tiene una germinación en su paso vital por Cono Urbano, en Buenos Aíres, ahora ya hay una clara dirección a la reciente maternidad, al ser madre, al ser adulta, con guiños a la música y al eslogan “Lo personal es político”, tan explotado por el feminismo para crear conciencia.

El sistema neoliberal, y su representación económica en la vida de las personas pobres, no se salva del retrato al tejido social que López expone dinámicamente. Propone que los bancos dejen de aprovecharse constantemente de las tragedias y oferten 2×1 en abortos. Con ironía dobla las situaciones más nefastas del régimen imperante actual.

También se da el tiempo para retratar este planning, de las ex embarazadas y actuales madres, que la sacó del estado zen más de una vez. Mujeres y hombres que le hablaban de sus miedos, le recomendaban de todo (de todo) pre y post parto. Este tema en particular dio rienda suelta a la violencia obstétrica, a la obligación de los partos vía cesárea lejos de poder decidir un parto natural o el método que las mujeres estimen convenientes.

En un momento se enunció como esencialista al negar la completa posibilidad de los hombres a ser feministas, sacando aplausos a bar completo, no profundizó en la idea de los cuerpos maricas, queers, trans, postidentitarios, no binarios y un largo etc de otredades de cuerpos que nacen, y son vistos, como de varón-hombre-macho, pero que no viven como tales, con o sin expresividad de género.

Por esta misma afirmación, entre más aplausos, dice que no se buscó un hombre feminista (porque no existen, hombres hetero-feministas), sino que se buscó al menos misógino, más aplausos. “Cada vez que dice algo que no es, lo paro y le digo: mira, no vuelvas a decir eso en público. Y ya está”. Más aplausos.

Durante todo el show una foto de Malena Pichot, en la taza del baño revisando su teléfono, es el panorama visual que ofrece la argentina.

Hace un breve repaso de las drogas y la industria farmacéutica. Habla del rivotril, el misoprostol, su relación con la depresión, las violaciones. Un escándalo de risas responde a cada palabra que sale de su boca, los aplausos la coronan.

Deja pequeños guiños de lecturas feministas, como el de la polaca doctora en Ciencias Jurídicas, filósofa, escritora, activista, Rosa de Luxemburgo, una líder izquierdista del Partido Comunista en Alemania. A Milagro Sala, también líder de la Organización Barrial Túpac Amaru, reconocida por su trabajo en derechos humanos en Argentina, su oposición al conservadurismo de derechas y al gobierno de Mauricio Macri. Ha sido acusada de corrupción y de acumulación de recursos estatales, pero su obra sigue siendo uno de los avances más significativos en materia indígena en el país trasandino.


Como madre feminista resalta la ansiedad de traspasar toda la data feminista a su hije para que crezca libre y feliz, sin perder ninguna oportunidad para recalcar que está a favor del aborto libre, completamente libre.

Charo López habla de cuerpos gestantes, entendiendo las diferencias que existen entre ser madre cisgénero, padre trans, ser madre a través de vientre de alquiler, y todos las demás perspectivas. Propone la idea del feto punk, ese feto que no quiere nacer, que no tiene que venir a hacer al mundo.

Niño Perro (Igor Ruiz)

Este curso político que continúa López, hace recordar la intervención que el 2012 el Colectivo Universitario de Disidencia Sexual (CUDS), por el Derecho a No Nacer.

2012 Campaña por un aborto ilegal – Por el Derecho a No Nacer

Para finalizar su rutina presenta un afiche de Raúl Brindis. Un locutor de radio, famoso pro aborto clandestino, misógino, conservador, machista y poeta; y lee uno de sus trabajos. (Puedes escucharlo abajo).

Para devolver la mano, Charo López canta una hermosa canción entre rap, balada, punk armónico y rock. Un canto comedia perfecto para cerrar una noche con una de las mejores representantes del stand up.

Divertida, elocuente, graciosa, feminista. López es una cita a la que no puedes decir que no. Una comedia recomendada para invitar a hacer sentido con diferentes texturas de texto, discursos políticos nunca aburridos, de matices seductores y barrocos.