Y eso debe parar. Aunque hace tres años lo venimos diciendo.

Luego de la desastrosa eliminación de la selección chilena de camino al Mundial de Rusia (donde la hinchada tuvo buena parte de culpa) nuevamente el equipo se encarama hacia la posibilidad de volver a estar entre los mejores del mundo.

Sin embargo, y aunque parezcan cosas que no tienen que ver, hay una actitud vergonzosa incrustada en buena parte de la hinchada nacional que debe ser eliminada ahora mismo. Se trata de la imbécil homofobia que reina en varios ambientes futboleros. Es una tontería que va en retirada de todas formas, pero no está de más apurar ese proceso. (De hecho durante el partido contra Uruguay se deslizaron por los micrófonos algunos de los “típicos” cantos homofóbicos contra el rival).

En esa línea encontramos un hilo de Twitter redactado por el periodista de LUN y escritor Esteban Abarzúa que con data dura y también con paciencia de profesor explica cómo opera esta estupidez y por qué es urgente sacarla de cuajo de un deporte que honestamente no necesita más mala fama.