De abducciones, literatura boliviana y Liliana Colanzi

A Liliana Colanzi la conocí el año pasado en el lanzamiento de Los Muertos de Álvaro Bisama. Carla, la mujer de Álvaro, nos presentó, y ese mismo día, nos regaló un anillo con un gran diamante azul con forma de corazón. “Ustedes son parecidas, creen en las mismas cosas”, nos dijo ella. Casi un año después de eso, tuve la suerte de leerla. Estaba en el destino, teníamos que compartir un anillo con un diamante azul. Creemos en las mismas cosas. Carla tenía razón.

La Ola (Editorial Montacerdos) es un libro de cuentos; 7 para ser exactos. Y desde el principio, la prosa de Colanzi te abduce en su forma de enfrentar cada historia. Realmente estás ahí, con ella; observando y captando lo que sus protagonistas sienten. La autora se mueve segura. Sabe donde va. Rompe los equemas y se conecta, como medium, con una voz profunda, que le dicta secretos proféticos que aquí nos son revelados.

Como cajas chinas, la autora maneja varias historias paralelas, que se despligan como mandalas; siempre en control, siempre dirigidas hacia epifanías, meticulasamente trabajadas, que presiento, son la fuerza de sus cuentos.

Porque si hay algo que decir de La Ola, es que es un texto que se construye a través de fuerzas subterráneas, que la autora saca a colación. Y que dirige como reflexiones o como imágenes o como una “buena o mala energía”, que creo, alcanza un tono profundo. Una literatura que se conecta con voces del más allá y del más acá. Personajes y momentos llenos de simbología.

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El imaginario de La Ola, además, está plagado de rarezas; de particularidades; de luces extraterrestres, contacto con otros mundos, espíritus y presencias que, con voz propia, transitan por el texto desde  chamanismo, las tradiciones indígenas, los viajes y más viajes, extranjería y extranjerismo.

Además, todo esto está plagado del factor humor que creo, es el quinto elemento de este libro. Pienso que La Ola es altamente recomendable. Y hay que seguirle la pista a esta chica que seguro, podría formar una secta, algún día, en alguna estrella cercana.

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