Proveniente de la comuna y en sus propias palabras “el colegio más cuico de Chile”, Pedro Subercaseaux, el nombre real de Pedropiedra, conoce los vicios de sus orígenes y comenta que logró despojarse de ellos.
Foto portada: Nadia Belén García @nadialisima
Cuando entré en la oficina que me esperaba para la entrevista lo pillé haciendo sonidos con manos y pies simulando una batería. Aunque suene medio cliché, Pedropiedra está siempre, todo el día, pensando en música.
Lleva 10 años como Pedropiedra y entre sus grandes éxitos aparte puede contar que tocó en la banda de Jorge González y en 31 minutos, que ha hecho cumbia, pop, rock y reggaetón. Ha vivido en Chile y en el extranjero, ha hecho lo que ha querido con la música y hoy se encuentra en un momento de madurez musical con nuevo disco de sonidos urbanos y minimalistas.
El histriónico cabro chico de los almuerzos familiares en Vitacura, hoy se apronta a tocar en el Lollapalooza, y por primera vez, hacer un concierto propio en el Caupolicán, el 20 de junio.
A sus 41 años se aproxima a la consagración con su próximo disco que se estrena el 13 de marzo, titulado “Aló”.
Has dicho que tu nuevo trabajo va de sonidos urbanos y “abandono de comodidades” ¿A que te refieres con lo último?
Dejar el lugar de comodidad de la guitarra, de la canción tan construida con patrones mas antiguos, de décadas pasadas. La parte A y la parte B con un acorde distinto. Menos acordes es un gran cambio, música más minimalista y sacar una canción entera con menos acordes es un desafío para mi.
¿Es mal mirado dentro de los expertos hacer canciones con menos acordes o utilizar música “envasada”?
No creo que sea mal mirado, pero obvio que hay músicos que detestan el reggaetón o la música más básica, más minimalista y se conmueven más con cambios de acorde, con arreglos. Yo he hecho mucha música así y lo que más me interesa es la no repetición. Ahora Cristián Heyne me exigió mucho y me convenció de que se puede hacer música más minimalista, hay que saber producirla, tiene que ser entretenida.
¿Cómo es trabajar por primera vez con un guía?
Criatián Heyne es el productor que yo encuentro el numero uno de Chile, en cuanto a sacar lo mejor de la persona, hacer música que suena limpia, minimalista, apta para las radios, pero sin ser genérica.
Nos merecemos esto que está pasando, la verdad anda suelta…esto lo escribiste en la canción Aló, antes del estallido, ¿Cómo lo viviste?
Con bastante estupor en un comienzo, el día que sacaron los milicos a la calle no podía creerlo, eran todas las historias de terror que te habían contado, era el viejo del saco, la bruja del 71 todo al mismo tiempo. Fue muy impresionante, muy impactante ver lo que todos vimos, el actuar de las autoridades, de los pacos. También fue especial ver a la gente en las marchas, como se abrazó, se apañó, el ambiente que había en las tocatas era muy sano.
10 años de carrera, ¿Cuál ha sido la evolución del disco Pedropiedra en el 2009 a Aló en el 2020?
Si uno pone los dos discos juntos son tan infinitamente distintos como similares siento yo, la producción, la sonoridad cambió mucho, pero yo siento que el personaje que canta es el mismo, las melodías se han mantenido y eso es lo que me enamoró de la música. Yo aprendí mucho en el oficio, en pararme frente a un público y no solo cantar las canciones, sino tratar de entretener. A mi me costaba muchísimo subirme a un escenario, me daba casi un pánico escénico, sentía que cantaba pésimo, me faltaba confianza, pero a punta de ensayo y error he ido mejorando y los show son más entretenidos, la gente lo pasa mejor y eso es lo más importante.
¿Qué música estás escuchando ahora?
La verdad escucho radio, noticias y la música de ahí. Lo que he escuchado harto es AC/DC porque a mis hijos les gusta mucho, en hartas películas de niños, en Los Pitufos, en Bob Esponja sale Back in Black así que les puse un disco y estaban pegadísimos. Y de lo actual no ha quedado otra que empaparse del trap y de lo urbano porque está en todos lados y es una música a toda raja que es minimalista, pero tiene un universo dentro de sus canciones.
Trabajaste en 31 minutos, ¿Cómo fue la experiencia?
Increíble. Tuve la suerte de haber sido fan y terminar tocando con ellos, lo mismo con Jorge González, lo mismo con Álvaro Henríquez. Son cosas increíbles que nunca pensaste que te pasarían, pero te terminan pasando. Con 31 minutos estoy medio retirado porque me he dedicado más a lo mío, siempre me topaban fechas y fallarles es un atado porque tienen que ensayar con el baterista nuevo y todo se demora. Ellos me dieron la posibilidad de recorrer todo Chile, de viajar a México, ver como trabajan y además es muy entretenido porque los personajes son las personas que lo hacen, son muy parecidos, entonces vas en un bus, tenís sentado a Tulio al lado y es un cague de risa.
Ahora estrenan show en el Vive Latino de México, en el escenario principal, frente a miles de personas, eso acá pasa piola, pero es más importante que la cresta. Porque 31 minutos pasó de ser un programa de televisión a una compañía de teatro itinerante. Yo vi desde un comienzo esa reencarnación, son geniales en realidad, creo que hay pocas cosas en la historia de la cultura de Chile que se han hecho con tanta calidad, con tanto humor, con tanto cariño, es un producto de primerísimo nivel.
¿Viste el festival? ¿Con quién te quedas?
Si, me gustó que el festival se transformó en una instancia muy política dentro de este mundo de fantasía de la televisión. Todos los chiquillos y chiquillas tuvieron el tino de decir si, muy bonita la Bilz, muy bonita la Pap, pero afuera está quedando la zorra y no nos olvidemos, y ya, ahora voy a cantar. Fue muy importante no contribuir a la normalidad. Y de los show me quedo con la Mon, fue espectacular!
También tocas en Pillanes, ¿cómo te ves más adelante, solo o con una banda?
Fue muy bacán hacer ese disco con Pillanes y las veces que compartí con los Ases Falsos o con Los Bunkers o Los Chancho se atesora la cuestión de la banda, donde cada uno tiene una personalidad y hace un aporte en específico. Pero también tiene un reglamento no escrito que respetar. Al final cuando uno está en una banda, quiere ser solista y cuando estás solo, quieres una banda. Mirándolo en perspectiva, mi momento máximo de felicidad musical es cuando compongo solo, en la casa, con la guitarra frente al computador.
Se viene Lollapalooza, se viene Caupolicán ¿Qué te gustaría para diciembre 2020?
Tener música nueva sonando en las radios, después de Aló. Ver adonde sigue esto porque este disco es súper distinto al primero, pero mi movimiento natural no es volver al primero ni al pasado, sino seguir buscando nuevas direcciones y nueva música con la que sentirme cómodo.
¿Apruebo o rechazo?
Leí en Twitter lo siguiente “Apruebo= Esto lo solucionamos conversando, Rechazo= Aquí no hay nada que conversar”. Creo que es muy irresponsable mantener la Constitución de Pinochet, por eso cambiarla va a limpiar mucho el aura de este país. Es el momento de enfriar la cabeza, ya se sabe quien es quien, qué van a hacer los pacos, que va a hacer el Presidente, las instituciones. Es el momento de empujar el plebiscito y que el apruebo arrase.