Oscuro, depresivo y peligroso, el clip de más de media hora es una exploración de la sexualidad femenina.
“No hay nada puro en la forma en que hacemos las cosas”, inicia el cortometraje musicalizado con el recién estrenado “Lady Wood”, segundo disco de la cantante sueca Tove Lo, quien saltó a la fama por ser dueña de algunas de las canciones pop más honesto de la década, como “Habits (Stay High)” y “Talking Body”.
Nativa de un país que nos ha regalado joyas del pop en diversas épocas (ABBA, Ace of Base, Robyn, Roxette y The Cardigans, por nombrar sólo algunos), Tove es la confirmación de que la frivolidad con que pintan a la música que más suena es un artificio. El cortometraje, que dura 31 minutos y fracción, se trata del “escape interminable y todas las subidas de adrenalina y el dolor que esos escapes conllevan”, en palabras de la artista, que se suma a lo que han hecho Florence Welch, Beyoncé o Drake con sus álbumes más recientes: adiós con los videos, hola a reunir todo el álbum en una mini película. En una época en que MTV ya no pasa música y hemos hecho de las maratones de series un panorama obligado de fin de semana, hacer realizacions audiovisuales de un álbum musical parece el salto evolutivo lógico.
El disco lleva por título Lady Wood, cuyo concepto se refiere al clímax orgásmico en las mujeres, quienes carecen de espacios (y de nombres) para expresarse libremente y vivir su sexualidad a tope. “Me di cuenta de que siempre busco la adrenalina en mi vida: ya sea enamorándome, en el escenario o drogándome”, confesó a Entertainment Weekly, “el álbum representa cada etapa de ese golpe adrenalínico”.
Tal como explica la artista, el cortometraje es una reflexión de esos pasos, de los excesos de salir todas las noches, el dolor y la casi adoración a ese estilo de vida autodestructivo. “A la gente le da miedo quedarse sola; a mí no. Me gusta, me gusta. No dependo de nadie, vivo mi vida al máximo. No hay nada puro en la forma en que hacemos las cosas, nunca lo ha habido. Somos humanos, somos sucios. Gracias a dios tengo formas de adormecer el dolor”.
Sin el ánimo de spoilear, sí te advertimos que el video incluye una sesión masturbatoria al ritmo de una canción que no aparece en el álbum. Imperdible de principio a fin.
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