En 19 años, nadie tomó en cuenta una policía que investigó durante años la tesis que comprobó el Servicio Médico Legal en 2014 y que la misma Ministra Carola Rivas validó en un video del Poder Judicial.

Jorge Matute Johns desapareció el 20 de noviembre de 1999 y se transformó en uno de los casos policiales más recordados del Chile en democracia. La razón: lo demoroso que hace ha sido el proceso y el dolor que éste ha provocado en la familia Matute Johns, sin contar las idas y vueltas que se dio la PDI, Carabineros y el mismo Poder Judicial.

En la temporalidad del caso, el cuerpo de Jorge fue encontrado en 2004, cuando ya se habían investigado a los dueños de la discoteque “La Cucharacha” en Talcahuano, sus asistentes, sus amigos e incluso supuestos rivales. Sin encontrar culpables, el caso se cerró en 2009 y fue reabierto en 2014 por nuevos antecedentes, debido a que el Servicio Médico Legal entregó un informe en el cual demuestran que la muerte de “Coke” fue un homicidio con pentobarbital. Todo esto ha sido admitido por la Ministra Carola Rivas, quien lleva el caso de Jorge Matute desde 2014, en un video difundido en YouTube por el Poder Judicial el 27 de marzo de 2018: “A Jorge le dieron un fármaco en un trago para que perdiera su conciencia. Eso fue relatado por dos testigos a los 10 días de desaparecido Matute, y no obstante ello, no generó línea de investigación”.

Pero había alguien que sabía perfectamente lo que Rivas estaba hablando. Carlos Stuardo, subprefecto de Investigaciones retirado, estaba en conocimiento de esa información porque él fue el responsable de investigarla en su momento, y jamás fue tomado en serio, sólo demoró 19 años en ser el protagonista de algo que concluyó él primero.

Stuardo fue parte del equipo que investigó los primeros días de desaparición de Matute Johns, en ese entonces como inspector de la Brigada de Investigaciones Criminales de Concepción. Entrevistó a las personas que estuvieron en “La Cucaracha” esa noche, investigó las supuestas peleas que ocurrieron en la noche, en las cuales “Coke” no participó, a los dueños de la disco, Bruno Betanzo y Carmen Sereño, al amigo que dijo haber estado secuestrado con Jorge. Ninguna fue verdad.

Uno de sus informates le dio una pista más certera: el 2 de diciembre alguien bajo reserva, homosexual, declaró que en La Cucaracha rondaban hombres mayores buscando jóvenes, cosa común en el 2018, y los invitaban a un trago, con droga adentro, y abusaban de ellos en esos estados de voluntad inhibida. Toda esta información la guardó Stuardo en una carpeta azul, cómo las de colegio, con el título “Hojas de Parra”, por la droga que no lograron identificar. “Reunimos cuatro testigos que confirmaban la historia: hicimos una lista de 19 hombres con doble vida u homosexuales que frecuentaban las discos. Eran deportistas, dueños de fundos, profesionales”, dijo Stuardo a la revista Paula.

Estos hombres fueron Investigados por Stuardo; eran sospechosos con vidas comunes y corrientes, pero con cierto poder adquisitivo, que venían de otras ciudades sureñas como Los Ángeles, Chillán y Temuco. Algunos organizaban fiestas privadas, otros esperaban afuera de las discos al acecho de un chico ebrio. Esto estaba muy ligado al hecho de que en la noche en que desapareció, Jorge no tenía plata, y pudo haber si abordado por cualquiera de estos hombres. Según Stuardo, a los 10 días de investigación, después de infiltrarse entre ellos, ya tenía en la mira quienes eran los posibles culpables. Pero las cosas fueron tomando otro rumbo cuando altos mandos de la PDI se involucraron, como el jefe de la Brigada de Ubicación de Personas, inspector Héctor Arenas, generando roces de egos entre los policías locales y los de Santiago.

“Arenas sacó a mis policías infiltrados y se abocó a investigar las peleas de esa noche donde todos esos cabros (Carlos) Alarcón, (Óscar) Araos y otros más, pagaron el pato. Los tuvo presos entre Navidad y Año Nuevo, para quebrarlos. Pero todo era inventado”, explicó.

Los sospechosos iban creciendo y creciendo, e incluso Stuardo estuvo en la mira de Arenas quien lo interrogó sobre sus andanzas en un motel cerca de La Cucaracha el mismo día en que desapareció Jorge. Stuardo tenía una amante y después de eso toda su familia se enteró del affair. A pesar de haber sido humillado por sus pares, intentó continuar en su investigación paralela, pero terminó desistiendo en 2001.

Cuando encontraron el cuerpo de Coke en 2004, el SML desestimó que su muerte se produjo los supuestos golpes propinados en las peleas, y en cierta forma, su familia pudo estar en paz, aunque jamás se señalaron responsables de su muerte. La exhumación del cadáver en 2014 comprobó la tesis de Stuardo: presencia de pentobarbital. Rivas se enteró de que Stuardo había ido tras esta pista, y por eso tuvo que declarar cuatro veces frente a ella. De los posibles culpables que Stuardo tenía en su investigación, 5 de ellos están vivos y otros siete fallecieron. En este último estarían los culpables. Incluso después de muertos, no se puede vulnerar a alguien que ya no puede declarar.

Texto original: Roberto Farías para Revista Paula.