Para la gran mayoría de nosotros, llegar a nuestro hogar es llegar a un lugar de descanso y tranquilidad. Pero para el fotógrafo israelí Rubi Lebovitch no es así. A través de su serie “Home Sweet Home” ha transformado lo que a muchos nos parece un lugar de seguridad y relajo en un micromundo de irracionalidad.
Rubi Lebovitch nos abre las puertas a un mundo donde la lógica no existe. Donde las compulsiones que muchas veces escondemos o aquellos sueños Freudianos que tenemos, se hacen reales y visuales. Home Sweet Home es todo, menos un hogar dulce hogar.
Si tuviéramos que buscar algún referente para estas expresiones, quizás lo más cercano sería el Teatro del Absurdo; Imágenes sin historia, personajes misteriosos y la relación que plantean los objetos con su alrededor no tiene sentido. Si nos viéramos forzados a encontrar un foco o personaje en las fotografías, serían los objetos. Objetos que se muestran con poder, pero a la vez están en soledad y vacío.
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