En su quinto álbum de estudio, Alex Anwandter propone un sonido más arriesgado, inspirado en la energía que se vive en sus shows en directo.
A diferencia de sus entregas anteriores –«El diablo en el cuerpo», «Latinoamericana», «Amiga» y «Rebeldes»– entre los que hay años de diferencia, para «Dime Precioso» no quiso retener su música por mucho tiempo y estaba decidido a lanzarlo sin darle tantas vueltas a sus canciones.
El título del álbum proviene de una mirada introspectiva a su carrera como artista y de los efectos que pueden tener los dichos de terceros sobre sí mismo. Le remite a las ganas de “que te digan que lo que haces es bueno, que eres lindo y eres precioso, es un poco rendirse a ese deseo que uno no verbaliza”.
En canciones como “París, tal vez?”, “Gaucho” y “Tu nueva obsesión”, Anwandter se adentra en terrenos que conoce a la perfección: el house y la música dance. “Lo tengo medio en la sangre porque es lo que crecí bailando, en Chile se escuchaba mucho eso en las fiestas que yo iba”, dijo en una reciente entrevista a Los Angeles Times.
Un video ya lanzado como single es “Gaucho” en el que, además de protagonistas en traje de gaucho con todo y boleadoras, aparece Mickey Mouse en una de sus primeras versiones. “Es una canción bien dramática, pero en realidad se trata sobre estar un poco horny”, dijo. “Yo voy mucho a Argentina, me gusta mucho allá y esa canción la escribí allá”.
Mickey Mouse entró al dominio público este año y esto lo ha liberado para su uso alternativo por parte de artistas que no son de Disney. Anwandter y Josefina Alen codirigieron el video y al buscar material de archivo de gauchos descubrieron un cortometraje de Mickey titulado “The Gallopin’ Gaucho” de 1928, uno de los primeros que se hicieron con el personaje.
“Nos pareció gracioso subvertir la idea como tan familiar de Disney y ponerla en esta cosa como dance-gay de gauchos de Latinoamérica”, dijo Anwandter. “Como medio onírico”.
«Dime Precioso» es una pieza que corre a Alex de su zona de confort y nos muestra un lado más oscuro del artista. Casi como si fuera un lado B de su anterior disco. Uno era la causa y el otro la consecuencia.