De Temuco a Santiago. De Santiago a los cuatro años a Algarrobo. En esta última ciudad reside hasta hoy. Esta es la historia del bicampeón nacional y campeón sudamericano de Vela: Clemente Seguel.
Clemente entrena de lunes a sábado en el gimnasio y los fines de semana se va a navegar.
A los 7 años fue junto a dos amigos a un taller de vela en su primer colegio, El Valle Casablanca. Se subieron a un Optimist sin vela, sólo con remo y timón. Un remolino de aguad, de esos que te chupa y atrapa, volvió locos a sus amigos mientras él disfrutaba el momento en tranquilidad mientras los llevaba él sentía que esto era a lo que quería dedicar el resto de su vida. Dio un pequeño vuelco en su vida y se cambió al Caernarfon College, donde terminó sus estudios formales.
A los 13 años ya había cambiado de categoría. Los talleres ocupaban sus tardes de miércoles. Una tarde, su entrenador le tomó el hombro y lo felicita por el desempeño con el que se ha destacado. Seguel lo mira y asiente. “Queremos invitarte a entrenar los fines de semana, vamos a empezar a traer entrenadores de Argentina, así que si te animas queremos que vengas a entrenar con nosotros, te prestamos barcos y te queremos entregar todas las facilidades“, recuerda en conversación con POUSTA.
Clemente no sostenía en sí la felicidad que sintió en ese momento. “Fue increíble, no se me va a olvidar nunca. Desde ese día entreno todos los fines de semana, y los miércoles también (para seguir su tradición). Fue el comienzo de mi carrera”.
Desde que comenzó fue campeón nacional infantil. Siempre ganó las categorías junior. En el barco Optimist, cuyo peso ideal son de 45 kilos, chocaba con el suyo, de 60 kilos a los 13 años por su altura (1,90 mts).
Siguió ganando los campeonatos nacionales de principiantes, los de escuelas de vela y no le fue bien en el campeonato general. Esto a los 13 años. No le fue bien porque cambió de categoría, del Optimist al Laser, no pudo completar el tiempo para competir en la general.
“no pienso en el resultado ni en los demás deportistas ni en el resultado o la competencia, pienso en el barco y en cómo quiero hacer mi regata”.
Pasó a la nueva categoría y apenas se subió a un bote quedó campeón sudamericano sub 16 en vías al mundial juvenil. “He ido cumpliendo las metas y eso me motiva a ir buscando desafíos cada vez más altos”.
En el día a día el deportista pedalea entre una hora y media y dos en bicicleta mientras sigue una ruta que estime conveniente. Elonga, toma desayuno escuchando música motivante y se va a la Cofradía Náutica del Pacífico, o arma el bote, y sale a navegar o mejora los problemas que tiene su herramienta deportiva. Prefiere ir al gimnasio en la mañana, pero siempre depende de lo que su preparadora física programe de acuerdo a lo que se le viene en la semana.
Por estos días está en Argentina, en Mar del Plata compitiendo y entrenando con quienes ha entablado una relación de amistad, otros deportistas de la vela. A la hora de entrenar se focaliza en el momento “no pienso en el resultado ni en los demás deportistas ni en el resultado o la competencia, pienso en el barco y en cómo quiero hacer mi regata”, continúa.
Intenta navegar al máximo, pese a que en sus primeras etapas podía resultarle complicado con la ayuda, el empuje y la presión de su padre Ricardo Seguel Bunster y su madre Nicole Lacarama Tacchi, se fue incentivando hasta que sólo se necesitó a él mismo para descubrir que esto era en lo que quería seguir. No tenía tantos ánimos para asistir a los entrenamientos, era un niño, con amigos a los que no les interesaba lo mismo, pero finalmente “los fui metiendo yo, nos encontrábamos en el club con ese ambiente náutico hasta hoy”.
Entre el desarrollo de su carrera el deporte se profesionalizó a paso lento. “Cada vez hay chicos más fuertes en este deporte, en Chile ha ido creciendo bastante, empezamos dos con siete años, yo y Pedro Vera, hoy 10 años después hay 60 niños entrenando. Esto es un crecimiento gigante, en este deporte hay cada vez más niños queriendo navegar y subirse a los botes, entrenando todos los días mucho más duros llegando a capacidades superiores”.
“Estamos lejos del nivel de las superpotencias. El Comité Olímpico está implementando mejoras, intentando incorporar a nuevos profesionales del deporte, intentando apoyar con plata a los deportistas”.
Seguel piensa que cada vez están subiendo en los medalleros. “Falta profesionalizar el deporte: sí. El proceso es lento porque el cambio es bastante grande la creación de diferentes establecimientos, involucrar a las personas al deporte, pero en sí Chile ha vivido un cambio muy grande y yo he sido parte de eso. En estos días he podido ver que el apoyo es más fuerte, la motivación por parte del Comité y de las federaciones es mayor y creo que pronto se verá reflejada con una medalla olímpica en los futuros juegos”.
Hoy, con 18 años, se encuentra en proceso de aprendizaje. Con ansías de crecer, cometer errores, aún es joven. El peack de este tipo de deportistas es entre los 26 y 28 años, está avanzado para su edad, pero quiere “ir sacando lo bueno y lo malo para no cometer errores en el futuro”.
Está consciente que este deporte es muy poco conocido, que la gente en Chile sabe muy poco y no se le da la suficiente importancia al respecto. También, por el acceso que existe para encontrar un barco en el que entrenar.
“En Algarrobo hay dos clubes (Club de Yates, Cofradía Náutica del Pacífico) que brindan clases a los que quieran. Sólo hay que llegar a las puertas y decir que se quieren inscribir, se negocia, se entra y se prueba. Si les gusta pueden seguir, les otorgan barcos y los pueden becar”.
Compara este deporte con el fútbol y encuentra visibles diferencias en cuanto a clases sociales. “Es difícil. Para jugar fútbol hay que tener una pelota, acá hay que tener un barco y los barcos son caros. La mayoría de la gente que navega en Chile es adinerada. Yo de suerte me gané una beca en mi club y pude surgir de ahí”.
Clemente dejó de lado la idea de estudiar en una carrera tradicional en la universidad. Se dedica tiempo completo a esto. ¿Cómo viven los deportistas que quieren dedicar su vida a esto? “Los deportistas viven de sus auspiciadores”, pero él no cuenta con ninguno que le otorgue financiamiento económico. “Vivimos de los auspiciadores o de apoyo de la Federación Chilena de Navegación a Vela y el Comité Olímpico que ayudan a sobrevivir económicamente”, estas últimas sí lo ayudan con dinero. Winmade, lo ayuda con artículos de vela y Black Sails le ofrece servicios náuticos.
Pese a esto sigue motivado, espera seguir ganando. El año pasado fue puntero en el Mundial Adulto de Veleros Sunfish en Nueva Jersey en contra de 54 otros competidores de 10 países diferentes, él con 17 años. Otro título que consiguió fue uno consecutivo. Por dos años seguidos ganó el Campeonato Nacional de Laser Radial, en Frutillar, en la región de Los Ríos.
En Mar del Plata, esta semana, anotó tres Top10. Un 7mo, 9nevo y 2do lugar, logrando ser el mejor extranjero de su grupo en la zona Medal Race (o regata por las medallas). Subió del 8vo al 7mo en la categoría Laser Standar de la 53° Semana Internacional de Yachting en la ciudad argentina, compitiendo con especialistas del velo de clase olímpica. Este es sólo el comienzo de la temporada.
Aquí te dejamos una selección de diferentes géneros musicales que escogió Clemente Seguel para que te motives todas las mañanas con el mismo ritmo que él.
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