Después de la primera semana que estuve en Crossfit hubo un grado de hiperventilación no menor, y no era para menos, si hasta ahora llevaba años metido en el gimnasio y saliendo a correr, y básicamente ambas actividades me parecían aburridísimas a esta altura del partido, sobre todo comparados con este “nuevo proyecto“.
Cuatro semanas después puedo hablar con la cabeza un poco más fría, porque ya pasó el periodo de la choreza del momento, y viene la etapa en la que defines y te das cuenta si es que tienes la materia prima para complementar el resto de tu vida con esto, y en mi caso la respuesta es un SI definitivo.
La razón es sencilla y depende de dos aspectos: sicológico y comunidad.
Are we weirdos?
La gente suele decir que la materia prima para dedicarte a un deporte tan exigente como este, es tener una músculos de acero o una preparación física previa, pero en realidad la única fuerza que necesitas es la que está en tu cabeza, la que te dice “shit, esta barra no me va a ganar”, “vamos por otra repetición”, “tengo que terminar a tiempo” o “muñeca izquierda te odio, pero hoy día hazme caso”.
Por suerte mía, desde que tengo 12 años tengo seteado en mi cabeza que “hoy debo ser mejor que el que se fue a dormir el día de ayer” y por eso el esfuerzo inicial no me costó una brutalidad.
(De hecho por eso el comercial de Reebok casi me saca lágrimas)
¿Por qué decir que la fuerza está en tu cabeza? Porque en Crossfit todos los días, seas un principiante, o un atleta de elite, debes dar tu 120%, y el único modo para lograrlo es que te lo propongas. Así de simple.
Pero oye, es que tengo sobrepes….NO!. Está en tu cabeza
Yo nunca he movido…NO! Todo está en tu cabeza
En serio, el ejercicio es ese, y creo que si te pones entre ceja y ceja tener un cambio en tu vida a nivel deportivo, Crossfit es lo mejor que puedes hacer por ti mismo.
El poder de la comunidad
Junta en un espacio a 5, 10, 15 personas que tienen el mismo objetivo en mente, y cosas grandiosas pueden pasar.
Algo de lo que no suele hablarse mucho de Crossfit es de la importancia de la comunidad que se forma en el box donde entrenes y de la dinámica que sus integrantes son capaces de desarrollar y esto se aplica desde niveles macro, como un evento de recaudación de fondos, hasta cosas minúsculas como un compañero que te da aliento justo cuando piensas que no puedes hacer una sola repetición más.
Por ejemplo el día de ayer, creo tuvimos el WOD más duro que me ha tocado hasta ahora, en la que básicamente todos los movimientos eran de a dos, entre esos, carreras de 400m con tu compañero a cuestas, algo que en verdad no hubiese logrado si mi partner no hubiese estado más motivado que yo en ese preciso instante.
Esa dinámica claramente no se construye de un día a otro, y creo que en parte es un elemento definitorio al momento de decirle SI o NO a Crossfit. En mi caso, tal como mencioné en el post anterior, creo que me encontré con una verdadera comunidad, en la que a pesar de todo lo antisocial que soy, encajo perfectamente, pues la buena onda y camaradería se respira en todo momento.
Como todo eso por delante, podría concluir que a menos que mañana cayera meteorito y desapareciéramos todos, yo de aquí no me muevo. Esto es definitivo.
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