La escritora Lina Meruane, escribió un ensayo que es un balazo a la industria filial: “Aunque una mujer no quiera tener hijos, una siempre los lleva en la cabeza, porque está siempre la pregunta”, reflexiona.
En el marco del lanzamiento del ensayo de la autora chilena, titulado “Contra Los Hijos” (Tumbona Ediciones, 2015), Meruane quiere evidenciar la continua presión que sufren las mujeres cuando tienen, deciden no tener, o crían a un hijo. De acuerdo a la propia editorial del texto, “Por fin una escritora reivindica el derecho a no abastecer la industria filial y advierte sobre la emboscada conservadora que acecha en las presiones sociales dedicadas a lubricar la máquina de la procreación”.
En la actualidad, Lina es catedrática de la Universidad de Nueva York, casa de estudios donde enseña literatura y culturas Latinoamericanas. Asimismo, la autora puso en marcha el sello Brutas Editoras, que publica autores y colecciones entre Santiago y Manhattan. En el contexto de “Contra los hijos”, Meruane es clara en identificar un fenómeno del que poco se habla, y es la forma en que las mujeres asumen el cuidado de éstos. En entrevista con la revista Paula, Meruane desgranó su ensayo y reflexiona sobre la maternidad.
Cuando las amigas de Lina comenzaron a casarse y a tener descendendencia, “veía que se portaban diferente a como se había comportado mi mamá y que los hijos de ellas tampoco eran como nosotros cuando niños. Me pareció que había habido una transformación de una generación a otra, y que ahora las madres tenían una carga mayor. Eso me hizo preguntarme ¿qué está pasando acá con la maternidad?“, explica.
Pese a la negativa de Meruane de tener hijos, el ensayo no es una crítica lapidaria hacia las mujeres que deciden ser madres. Es, más bien, la forma en que estas responden ante la enorme presión social que sufren. De esta manera, la escritora logró determinar dos arquetipos respecto de los espacios “ideales” que las mujeres deberían adoptar al momento de convertirse en madres. “El discurso siempre culpa a las madres y esa no era mi intención. Sin embargo, observé que ellas responden sin resistencia ante la presión social y de diferentes maneras. Una es la que asume este rol de la madre total en la casa; esa que bajó el moño y renunció a sus aspiraciones aceptando procrear sin pedir nada a cambio, ni a la pareja ni al Estado. Otra es la supermadre: la mejor trabajadora, la mejor esposa, la mejor amante, la mejor madre. Son dos ideales problemáticos. Ambos privatizan la maternidad. Una renuncia a todo para ser la gran madre y la otra no renuncia a nada”.
Además de estos tipos de madre, Lina enfatiza en la absoluta contradicción existente en el estado chileno que, por un lado, impulsa y promueve la procreación; al mismo tiempo, no se hace cargo de las necesidades de las madres. “Hay un discurso social, es decir político, que alienta la maternidad pero hay poco apoyo a las madres: ellas tienen poca colaboración del Estado en materia legal. En otros países, hay muchas instancias de apoyo del Estado: desde el subsidio de la niñera o la sala cuna hasta leyes que aseguran que la responsabilidad parental pueda ser compartida por ambos progenitores sin discriminación de género. Las madres y los padres están bastante abandonados por el Estado. Y protestan poco porque, ¿en qué momento podrían hacerlo? y ¿con qué ayuda contarían? Cada vez que una mujer se queja la censura social es intensa”.
Finalmente, al ser consultada por su caso personal, la autora y periodista es clara en su decisión de no tener hijos. Pese a ello, “aunque una mujer no quiera tener hijos, una siempre los lleva en la cabeza. Porque está siempre la pregunta, el asombro, a veces la crítica despiadada de los demás por no tenerlos. La ausencia de los hijos se percibe como una anomalía y eso perturba”. Puedes leer el resto de la entrevista a Lina Meruane aquí. Su ensayo, “Contra los hijos”, será lanzado este 18 de enero en Espacio Casa Verde.