Cuando Henrietta si sienta a retratar gente, su mente divaga hasta el espacio, se da mil vueltas y regresa para terminar lo que empezó. Así funciona, o al menos, así se ve.
Utilizando acuarela, gouache o técnicas mixtas, se vale para construir sus retratos, que en esencia expelen un sentimiento entre tristeza y romanticismo. Si experimentalmente la distorsión que realiza a sus retratos crees que es “todo”, te invitamos a poner atención a los ojos y miradas de sus retratados, pues todos ocultan algo tanto o más interesante que su delirio al pintar.
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