Conversamos con el actor y ahora modelo sobre belleza, internet, introspección, yoga, crossfit, y el alma.
Su mirada es familiar, después de todo, venimos viendo su cara hace muchos años en televisión pero nunca hemos tenido certeza sobre su esencia. Íñigo Urrutia, actor y ahora modelo, nos contó sobre su introvertido estilo de vida y las razones que lo llevaron a que así fuera.
¿Cuál es tu relación actual con el concepto de belleza?
Creo que han cambiado bastante, pero para mi siempre se han relacionado con la particularidad de las personas y las cosas. Me gusta apreciar cosas distintas como la belleza que no cae en un canon. Siento que estos hoy van más con la creación de celebrities y medios que hacen de esa personalidad un “canon de belleza”. No hay que ser guapo o guapa para estar ahí, tiene que ver más con la personalidad de esa persona.
Me gusta apreciar cosas distintas como la belleza que no cae en un canon.
¿Sientes que pasa lo mismo en la televisión?
Las teleseries en general si responden al canon de belleza tradicional, no necesitas ser muy buen actor pero si tienes que funcionar en cámara y tener encanto. Pero creo que esto también es solo al principio y después queda en el tiempo y en el carisma que vayas produciendo en la gente, en el rating y en tu trabajo. Como actor también uno debe vender su imagen y estar preparado para asumir diferentes desafíos, pero también a veces entran la particularidades de cada personaje, como por ejemplo el del gordito que funciona perfecto. Los medios tienen una obsesión con la belleza perfecta en general, se prioriza la belleza tradicional: los músculos, las pechugas.
Como actor también uno debe vender su imagen y estar preparado para asumir diferentes desafíos, pero también a veces entran la particularidades de cada personaje, como por ejemplo el del gordito que funciona perfecto. Los medios tienen una obsesión con la belleza perfecta en general, se prioriza la belleza tradicional: los músculos, las pechugas.
¿Cómo describirías tu lado espiritual?
Soy un eterno buscador. Soy muy desequilibrado emocionalmente entonces estoy en una búsqueda constante porque me pierdo y me paso de extremo a extremo. Es un tema que nunca termina para mi, porque tuve muchos conflictos con eso mismo. Amo mucho lo que hago: el teatro, la tele, los amigos y la fiesta, pero con el tiempo también me he transformado en una persona muy poco tolerante de las personas. Me cuesta mucho estar con gente en contextos sociales y antes me producía mucha angustia porque trabajo en eso. Con el paso del tiempo he podido encontrar los espacios para desenvolverme y pasarlo bien sintiéndome tranquilo sin presiones en las cosas que hago.
¿Qué cosas estimulan tu alma?
La naturaleza, la soledad, la música, el silencio.
Necesito mucho de la naturaleza y también disfruto mucho estar solo. Mi trabajo es con gente y me encanta la hora de volver a mi casa, lo disfruto mucho más que una fiesta. Con el tiempo me di cuenta que cada vez uno tiene menos amigos con los que realmente uno quiere estar, los de verdad.
¿Cuándo maduraste?
Me siento bien cabro chico en hartas cosas. Creo que maduré en el minuto que me empecé a hacer cargo de las cosas que hacía: de los errores, las opciones que elegí y las decisiones que tomé. Eso es fundamental para sentirme maduro, sin perder el niño que uno tiene adentro.
¿Cuáles son tus rituales de vida más indispensables?
Dormir y el deporte. Llevo tres años dándole duro a crossfit donde encontré un grupo bacán, que te da motivación y me gusta harto la verdad. También hago yoga hace años, lo que ayuda a conectarme conmigo mismo, mis amigos y familia, porque a veces me alejo y necesito forzar esos vínculos porque el que yo sea tan desapegado le duele a la gente que me rodea.
¿Te gusta Chile?
Si me encanta. Me gusta el humor chileno y reirme de cosas que uno reconoce. Los paisajes de Chile son maravillosos y variados, y Santiago es una ciudad bonita. Me gusta como es la gente en el sur, en el norte. Son personalidades diferentes pero como me toca trabajar con la gente y lo que hago es para ellos, es súper bonito conocerlos.
¿Qué le cambiarias?
Cambiaría a los fachos, ciertas mentalidades retrogradas con falta de conciencia, las desigualdades que hay y las últimas elecciones.
¿Incursionarias en la música?
Me encantaría pero soy temeroso. Amo cantar pero me cago de susto. He hecho muchos montajes donde tengo que cantar pero es un espacio donde no me siento seguro.
Me gusta la gente que tiene todas las cualidades espontáneas que yo no tengo y a las que aspiro.
¿Qué persona te tiene fascinado?
Mi hermana me fascina, tiene mucha energía y un humor único, ademas convoca y junta a la gente. Siempre es muy positiva, me gusta la gente que tiene todas las cualidades espontáneas que yo no tengo y a las que aspiro. Tiene una generosidad gigante, siempre da la mano al otro, y la verdad que si hay un defecto que yo siento en mi es el egoísmo. Lo noto y trabajo en eso, pero no es algo que me nazca espontáneamente. Eso es algo que me conmueve mucho y me dan ganas de ser así y aspiro a eso, pero es un trabajo. Me gusta la simpleza en las cosas.
¿Cómo funcionan tú e internet?
Le tengo respeto. Con las redes sociales me pasaba que me quedaba pegado, entonces los dejé. Solo me quedé con Whatsapp e Instagram por el cuento de las fotos. Hay muchas otras aplicaciones que no entiendo y estoy súper desactualizado, pero el hecho de sentirme dependiente me desespera y me genera conflicto con internet y la información. Es una herramienta maravillosa de información si sabes ocuparla, pero también estoy feliz de haber sido un niño sin internet. Debe ser difícil tener hijos con este mundo de información. Todos los juegos que a mi me encantaban de niño y que forjaron mi infancia hoy día ya casi ni existen.
Si tuvieras hijos ¿Cuál sería el mensaje para ellos?
En primer lugar, no tendría hijos para nada. Si tuviera, la herencia mas grande que le podría dejar a un niño es la auto confianza y que sepa de quién es él mismo. La meditación, conectarse consigo mismo, saber quienes son y que así lo puedan ir descubriendo. Ese sería el legado: darle las herramientas y confianza en si mismo.
fotografía: Connie Fernández / stylist: Alina Castro / makeup: Vanesa Perez
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