Tenemos dos copias de “El gran libro de las camisetas de los mundiales” para regalar.
Esteban Catalán tiene 34 años y es periodista. Trabajó como cronista de fútbol internacional para la revista Panenka y también la colección de cuentos Eslovenia.
Este año publicó “El gran libro de las camisetas de los mundiales” (Editorial Planeta), el cual en 212 páginas abarca 21 mundiales, 90 años de historia, más de 870 uniformes de selecciones y un montón de deliciosas anécdotas.
Un trabajo que para alguien que no sienta lo que se llama pasión por el fútbol pasará totalmente desapercibido pero para quienes sean lo que se llama loquitxs por el fútbol se podría transformar en el regalo perfecto.
El autor nos contestó algunas preguntas y además nos mandó dos copias para regalar. Para concursar solo tienes que contarnos cuál es tu camiseta de selección favorita de todos los tiempos y por qué y estarás participando.
En la intro cuentas la historia de las camisetas de fútbol, pero me gustaría saber cómo empieza tu propia fascinación por el tema.
Cuando muy chico, y uno tenía solo las revistas deportivas o a lo más la tele, me llamaban mucho la atención las camisetas de los equipos grandes de otros países, tipo Olimpia de Paraguay o Oriente Petrolero. Esos nombres te hacían preguntarte cosas. ¿Por qué un equipo se llamaría así? ¿Y por qué jugaban de verde o con una franja negra? Y en ese tiempo uno sólo podía imaginarse las respuestas. Después me pasó lo mismo con las selecciones, pero ahí fue una fascinación más larga porque las camisetas se mezclaban con la historia de los países, y aparecen elementos históricos o representativos, como la esvástica en los uniformes antiguos de Alemania o los leopardos en Zaire.
¿Cuál fue la primera que tuviste y atesoraste?
La primera que tuve fue una de Daniel Morón, amarilla, para jugar al arco, que decía Lada con letras rojas. La usé hasta que quedó casi blanca.
¿A tu juicio cuál es la camiseta más hermosa de selección que has visto?
Hay muchas, pero es difícil no mencionar a la de Alemania en 1990, que para mí tiene todo: es probablemente bonita, elegante y también muy simbólica al utilizar la bandera después de la reunificación. Pero la de Sudáfrica en 1998 tiene lo suyo, o casi cualquiera de Perú.
¿Y la peor?
La peor para mí es la de Estados Unidos en 1994, pero esa camiseta también tiene defensores acérrimos. La de Chile en 1998 es muy desafortunada pero le tengo cariño. Al final uno quiere sus propios afectos y nostalgias.
Descríbenos brevemente a quién está dirigido un libro como este y por qué es un objeto esencial para cualquier amante del fútbol
Este libro está dirigido a los que piensan que el fútbol sigue siendo un placer sencillo, o lo más importante de lo que no es importante. Ahora todo el mundo quiere ganar y ser del Real Madrid pero el fútbol esencialmente son recuerdos, excusas para compartir, una forma de medir el tiempo.