Estrenado durante el convulso octubre del presente año y entre una avalancha incalculable de material audiovisual y escrito sobre la revuelta, la pandemia, el plebiscito y básicamente el mundo viniéndose abajo, el documental “Más allá de las rimas: Hip Hop y estallido social en Chile” pasó injustamente piola.

Era una apuesta bien arriesgada la fecha de publicación, y lo cierto es que tampoco fue lanzado con demasiado bombo y platillo. El estilo del medio La Celda de Bob es así también, quitado de bulla, reflexivo. Ajeno a las luces.

Me tocó ver el documental el día 25 de octubre, después de ir a votar. Y no miento cuando te digo que quedé genuinamente agradecido de que alguien se hubiera dado un trabajo así de fino de documentar, valga la redundancia, las reflexiones de artistas que llevan años en muchos casos vaticinando, palpitando, leyendo y contando el estallido que estaba por venir.

Se trata del género musical que sin duda más conoce y retrata a la calle, la violencia de la urbe, la injusticia y la precariedad en que vive la mayoría. Sin duda son voces más que autorizadas y legítimas para hablar al respecto en un estilo cotidiano y cercano. Básicamente es gente que no necesita sobre-teorizar porque sabe perfectamente de lo que habla.

Conversamos con Darío Gutiérrez, periodista y editor de La Celda de Bob

“Para La Celdad de Bob durante la última década he entrevistado a la mayoría de los artistas que participaron en este documental, varias de esas carreras las he seguido desde el principio, sin embargo, creo que éste es el tipo de conversaciones que siempre quise tener y aportar desde mi posición como periodista dentro del género.

Es una satisfacción descubrir que como cultura llegamos a este punto en que somos más personas que personajes”, cuenta Darío.

 

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“Algo está pasando” de @dekiruzaoficial en 1988, “Guerra en las calles” de Panteras Negras en 1993, “En paro” de Makiza en 1999 o “El otro Chile” de @portavoz.oficial en 2012, son sólo algunos de los tantos icónicos ejemplos de cómo la cultura Hip Hop, desde sus orígenes en Chile, ha sabido interpretar y representar de forma espontánea y cercana el sentir popular en determinados periodos y contextos sociopolíticos de nuestra historia. Pero, más allá de las rimas y los discursos, ¿cuáles son las emociones, opiniones, cuestionamientos, miedos y esperanzas de las personas detrás del arte? Los días 6 y 7 de marzo del 2020 se realizó en @teatronovedades un concierto de Hip Hop a beneficio de la reconstrucción del @centroartealameda, mítico punto de encuentro para las artes y la cultura en Santiago, el cual funcionó como refugio y centro de primeros auxilios durante los primeros meses del estallido social hasta que fue incendiado por la represión policial en medio de las protestas de diciembre del 2019. Aprovechando que ahí se concentrarían algunas de las principales referencias del género nacional, nos acercamos a conversar con ellas sobre lo que no has pasado desde octubre del 2019 a los días previos del plebiscito por un cambio de Constitución, abordando desde las primeras hasta las más nuevas generaciones. Esto fue lo que resultó. Entrevistas por @gepatinho Cámara por @nclsfotografia Montaje y edición por @cine_mental_ Edición de sonido por @charlyhumos Agradecimientos a @pedro_foncea_musico, @fortunato_el_fontanero, @perezmuerez, @hordatoj, @negro_andi, @nfx.oficial, @florderap_oficial_, @liricistas, @ley20miloficial, @sativanderimaokulta, @djdacel, @aerstamemov, @pantytone, @jonassanche, @bufalodit, @infernadie, @rodrigomuzzio, @pupilanegraestudio, @elbanek, @nataliusbig, @roserfort y Centro Arte Alameda, @ungatz, @victormiced, @juanaperez1987, @frekuente, @fdren, y a todas las personas que, directamente o indirectamente, son parte de este registro.

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En el proceso de un docu, uno puede tener cierta idea de lo que busca pero el camino tiende a sorprender. ¿Qué fue lo más sorprendente de escuchar?

Me sorprendió lo rápido y sencillo que fue enganchar esa calidad de testimonios de cada participante. Evidentemente, desde el estallido tenemos más deseos de hablar, soltar todo lo que tenemos dentro.

No hay visiones o lecturas correctas sobre el proceso, simplemente emociones que han sido liberadas y agradezco esa confianza que tuvieron todas y todos desde el principio.

Cuéntanos sobre el proceso de grabación.

El registro fue espontáneo y bastante improvisado. No teníamos nada claro. Sólo sabíamos que, desde el estallido, era una de las pocas veces que se reunirían tantas referencias del género en un mismo lugar. Nuestra intención era cubrir la importancia del Centro Arte Alameda para la cultura Hip Hop en este evento que le devolvía la mano tras la destrucción que sufrió por el incendio y conforme sumábamos testimonios iba convirtiéndose en algo más y que mutó en este archivo que quisimos regalarle a nuestra sociedad, no es únicamente para el Hip Hop, pero nace desde ahí, como un reflejo social más.

Una semana después del concierto empezó la cuarentena y retomamos los registros semanas previas al plebiscito. Las emociones estaban intactas. Creemos que es algo que quedará para siempre y el estado mental que lo nutre tomará más valor con los años. Nosotros queremos que sea así, no sacar partido de haberlo hecho, no monetizar cómo se hizo con muchas canciones y video clips, ni robar pantalla en los créditos como veíamos que era el giro que estaban tomando muchas propuestas de la franja incluso.

Es muy bonito que el abanico de fuentes es totalmente transgeneracional

Eso era muy importante para nosotros, poder cubrir en parte a representantes de distintas generaciones de la música en Chile y entender que no hay distancia entre las primeras y las más nuevas. Por ejemplo, la diferencia de edades entre Pedro Foncea de Sativanderground o Nfx, son de 31 años, básicamente el ciclo que contiene a presión todas estas frustraciones e injusticias del Chile que decide despertar, pero la lucidez o sensatez del discurso, así como la carga emocional en cada uno, me parecen transversales.

Se habla siempre de la antigüedad del Hip Hop en Chile, pero más allá de la línea de tiempo, me parece que la cultura ya es una persona adulta y madura.

Aprovecha de nombrar a quienes hicieron posible este trabajo.

Bien, en primer lugar valoro el compromiso y calidad de la gente que se involucró en esta idea. Yo solo hice entrevistas, pero el ojo callejero de Nicolás González capturó toda esa esencia de esta conversación o suerte de Cabildo de cuneta. Además, Luis Alejandro Pérez, quien ha tenido un gran año con su película Piola, aceptó hacerse cargo a último momento y supo qué hacer con todo esto. La gente de Pupila Negra Estudio están muy comprometidos con este proceso social y fueron otro brazo importante. Si bien nació espontáneo y callejero, queríamos entregar algo con calidad, no restarle naturalidad a estas voces de la calle, pero tampoco hacerlo mal. Ese Chile de hacer las cosas mal lo estamos dejando atrás.


Quisimos conversar también con Luis Alejandro Pérez, que tuvo la labor de montar y editar todo el material, y envolverlo con imágenes de protestas y revuelta.

Cuéntanos sobre el proceso de montar y editar las entrevistas, debe haber sido harto trabajo.

“Al editar este material me emocioné mucho. Escuchar a Hordatoj hablar de su mamá, de como nos criamos solos porque nuestros viejos tenían que trabajar noche y día, Portavoz con toda humildad diciendo que no predijo nada. Foncea leyendo estos movimientos desde su inicio, Flor de Rap luminosa, la lucidez de los Liricistas. Matiah Chinaski hablando de Thanos, de villanos, no tiene desperdicio. Darío estuvo ahí para hacer las preguntas precisas y abrir los espacios”

¿Cuál crees que es el principal fuerte de este documental?

Siento que son respuestas muy sinceras, desde la guata. Certeras, agudas, algunas incluso contradictorias, pero creo que eso las hace más valiosas. Son gente pensando. Este documental demuestra que más allá de las rimas, el rap chileno tiene mucho que decir sobre Chile y su futuro”.