Hace poco hablábamos sobre el sombrío monopolio que existe en la industria pornográfica. Pero no todo lo que ocurre en la industria que mueve millones es con fines monetarios y hecho sin amor. La fotógrafa Británica Jo Broughton a través de una serie “Empty Porn Sets” ha retratado la belleza que tienen los set vacíos después de que dos o más personas los utilicen para ya sabemos qué.
Jo Broughton estudiaba fotografía en Essex, Reino Unido. Debía realizar su práctica y desde la universidad la enviaron a un “estudio de moda“. El estudio de moda al que la enviaron no era más que un estudio pornográfico.
Gracias a este error administrativo, Broughton pudo realizar la serie que si bien en su momento (2000’s) no tuvo éxito debido a el tabú que existía para hablar de pornografía, hoy si ha alcanzado mayor impacto gracias a la mayor apertura de temas y, por sobre todo, la seriedad con la que hoy se puede hablar de pornografía.
Broughton consiguió fotografiar los set gracias a que, además de hacer su trabajo de asistente de dirección, también hacía de recepcionista y muchas veces tuvo que ordenar o limpiar los sets.
“Pronto aprendí que tenías que llevar ropa vieja porque ibas a acabar ensuciándote”
A pesar de lo que se pueda suponer sobre las producciones de videos o películas pornográficas, y trabajo y la producción no son trabajo fácil.
“Lo que siempre me solía llamar la atención es la gran cantidad de trabajo que suponían: el alquiler de los muebles, los días de construcción… Solían pintar unos enormes telones de fondo: una vez pintaron uno gigantesco del Imperio Romano”.
A continuación las imágenes del trabajo de Jo Broughton y los set porno vacíos.
Si quieres ver más del trabajo de Jo Broughton puedes revisar su página.