Renaton Garín, sobre un artículo que cuestionaba a Bachelet por lo contradictorio de su discurso al poner a sus hijos en uno de los típicos colegios lais chilenos.

Los Colegios VIP, así, son el templo de adoración del privilegio al cual acuden concertacionistas y derechistas por partes iguales y se constituyen como un solo cuerpo, un solo grupo-en-el-poder que cautela sus prerrogativas y acumula los símbolos sociales a través de la ostentación de los mismos.