Una de las alfombras rojas es la de la MET Gala, donde se celebra la moda y la capacidad de las grandes estrellas para inspirarse en un tema en particular.
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Este año el tema era “Rei Kawakubo/Comme des Garcons: Art of the In-Between”, pero lamentablemente a más de la mitad de los invitados les importó un carajo y fueron vestidos con el motivo de verse guapos.
Es sólo la segunda vez que en este evento se destaca a un diseñador vivo, el primero fue Yves Saint Laurent. Según Andrew Bolton, el curador del Costume Institute a cargo de la gala, “Rei Kawakubo es una de los diseñadoras más importantes e influyentes de los últimos cuarenta años. Nos invita a re pensar la moda como un lugar de creación constante, recreación e hibridación.”
La exhibición contó con 120 combinaciones de ropa de mujer diseñadas por ella desde la fundación de su primera colección en 1981 hasta sus shows más recientes. Cada pieza se instaló en un orden de temas contrastantes: este/oeste, hombre/mujer, pasado/presente, lo que toca la fascinación de Kawakubo por lo que está en la mitad (in-betweenness).
La que mejor representó el tema propuesto fue Rihanna, para muchos la reina indiscutida de la MET Gala año a año, quien fue vestida por Comme de Garcons con un diseño que si bien te recuerdan a las colchas de la abuela, no se vio para nada ridículo en la percha. Sin duda una muy buena manera de destacar la construcción de la moda como arte.
Si tenemos que elegir a una hermana Hadid ganadora, esa es Gigi. Bella llegó en un enterito negro que destacaba su figura, pero que solo tenía como fin mostrar su body y no hacer una propuesta entretenida como otras celebridades.
A diferencia de su hermana, Gigi se lleva el crédito de su diseño que hizo en conjunto con Tommy Hilfiger.
Una de las invitadas más destacadas fue Kendall Jenner con el vestido transparente de La Perla, y al igual que su amiga Bella decidió no dejar nada para la imaginación con un diseño completamente transparente y lleno de cristales.
Las galas pueden no ser solo vestidos, y eso comprobó Cara Delevingne, con un traje increíble que combinaba con su nuevo corte de pelo. Todo su look se centró en los colores plateados y metálicos, haciendo una propuesta jugada combinando la alta moda y el futurismo. Quizás habría sido mejor para la MET Gala del año pasado, pero no podemos no celebrarle el outfit.
Madonna se presentó en la gala usando un vestido que el único lugar donde sería utilizado es en una pista de obstáculos militar, donde probablemente se arruinaría = objetivo logrado. La cantante generalmente busca enviar algún mensaje con sus looks, pero todavía no entendemos muy bien lo que quiere comunicar esta vez, ni siquiera Sarah Paulson la entendió.
Hubo outfits planos y el de Gisele Bundchen, donde mostró su famoso cuerpo recibiendo atención y mérito por básicamente todo. Si alguien podría haber logrado un impacto durante la gala, sin duda era ella, lo que hace que su look sea más aburrido aún.
A falta de Queen B, llegó su hermana Solange, pero no pudo llegar ni a los talones de los diseños que Beyonce ha lucido en este evento.
El premio al mérito se lo lleva Katy Perry, que trató de impactar con un look a lo Lady Gaga, pero con muchas más dificultades ya que mientras caminaba por la alfombra roja se veía complicada y enredada. Como co-animadora del evento tomó el riesgo y Margiela la vistió, pero no ganó nada más que un like por el esfuerzo.