“Ya no tienes edad para esto” o “eres muy chico para entender”, son frases que escuchamos todas y todos a lo largo de nuestras vidas. La discriminación por edad ya tiene un nombre: edadismo. Y aunque no lo creas, esta influye directamente en la calidad de vida de las personas, sin importar si tienes 20 o 60 años.
Si eres un gen Z o un millennial es probable que hayas escuchado un montón de veces la frase “todavía eres muy joven” o “te falta experiencia”. La discriminación por edad no sólo afecta a los adultos mayores sino que también a los más jóvenes, sobre todo en el mercado laboral. Este problema se llama edadismo, y es definido por la Organización de Naciones Unidas como “los estereotipos (cómo pensamos), los prejuicios (cómo nos sentimos) y la discriminación (cómo actuamos) hacia las personas en función de su edad. Puede ser institucional, interpersonal o autoinfligido”.
Esto no es algo que haya inventado la mal denominada en internet como generación de cristal, sino que corresponde a una problemática que la Organización Mundial de la Salud reconoció en su Informe mundial sobre el edadismo, publicado en marzo de este año. En este texto, la OMS asegura que este tipo de discriminación es independiente de la edad, y que de hecho, parte en la infancia.
¿Quiénes están más expuestos a sufrir edadismo? En general, quienes tengan más contacto con personas de otras generaciones. No obstante, existen factores mucho más específicos si eres mayor o si eres más joven. Por ejemplo, en las personas de mayor edad el edadismo se presenta más en aquellos que viven en un país con una esperanza de vida más baja, que necesitan del cuidado de otros, y/o que tengan ciertas profesiones ligadas al uso de la tecnología. Para quienes viven su juventud, el mayor factor que influye en este tipo de discriminación es el ser mujer.
La segregación en relación a la edad no sólo está presente en la vida cotidiana de las personas, sino que también proviene de la institucionalidad: los medios de comunicación, en el mercado laboral e incluso en el sistema judicial.
Recopilamos historias calientes de tríos aquí 🔥
Según ejemplifica el informe de la OMS, cuando una persona joven comete un delito, genera una mayor indignación en la opinión pública, la que deriva en que sus infracciones sean consideradas mucho más graves. En el caso de los mayores, el edadismo puede afectar directamente su calidad de vida y aumentar su aislamiento social. ¿Es la edad entonces sólo un número?