Expertos y celíacos coinciden en que no entienden cómo puede haber gente que lo haga por moda.
Resulta que algo tengo en el estómago. O intestino. Probablemente ambas, no lo sé. Según el doctor que me atendió, las razones de mi constante estreñimiento e hinchazón se deben a una larga lista de probabilidades que van desde los parásitos hasta la celiaquía.
Mi conocimiento respecto a lo que es ser celíaco eran escasos, por no decir nulos. Hace un par de años los supermercados comenzaron a incluir dentro de sus estantes una limitada serie de productos gluten free (porque libre de gluten aparentemente no es lo suficientemente cool ) con la gigantografía de una mujer parecida a Mariah Carey promocionando un paquete de tallarines común y corriente pero tres veces más caro.
Al mismo tiempo, la alimentación libre de gluten se instauró como una moda respaldada por Katy Perry, Kourtney Kardashian y Gwyneth Paltrow –quien también apoya una dieta a base de comidas crudas y ha sido tildada de ridícula por diferentes nutricionistas por promover una forma de alimentación que tiene millones de bacterias-.
Como sea, el hecho de que una dieta libre de gluten se instaurase como la nueva tendencia alimenticia para bajar de peso perjudica de forma directa a aquellxs que sufren y han sufrido esta alergia durante toda su vida.
Valentina Gamelli, (en la foto) bailarina de 28 años, conoce de forma cercana la angustia de no poder comer casi nada sin sufrir las consecuencias y se extraña de que las personas comunes y corrientes decidan pasar por el estrés de llevar una vida sin gluten de forma voluntaria.
“Sufrí durante toda mi infancia. Pasaba dos semanas sin ir al baño y con terribles dolores de cabeza. El año 2012, en pleno proceso de titulación, me dio un choque anafiláctico sin tener idea la causa o motivo. Desde ahí comenzó una búsqueda de seis meses para saber qué pasaba con mi salud” cuenta.
Un choque anafiláctico es la forma más grave en la que pueden manifestarse las alergias. Según Valentina, los años que pasó con esta intolerancia alimenticia sin diagnosticar terminaron por desarrollar una alergia al trigo que desencadenó el shock que puso en peligro su vida. Pasó de pesar 49 a 42 kilos antes de ser diagnosticada como celíaca y los cambios luego de llevar una dieta libre de gluten fueron inmediatos.
“Apenas dejé de comer gluten, pararon los dolores de cabeza, se dejaron de inflamar mis ganglios, subieron mis defensas y nunca más he tenido problemas de digestión; en danza vivía lesionada, con los tobillos inflamados, y descubrí que también era una manifestación de comer gluten” agrega.
“La gente toma ser celíaco como una moda: como ser vegetariano, ser vegano, etcétera. Si no eres celíaco, irte al extremo de sacar el gluten de tu vida es sumarte un estrés para la mente y el bolsillo. Toda moda por la alimentación es absurda”.
Helga Santibáñez, de la Fundación Convivir dedicada a entregar información y asistencia a personas con problemas celíacos o de intolerancia al gluten, lamenta que la visibilidad del problema llegase tan solo cuando personas famosas comenzaron a utilizar la dieta libre de gluten como un estilo de vida saludable.
“La última encuesta realizada el año 2010 respecto al tema, arrojó que existe una prevalencia del 1% de la población en Chile que es celíaca. Esto sin contar a las personas que no han sido diagnosticadas. Ser celíaco es una patología que hay que saber cuidar, no una tendencia” agrega sumándose a las palabras de Valentina.
También recalca la falta de políticas públicas existentes en torno al diagnóstico y asistencia de personas que sufren este problema. A primera vista, el 1% puede parecer poco pero equivale a 150 mil personas, algo así como la población completa de ciudades como Curicó o la de Angol y Linares combinada.
Tampoco es lo mismo ser celíaco que ser alérgico al gluten. La enfermedad celíaca es autoinmune y las vellosidades del intestino delgado –que absorben los nutrientes- se ven imposibilitadas de realizar su trabajo; la alergia al gluten en cambio, se presenta con síntomas extra digestivos en lugar de comprometer el sistema inmunológico. La forma de tratamiento para ambas es la misma: una dieta libre de gluten que no es barata ni de fácil acceso.
Como si fuera poco, también existe el riesgo de la contaminación cruzada, donde alimentos que por naturaleza no incluyen gluten, se contaminan durante el proceso de producción. Tal es el caso del arroz, que se almacena junto a otros tipos de alimentos que traspasan esta encima proteica; o del café, que se mezcla de sucedáneos que presentan un riesgo para la salud de los celíacos.
¿Cómo me las arreglo entonces?
Camila Escobar, administradora de la Red de Celíacos Chile, nos cuenta sobre la alimentación diaria que lleva luego de su diagnóstico como celíaca y considera que al fin y al cabo, no es una situación para morirse.
“Trato de llevar una alimentación lo más similar al resto de las personas, desayuno pan o galletones de arroz y maíz con algún acompañamiento, mucha leche (porque los celíacos tendemos a perder más calcio y padecer de osteoporosis) y algún líquido” comenta.
“El almuerzo siempre es un poco más complicado, sobre todo cuando te invitan a comer en restaurantes, es casi imposible encontrar lugares que cuiden la contaminación cruzada, por lo mismo siempre prefiero andar trayendo mis “potes” con comida casera”.
“La situación está cambiando un poco en Santiago, ya que cada día hay más restaurantes sin gluten. Ojalá esto se fuera generalizando a lo largo del país. Al tener que comprar comidas en locales especializados te pones un poco más gourmet y pruebas, por ejemplo, leche de almendras, amaranto, quínoa, goji, aunque siempre será un poco más caro” señala.
La Corporación de Apoyo al Celíaco, Coacel, entrega recomendaciones sobre lo que puede o no puede comer una persona con alergia al gluten sin tener que gastar grandes cantidades de dinero en el supermercado.
La dieta sin gluten incluye carne de vaca, pollo pescado, pavo, cerdo; todo tipo de verduras y frutas además de almendras, maní, avellanas y nueces.
Las legumbres también están permitidas al igual que el arroz cuidando de que no esté contaminado mediante el proceso explicado con anterioridad. Siguiendo estos cambios en la alimentación diaria, la vida de una persona celíaca mejora al instante. Sin embargo, todavía falta concientizar sobre la patología como una enfermedad real en lugar de confundirla con una tendencia impuestas por famosos que no tienen problemas en acceder a un menús de precios elevados