Históricamente, el stress es nuestra respuesta natural y nos permite mantenernos alerta y preparados ante posibles amenazas. Sin embargo, cuando se extiende por un largo tiempo sin un aparente peligro, puede volverse en nuestra contra y causarle una serie de efectos perjudiciales a nuestro organismo.
Sharon Horesh Bergquist de TEDed nos muestra, a través de una animación, la relación entre el stress y el cuerpo humano.
Lo más interesante, es que el stress es lo que en verdad nos mantiene vivos y en la cima de la cadena evolutiva a lo largo de la historia. Aun así, en algún punto de nuestra evolución, este amigo se volvió en nuestra contra. Dado que nuestro mundo sigue en desarrollo, estamos más y más expuestos a estímulos a través de la tecnología y las presiones de la vida moderna aumentan resultan en stress. Cuando no se controla, puede jugarnos una mala pasada, de ese modo se acelera el proceso de envejecimiento.