Fuimos a conocer el pequeño local de Mohammad y Tamina, una pareja de inmigrantes de la India que nos contó su historia mientras bajoneabamos exquisitos shawarmas, samosas y gulab jalum.
Delicias de la India se llama una pequeña picada de comida india en el centro de Providencia. Queda cerca del metro Manuel Montt, en la esquina de General Del Canto y Avenida Providencia. No es mucho mas grande que un closet pero la comida que sale de su cocina restringida es todo lo que quieres en un almuerzo: rico, barato y contundente.
El emprendimiento es de Mohammad Amadul y Tamina, una pareja de Bangladesh. Llevan dos años en Chile y diez meses con el negocio. Son de la ciudad de Dhaka y llegaron a Chile solos, sin conocer a nadie. Venían con el sueño y las ganas de abrir un local para poder vivir bien. Eligieron a Chile porque habían escuchado que era un país seguro y en un buen lugar para emprender. Antes, Mohammad trabajaba en una fabrica Londres pero le costó adaptarse y su situación migratoria era inestable. En Chile, cuenta, se ha sentido bien recibido.
Dice que les ha ido muy bien desde la apertura de “Delicias de la India” pero asegura que esto es solo el comienzo. Lo que les restringe es el espacio. Por eso está ahorrando para local mas grande donde pueda servir platos de curry e instalar un horno tandur para hacer naan y carnes a la brasas.
Declias de la India ocupa un lugar muy especial en mi corazon. Su falafel es mi favorito de Santiago. A mi me ha costado encontrar un falafel que me guste. En general encuentro que existe una confusión entre falafel y pasta de garbanzos. La gracia del falafel es la textura de su exterior, frita y crujiente, y a dentro el sabor de varias especias orientales. En Delicias de la India, el falafel es autentico, del bueno.
Además el local tiene una carta muy amplia. Existen opciones para omnivoros también, como el shawarma con pollo o con vacuno. Tienen samosas acompañadas con salsa de menta que compiten por ser lo mejor de la casa. Venden otras frituras como empanadas y rollitos, todos con sabores de la India y en versiones vegetarianas o con pollo. Los salados son sola la mitad de la carta, la otra es una gran variedad de postres tradicionales. Mi preferido es el Gulab Jamun. Son bolitas de almidon de maiz con una salsa dulce. Para beber, ofrecen jugos y lahsi, un yogurt tradicional de la India batido con fruta, en este caso mango.
Creo que ya está dicho, es un tremendo recomendado para almorzar. Te puedes ir satisfecho por menos de 5 mil pesos. Además vas a estar siendo algo así como un accionista de la construcción del restorán de Mohammad y Tamina.
Fotos por Gianfranco Gatti.