Con una propuesta de sonido que se desmarca por completo del paisaje, la artista de 23 años se posiciona como una de las exponentes con mayor proyección en la escena pop experimental de este lado del continente.

Si hubiésemos hablado con CONDY hace un par de años atrás, probablemente el enfoque de esta conversación sería distinto. En 2016 fundó Radélica, su marca de moda, y desde ese entonces su vínculo con el arte había estado enmarcado por ese contexto, pero había mucho más que eso queriendo asomar hacia la superficie.

Su fascinación por la música y la escritura la llevó a explorar nuevas formas de expresión, y tras rodearse de las personas precisas, tomó en 2022 la decisión de aventurarse a grabar un disco que lleva por nombre «PuDo HaBeR SidO». A un par de semanas del íntimo show de estreno que dio junto a su banda, conversamos con ella sobre este viaje que comienza hace más de 20 años cuando sus padres decidieron hacer vida en Santiago de Chile.

Cuáles son tus primeros recuerdos musicales. ¿Qué artistas escuchabas en tu infancia? ¿Qué música escuchan tus papás?

Mi papá escuchaba Whitney Houston, Celine Dion, The Police, The Clash, muchas influencias distintas considerando que mis viejos son migrantes, su idioma nativo es el chino. Cuando escuchaban música en inglés era muy especial y siempre ponía “My Heart Will Go On”, Alicia Keys, Britney Spears. Por mis viejos conocí a todas estas cantantes.

¿Cuándo llegaron tus papás a Chile?

Si no me equivoco, en los 90s. Llegaron a Recoleta. Mi mamá no sabía español y mi papá sí. Él llegó primero, pero a Paraguay, después vino para acá y de ahí llegó mi mamá con toda mi familia. Soy de la primera generación de mis primos en nacer en Chile.

¿Cómo fue crecer en Chile en los 2000 siendo migrante?

Tuve el privilegio de ir a un colegio donde fui aceptada. No había tanta gente asiática en mi generación, pero aún así, fui aceptada, pero el bullying existe. Pasa. Incluso a gente que no es asiática, sino por cómo se ven.

A mi me ha pasado más de una vez, en la calle y en los carretes, donde soy “la china”. Es algo que trato de no tomármelo tan personal, no pienso mucho en eso tampoco…

Chile es muy cerrado. Cada vez se abre más, pero hay como un odio un poco hacia los migrantes porque quitan los trabajos, generan gentrificación porque se toman barrios, pero igual aportan mucho. Son personas trabajadoras que buscan hacer que Chile avance… pero desde chica me fui dando cuenta que no me podía dejar determinar por mi etnicidad.

¿Te sientes chilena?

100%. Todo el rato. Soy chilena. Me siento mucho menos china que chilena. Siento que sería una ofensa decir que soy china porque conozco muy poco. Sé hablar, pero escribir y leer me cuesta más. Sigo tomando clases de chino. Tengo familia allá, hay cariño, pero es familia lejana.

El otro día hablaba con la Manul (guitarrista de la banda) de un tour que hizo hace mucho tiempo en China con otra banda. Sería bacán en un futuro ir a China con la banda. La wea entretenida. China es bacán. Realmente increíble. A mi familia igual le gustaría que alguna vez pueda vivir allá.

¿Qué es lo que más te gusta de la cultura china?

Hay algo que es muy brígido. En China la cultura es muy de invitar a comer. A mi familia le encanta invitar a comer. Es muy de juntarse con los amigos, con la familia, incluso con las personas con las que trabajas.

En China los negocios se concretan a través de una comida. Tu para trabajar con alguien te tienes que llevar bien, tienes que sentir que hay buena onda, buenas vibras. Mis papás son muy de invitar a comer. Eso me gusta mucho de la cultura.

¿Cuándo chica como consumías música?

Me acuerdo las primeras canciones que se pasaban a través del infrarrojo del Nokia, después apareció el bluetooth. También tuve sus CD´s originales, pero yo me pirateaba todo. No había una wea que no me pirateara jajaja. Todo. Las películas, la música. Estaba recién comenzando el internet y todo era muy nuevo, todo era una versión BETA. Habían muchos programas como Pirate Bay, Ares, Lime Wire, y yo me descargaba todo de ahí. Después lo pasaba al MP3 o MP4.

Soy parte de esa generación que vivió la 4ta revolución industrial que es la de la tecnología. Justo cuando estaba creciendo, de los 10 a los 20 años, una etapa de crecimiento súper importante, pasaron millones de cambios tecnológicos. De la nada la tecnología empezó a ser super fundamental, cuando antes todas las weas se hacían de forma análoga.

Y en tus MP3, ¿cómo estaban las canciones? ¿Pasabas canciones sueltas o discos?

Veía muchos videos de Youtube. Igual viví una época de MTV, con los videos de YouTube que estaban en la tele. De ahí guardaba canciones y las descargaba. Mis MP3 eran un picoteo de todo. Nunca cuando chica me envicie con un álbum entero hasta que conocí a Lana del Rey.

Born to Die de Lana del Rey fue mi primer disco con el que dije “concha tu madre, esto es perfecto”. Después Ultraviolence y Lust for Life, todas las canciones son increíbles.

¿Cuál fue tu primer CD original?

Mmmmmmm, deja pensar. El de Christell. ¿Te acuerdas de esa canción “Mueve el ombligo“? ¿La de Rojo? Jajaja. Yo era muy chica, tenía 4 ó 5 años y bailaba todas sus canciones.

Hace 20 años los discos eran muy importantes para los artistas, pero ahora, con las plataformas digitales de música, los artistas prefieren lanzar canciones sueltas. ¿Por qué hacer un disco?

Con el Cuco queríamos hacer un proyecto largo. Que tuviese un comienzo y un fin y no que durará lo que dura una canción.Queríamos contar una historia y un disco es más personal. Te sumerges en la vida de una persona por un rato de tiempo. Este disco es una etapa del 2022 al 2023 que encapsuló esos sentimientos en una máquina del tiempo.

Se demoró más de año y medio en salir, pero ahora que salió y vuelvo a escuchar las canciones, es como volver al pasado y revivir lo que sentía en ese entonces.

¿Cómo definirías el sonido del disco?

Como una mezcla de sonidos nostálgicos, pero alegres. Nací el 99, no soy un 90’s kid, y para la época de las bandas de los dos mil, tipo Green Day y The Strokes, esa etapa del rock, yo no la viví porque era una guagua. Se me hace muy ajeno.

Quería que el disco sea medio Julieta Venegas, que tenga algo de esas bandas de los 2000, pero más contemporáneo. Ahí aparecen otros referentes como FKA Twigs, Mura Masa, Bjork, que juegan con las vocales y los tintes. Mezclar sonidos actuales con guitarras y baterías que suenan como Blur me hizo emocionarme mucho con este proyecto. El último disco “The New Abnormal” de The Strokes y “Caprisongs” de FKA Twigs fueron muy definitorios durante el proceso de hacer el disco.

Hay muchas referencias de hartos lados y creo que las mezclamos muy bien. Estoy muy feliz con el resultado.

¿Cómo fue el trabajo con CUCO, productor del disco?

Fue un proceso muy análogo, muy distinto a la forma digital. Estuvimos mucho con la guitarra tirando acordes, melodías, y así ir haciendo canciones. A mi me encanta el auto tune, pero bacán también tener canciones sin auto tune como “rojo blu”, que tiene además al cuarteto de cuerdas de la Universidad Austral.

Con el Cuco nos importa mucho que suenen bien los instrumentos. Hay muchas guitarras, bajos y baterías que grabamos y eso hace que se escuche mucho como una banda. Le da ese toquecito especial.

Además, siempre quise tener una banda. Es mucho más entretenido. Los instrumentos, la música en vivo. Ya no se trata sobre ti, es sobre un conjunto de energía con tus amigues. Cuando saliera este disco siempre supe que quería tocarlo con banda en vivo.

¿Fue la pandemia una condicionante para que hicieras música?

No tanto. Igual siempre he hecho música. Tocó el piano desde los 8 y la guitarra desde los 13. Con mi hermano desde chicos tocamos covers y hacemos canciones.

En la pandemia estuve mucho haciendo ropa y escuché mucha música. Muchos artistas emergentes también. En ese tiempo me empape de música y cuando salimos de la pandemia conocí a los cabros de ERROR DE MODA (sello del disco “PuDo HaBeR SidO”) y me dijeron “si quieres grabar un tema, hazlo con el Cuco, es el mejor”. Ahí ya tenía la maqueta de “Karnet”, una canción que había hecho con mi hermano. Asi que decidí producirla con el Cuco y el resto es historia.

¿Y sientes que la pandemia ha influenciado en algo en tu desarrollo como cantante?

La pandemia fue muy cambiante para todes. No hay nadie que no le haya afectado la pandemia. Creo que todos cambiamos después de la pandemia. La gente se atreve a hacer más cosas. Son como los locos años 20. Estamos saliendo de una crisis y toda la gente está crazy por salir, hacer cosas, sacar música, crear arte.

Igual compartes amistad y generación con muchos artistas post pandémicos.

Sí.

¿Te sientes parte de la generación de la música urbana?

No tanto porque no hago trap y no rapeo, soy mala para el freestyle. No sé dónde encajo porque no hago trap y, la verdad, tampoco conozco mucho el movimiento indie en Chile. Amigas artistas como la Akri, Lauvre, la Marti hacen música increible.

Otras amigas artistas como la Akatumamy, Kya, Shirel, hacen más música donde hay reggaeton, RnB, y donde hay más pop también, pero yo no hago reggaeton.

¿Te dan ganas de hacer reggaeton?

No sé si me nace tanto. Por lo menos por ahora. Aunque obvio que amo el reggaeton y me encanta bailarlo.

¿Y cuándo armaste el disco nunca hablaron de sumar un reggaeton o un trap? Qué más allá de que sea la música de moda, es la música que también hacen tus amigues.

Mmmmmm, sí. Osea… Así es el trap life hahaha.

Pero cuando armaste el disco, ¿nunca hablaron de armar un reggaeton?

Antes de sacar el disco igual hacía maquetas de algo que no sé si es trap, pero es más rapeado, Corte Mac Miller. Música muy suave, pero nunca la saqué. Bajaba bases de Youtube y experimentaba con letras. Nunca tuve derecho sobre esas bases.

El disco tiene distintos momentos. Algunos más guitarreros, otros más fiestas, otros más baladas. ¿Cuál estilo es el que más te acomoda?

El pop alternativo porque me gusta ir pasando por distintos sub géneros musicales. Voy por etapas.

¿Desde cuándo escribes? ¿Cómo definirías tu escritura?

Toda mi vida. Siempre he tenido diario de vida y por eso se me ha hecho tan fácil el tener que escribir. Tengo montones de diarios de vida apilados. Hay momentos de la vida en que no escribo tanto, porque pasan cosas o se me olvidan, pero siempre vuelvo. Es una terapia. Siento que me entiendo mucho más conmigo mismo cuando escribo las cosas.

¿Tienes una rutina para escribir?

Escribo en cualquier momento del día. Puede ser sola, con más gente, en la cama o trabajando, pero igual las canciones siempre las hago en el estudio. A veces se me ocurren melodías, escribo y las grabo, pero me gusta trabajar las canciones desde cero con el productor ahí al frente. Mientras él hace la canción, yo estoy escribiendo en el estudio. Aunque a veces llego con canciones listas.

¿Cómo defines tus letras de canciones, tu escritura?

Cuando escribo estoy soltando barras. Diciendo las weas como son. De la nada no hay tapujos, no está esa capa invisible que me dice que eso no se dice. También juego con la ficción y la realidad, hablando de cosas que pueden pasar, o exagerando mucho, hay mucha hipérbole. También aparece mucho la anáfora como figura literaria de mi escritura.

En ese ejercicio de decir las weas, ¿no te da miedo exponerte demasiado?

Obvio, pero yo creo que también, al mismo tiempo. como uno dice las cosas, no dices las verdades siempre. Es una canción, no es mi diario de vida. Son cosas distintas. Nadie te está pidiendo que escribas como son realmente las cosas o cómo te sentiste. Puede ser así también, pero no es un requisito.

Esa es la magia de las letras de las canciones también. Poder apelar a sentimientos más generales con pocas palabras. Eso, sumado con la música, la melodía, todo sincronizado.

¿Es importante para ti que la música sea coherente con la emoción de la letra?

Si, me importa. Aunque uno puede decir las cosas de una forma, pero eso puede ser recibido por otras personas de otra manera. Me ha pasado que he estado en carretes donde la gente se me acerca y me dice que, por ejemplo, “Karnet” les ayudó cuando terminaron con sus pololos y es como “wooow”. Esa canción la escribí cuando estaba muy enamorada.

¿En qué te basaste a la hora de seleccionar los singles?

Fue una wea muy… al lote. Uno va cambiando de idea cuando uno empieza a sacar un disco. Estuve cambiando mucho de opinión sobre qué canciones sacar y tampoco hubo mucha estrategia.

En un momento estaba obsesionada con “nada es 4 life”, me encantaba y la quería sacar. Ese video lo grabamos con un iPhone con la Martina (cantante que participa en “KERE”) y la Cristalina (amiga que aparece en “poemas que riman” y “CH 303”). Fue el primero que hicimos y listo. Después con “NPS”, pasó lo mismo. El Mati (qué canta en la canción) se iba a ir a vivir a Miami y grabamos el video antes de que se vaya. Ese fue el segundo video que grabamos y también tenía que ir soltando las cosas.

Después salió “rojo blu” que no tenía video y le hice uno con videos caseros de mi infancia. La sacamos porque es una canción muy linda y era fácil hacerle un video, literal fue eso.

¿Y “gaZzZzZ”?

Quería hacer un video con la Loretta Castelletto y estábamos entre “más pronto q soon” o “gaZzZzZ”. Al final era más factible “gaZzZzZ”. Grabamos en media jornada y todo el resto fueron imagine media de la Abrilconbe. Fue bacán trabajar juntas en el video. Lo grabamos antes de sacar el disco y ahora que salió el disco vamos a sacar un video más pronto que tarde.

En el lanzamiento del disco cantaste un cover: The Reason de Hoobastanck. Una canción de una banda one hit only que salió cuando tenías 4 años. ¿Por qué esa canción?

No hay una razón en específico para esa decisión. Estábamos en un ensayo con la banda y uno empezó a tocar la canción, de ahí se montaron todos. Me puse a cantar encima y salió. Todos nos sabíamos la canción, nos salía bien y nos servía para desquitarnos tocándola.

En Instagram y en TikTok tienes muchos seguidores, ¿cuál plataforma te gusta más y por qué?

Creo que Instagram pero… también me encanta Pinterest. Pasó más tiempo en Instagram, me meto de forma más recurrente. Es heavy porque ahora las generaciones más chicas la ocupan para conversar, no solo para subir fotos. Conozco a personas más chicas que tienen el grupo chat de curso del colegio en Instagram en vez de Whatsapp.

Fotos por Diego Urbina, Ángeles Osuna, Maximiliano Vásquez y Claudia Ardid