En una misiva que envió al exponente del surrealismo, André Breton, el pintor español contaba que entre sus proyectos más urgentes estaba fundar una religión masoquista y sádica, donde el sufrimiento de unos podría garantizar la felicidad de otros. Después de eso, Dalí fue expulsado del movimiento.

A lo largo de la historia, Salvador Dalí ha sido reconocido por sus llamativas obras surrealistas, muchas de ellas con elementos oníricos e incluso religiosos.

En esta ocasión el pintor también ha sorprendido, pero por otras causas.

En una carta inédita que acaba de ser publicada en el diario El País, se observa cómo Dalí le relataba a André Breton sus intenciones de inventar una nueva religión profundamente cruel e inhumana.

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La misiva habría sido escrita en 1935, 15 años antes de que Dalí se declarara místico. Ahora, el documento permanece archivado en la Biblioteca Nacional de Catalunya.

“Tengo entre mis proyectos urgentes el de investigar una religión esencialmente anticristiana y materialista, basada en el progreso de las ciencias, que sería a la vez, sádica, masoquista y onírica”, dice la carta escrita por el pintor español. 

Luego, Dalí afirma que esta religión no busca la felicidad de todas las personas, ya que el sufrimiento de algunos garantizará la felicidad de otros.

“El dominio o la sumisión a la esclavitud de todas las razas de color, algo tal vez posible si todos los blancos se unieran fanáticamente, podría provocar inmensas posibilidades de ilusiones inmediatas a los hombres blancos”, plantea en el manuscrito.

Foto: Télam/ef.

“Al margen de todo sentimiento de piedad y que yo pueda tener una opinión peyorativa de los linchamientos y de las piras más crueles, reconozco que siento un placer real e incluso una excitación sexual considerable en la lectura de tales cosas y no pienso censurar a las multitudes que queman vivos a los negros y los linchan”, añadió.

Para Dalí, este manuscrito significó cavar su propia tumba dentro del colectivo surrealista. Apenas llegó a las manos de Breton, decidió expulsar a Dalí del movimiento, en vista de las polémicas ideas que estaba planteando el artista español.