Christeene es una drag que quiere destruir el concepto de drag. ¿Lo logrará?
La primera vez que escuché una canción de Christeene fue en 2012, African Mayonnaise sonaba tan poco que probablemente nadie tenía idea quién era Christeene cuál era su propuesta y a qué se refería cuando repetía en el estribillo “soy tu nueva celebridad, soy tu nueva América”.
Vagando por Internet después de ver un par de documentales sobre las distintas tendencias del drag en el mundo llegué a Christeene. Una drag escandalosa, sucia, diferente. Una que no teme mostrar el bulto entre sus piernas, como comúnmente lo hacen las demás, una que no cree ser mujer ni pretende performar como una, sino que piensa más allá.
En un punto Christeene debía dejar de estar en el mundo underground. Empezó a ser invitada a programas online, incluso en VICE la siguieron por unos días para que mostrara su trabajo fuera y dentro del drag.
Con un disco lanzado en 2012 la artista ha seguido dando que hablar con su postura. Su discurso se asemeja bastante al que tenía la difunta Hija de Perra en Chile, desafiante y dispuesta a todo por frenar la alevosía con la que se invocan los mismos cuerpos de siempre en los mismos medios de siempre dirigidos por los mismos de siempre.
Dicho esto, un par de preguntas vienen a mi cabeza. ¿Debe ser todo lo ‘diferente’ o ‘incorrecto’ reentendido como arte? Desde mucho antes que pensaramos en existir se ha ido exotizando esta figura de lo raro, de las mentes extrañas o los cuerpos que no obedecen ciertos patrones. En Freaks este ejemplo se explica por sí solo.
Claudia Rodríguez es una trabajadora social, escritora, actriz y activista travesti dedicada a pensar y analizar la situación travesti actual en Chile y latinoamérica. Para ella es importante reconocer que actualmente hay un retroceso en cuanto al drag y el transformismo cooptado por ciertos grupos para lavar su imagen.
“Sobre todo este último año es posible reconocer un retroceso provocado por las fuerzas capitalistas y heterocentristas. Ejemplo, la acusación de ideología de género. El impacto de conocimientos académicos sobre lo social ahora utilizados por grupos conservadores y poderosos, es decir compra de profesionales especialistas de lo social que sirven con sus conocimientos al deseo del capitalismo: banalizando, aburguezando y despolitizando a las mismas rarezas entre comillas que se creen raras. Vemos discursos finalmente de la gente rara que discrimina su misma clase raza, género y territorio”.
Cuando el drag nace desde lo extraño y lo raro se confunden los patrones y se establecen conexiones desde una subjetividad promiscua, que toma de todos lados un poco sin cuestionar o analizar los contextos.
Cuando vemos Drags Queens de RuPaul influenciando el drag latinoamericano y a todas las exponentes presentes hoy en este lado del continente ¿qué deberíamos esperar?
¿Es un fracaso que las drag latinoaméricanas no hayan podido adoptar una identidad propia y tengan que replicar un vestuario y un lenguaje que no les pertenece, sino que se les es impuesto como el único que se debe copiar?
Johan Mijail, escritor y exponente de un nuevo drag, explica que exotisamos el drag porque olvidamos la memoria política y contextual de las subjetividades no heteroniativas, la espectacularizamos.
“Todo queda reducido a lo que los medios de comunicación presentan”.
Sin embargo, entendiendo este espacio de discusión, Mijail, describe el lugar actual como una posibilidad que hay que aprovechar.
“Me gusta pensar que todos los espacios donde la sexualidad no aparece desde las representaciones del régimen heterosexual es siempre un lugar donde es posible hacer una revolución donde sea el cuerpo el punto central del texto que produzca una política”.
Pensando el drag desde las periferias de la estética común, conversamos con Christeene.
Esta es Christeene
¿Qué está pasando con la cultura drag en el mundo?
Ahora es una marca corporativa. Hay que quemar todo eso. Que coman mi suciedad. Además toda heteronormatividad debería ser quemada, en cualquier cultura, también en la drag.
¿Te sientes parte del drag de RuPaul’s Drag Race?
Ellas son como el tipo de familia con el que te encuentras en las festividades en la casa de tus primas locas. No soy parte de ellas, pero al final del día todas usamos los mismos baños.
¿Aún crees que estás haciendo drag-terrorista?
Estoy haciendo terrorismo, sin lugar a dudas y sólo estoy haciendo mi música y videos y rompiendo en los clubs y teatros. No me considero dentro de un término tan limitado como el drag, prefiero considerarme como una mutación de eso y una carrera que da origen a historias que quiero contar.
¿Qué opinas de la democracia?
Este país es un basurero y hay que prenderle fuego a todo, y ese Donald Trump debería ser abortado con una vara caliente.
¿Sientes que haces música?
La música es un pájaro en mi garganta que dice lo que tengo que contar y es la mejor manera que tengo de comunicarme con todas las criaturas, grandes, feas y pequeñas. Y obvio que hago música.
¿Qué opinas de los millenials?
Los millenials deberían callarse y aprender de historia y tratar de ir a la escuela.