Chico Unicornio se descolgó la guitarra y se sentó junto a su máquina de escribir para redactar este sentido y en caliente homenaje a Paolo Guerrero, delantero peruano que acaba de ser notificado de una sanción por doping que lo dejará afuera del mundial de Rusia.

Paolo Guerrero

Por Chico Unicornio

El día en que Perú clasificó al mundial después de 36 años yo me encontraba en Santiago de Chile mirando el partido desde un bar ubicado en Plaza Nuñoa. Jefferson Farfán enfurecido e imparable como una pantera asesina clavaba un gol imposible de atajar en medio del arco de Nueva Zelanda. Perú estaba de nuevo en el mundial. ¡La maldición se había roto!

“¡Para ti, Paolo!” gritaba Farfán llorando de rodillas sobre el césped del Estadio Nacional, flameando y aferrándose a la camiseta roja y blanca nº9, la del capitán ausente del equipo peruano, la camiseta del “depredador” Paolo Guerrero.

Al igual que Argentina tiene a Messi y Brasil tiene a Neymar, nosotros en Perú tenemos a Paolo Guerrero, por ende ya podrán imaginar lo que todo el país está sintiendo el día de hoy después de enterarse que el TAS (Tribunal de Arbitraje Deportivo, Tribunal Arbitral du Sport) dictara 14 meses de castigo a Paolo Guerrero incapacitándolo por más de 1 año de jugar profesionalmente al fútbol, incapacitándolo de jugar lo que hubiese sido su primer mundial en “Rusia 2018”

El sueño de todo niño, adolescente y joven futbolista resquebrajado a última hora y arrebatado, en mi opinión, injusta y malintencionadamente.

Esta vez la FIFA no manchó la pelota, la pinchó; y esta vez la FIFA no recortó las piernas, las encadenó.

La suspensión de Guerrero es el suceso más sospechoso e infame que he visto en los últimos tiempos en el fútbol mundial. Guerrero no es un drogadicto ni un alcohólico, todos sabemos bien de dónde vino, del semillero del club Alianza Lima, del Bayern Munich y ahora convertido en un astro en el fútbol carioca. Todo esto ha sido una falta de respeto de resonancia internacional inconcebible. ¿Es justo que las personas deban buscar limpiar sus honras cuando no tienen nada de que ser acusados?

Pues deberíamos decir firmemente que sí, no está bien que nadie intente ponerte una etiqueta que no mereces o hacerte sentir una vergüenza del deporte mundial cuando todo se trata de una mafiosa confusión. Es una pena que no haya control antidopaje para los dirigentes de la FIFA y de las federaciones.

Mientras tanto los malagradecidos, oportunistas y revanchistas no tardan en aparecer, jugadores que quieren ocupar su lugar en la lista del seleccionado elegido por el genio DT argentino Ricardo Gareca, tales como Claudio Pizarro o Cristian Benavente. La federación peruana dándole la espalda una vez más, los ex-managers buscando hacer leña del árbol caído, los equipos rivales y antideportivos aplaudiendo la pérdida del más brillante y talentoso del equipo, celebrando haberse librado de un goleador único.

Si pienso en Paolo Guerrero recuerdo el partido frente a Uruguay en el que terminó ensangrentado en la cancha y recuerdo el gol que nos llevó al repechaje de tiro libre indirecto frente a Colombia.

¡Que la FIFA deje jugar de una vez por todas! Cuánta mafia, cuánta oscuridad, cuánta maldad alrededor de un deporte que en lugar de jugarse de manera limpia termina sucio y bajo la sombra de intereses siniestros y despiadados.

Dan ganas de apagar la televisión para siempre y dedicarse a contemplar el mar.

Hoy día Paolo llegó a Lima después de recibir la noticia definitiva de su suspensión futbolística. Al darse a conocer la noticia su madre, Petronila Gonzáles más conocida como “Doña Peta” habló con las radios locales dando sus descargos y defendiendo emotivamente a su hijo como solo una mamá leona podría defender a su cachorro de los cazadores y peligros del mundo. Me hizo llorar.

“Voy a estar con mi selección, voy a hacerles barra. Al profe Gareca y a mis compañeros los respaldo a muerte”, las primeras palabras de Paolo Guerrero al llegar a Lima el día de hoy, mientras miles de personas gritaban y cantaban en el aeropuerto: ¡Paolo, Paolo!

Yo también te respaldo a muerte, Paolo.

*Escucha el remix de Estrechez de Corazón que hizo Chico Unicornio acá