Por Sofía
Dejemos de lado los prejuicios de blogs de minas y cosas por el estilo, porque este es un tema que nos atañe a todos y cuando me refiero a todos, de verdad que es así. ¿De qué estamos hablando? Del tamaño, porque sí: el tamaño importa.
Cada uno de nosotros hemos escuchado que los extremos son malos. Algunas veces pescamos y otras no, pero en este caso la regla se aplica al 100%.
El tema en cuestión no son los mini little, sino las anacondas. Ese extremo que te hará querer juntar las rodillas por miedo, ya que él podrá decir “Mira lo que te traigo, mamita”, cuando tú estarás pensando “Santo sea el cielo, perderé mi virginidad de nuevo”. Y con tener una primera vez basta, créanme.
Lindo de ver, cierto, pero en la práctica no es para todas. Este plátano que pareciera haber crecido con esteroides es de alto impacto ya que con el roce te secas más rápido y duele. Oh, como duele.
No niego que a muchas mujeres les encante y eso es maravilloso, pero en su mayoría es complejo.Y, por comentarios de experiencia propia, a él también le duele entrar en una cavidad tan estrecha para su miembro, que no digamos que es de hierro.
Los penes gigantescos no son bien recibidos por las vaginas pequeñas o promedio en un general rotundo – no digo que si lo disfrutas significa que eres la más ancha de la Tierra -, pero mirémoslo de la siguiente manera;
Te rompes (rajas), puede que sangres – mayormente cuando vas al baño – y la irritación posterior es algo que puede durar incluso días. Digamos que tienes una relación con un tipo mega dotado y, como mínimo, tienes relaciones tres veces a la semana, ¿sabes cuánto tiempo demoras en “sanar” hasta volver a hacerlo?
Además están las posiciones, porque si te gusta estar arriba, olvídalo. Sentirás que te llega hasta el cuello y si a veces lo hacen en cuatro, prepárate para sentir como si fueras a vomitar.
Lo anterior es si tienes suerte, dado que todo depende del empeño y movimiento, porque muchos creen que por tener el buen paquete, tienen la pega completa. No, señor, esto es sexo. Y el sexo se puede hacer bien de muchas formas, pero el creer que con el calzoncillo relleno se está listo, es pensar que con embestir a una mujer es suficiente porque, de nuevo, “¿Quién más tiene esto para ti, hermosura?”.
Si es tu caso o el de tu pareja, el amor es más fuerte – no sé si tan fuerte en comparación, pero lo es -, así que hay que buscar soluciones; conversarlo, porque hay que estar consciente de esto, lubricantes y leerse el kamasutra para entender qué puedes hacer sin sentir que te penetran hasta el cerebro, a menos que eso te guste.
Pero por el momento una aclaración; a todos los hombres que se sientan amargados por tener un tamaño normal-regular y aspiran a más, no se preocupen. Son ideales y felicitaciones por eso.