Esta semana me llegó una invitación a una red social nueva. “Novedoso” pensé con sarcasmo mientras borraba el mail sin siquiera abrirlo. A nadie le sorprende borrar mails con lanzallama considerando la cantidad de correos que llegan a diario… sumado a la abrumadora oferta de alternativas disponibles, parece lógico encontrarse con noticias como la muerte de Orkut (una de las redes sociales más “prometedoras” del mundo y adquirida por Google) o la posibilidad de un reventón de burbuja.
Sólo cuando me crucé con un post en el muro de mi Facebook fue que le tomé el peso al link que me habían compartido. El argumento: Uno de sus fundadores es el mismo que creó una de las marcas que más he admirado en mi vida. Este reconocido influenciador de la moda y el branding me hizo preguntarme sobre las razones que lo podría haber motivado a mover sus fichas en esta dirección.
Qué demonios hace @budnitz inventando una red social a esta altura!?
Si bien es cierto que la oferta de canales de comunicación se vuelve cada día más odiosa, Ello tiene una profunda razón de ser: Los usuarios no son un producto.
Familiar al manifiesto de Whatsapp y tantos otros, los fundadores de Ello quieren demostrarle al mundo que puede existir una red social sin publicidad. Lo creen y no me extraña valerse de este argumento para proponer una alternativa. Cuando te sale publicidad hasta en el fondo de la taza del café es natural volverse alérgico al contenido “no deseado”. Lo que me motivó a registrarme, usarla y escribir este artículo fue intentar descubrir el EDGE de su propuesta.
¿Tendrá Ello la capacidad de proponer algo nuevo?
Motivado como el difunto gato me dispuse a analizarla y para ser más rápido y conciso enumero sus virtudes:
- Tiene una interfaz intuitiva, minimalista y multi-plataforma amigable basada en los códigos de las redes sociales que conocemos y usamos (@usernames, #hashtags, followers e imágenes… nada complejo).
- El contenido es cool, la gente es linda y parece un lugar interesante.
- Tiene pocos usuarios, pero buenos. Con el recurso de “sólo con invitación” procuran que la red crezca desde el círculo de sus fundadores, lo cual de alguna manera garantiza que los early adopters ejemplifiquen la línea editorial con la cual quieren liderar.
Todo esto sumado al factor de que en una semana pude comprobar cierta actividad fundamental para el nacimiento exitoso de una nueva red social, llegué a la siguiente conclusión:
Ello pretende diferenciarse por su comunidad.
¿Quién podría negarse? La base fundamental de cualquier equipo son sus líderes, y en ellos (creo) recae la responsabilidad de marcar la pauta de su misión. Esto sumado a la promesa de ausencia de fines de lucro, invita a pensar que les podría resultar. Solo basta que lo conviertan en moda… (basta haber usado Instagram o Tumblr en sus inicios para darse cuenta de la importancia de que tuvieron sus usuarios y el contenido que compartían).
No es mi intención recomendarle (o no) esta nueva red social. Tengo más que claro que la sobre-oferta existe y que lentamente nos estamos cansando de comunicarnos a exceso de velocidad. Sólo quiero dejar el juego abierto con la siguiente pregunta:
¿Cree usted que, a esta altura de la película, una red social puede cimentarse casi-exclusivamente sobre la calidad de su comunidad o es imprescindible una verdadera mecánica innovadora (como el like, el board o el retweet)?
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