Nuestro país tiene el privilegio de ser un territorio rico en fósiles. Recién este año, el equipo del Museo Nacional de Historia Natural reveló la identidad del Arackar licanantay, un titanosaurio de gran tamaño, y que aunque fue descubierto en los 90, recién ahora conocimos sobre su existencia ¿Por qué? El jefe del departamento de Paleontología nos respondió esta y otras preguntas.

Un grupo pequeño de especialistas, liderados por David Rubilar, el jefe de paleontología del Museo Nacional de Historia Natural, presentaron al Arackar licanantay, la tercera especie de dinosaurio descubierta en nuestro país, colocando a la paleontología chilena en los ojos de expertos del mundo jurásico. 

Rubilar responde esta entrevista en su oficina, rodeado de réplicas de huesos de los animales que habitaron La Tierra en el periodo mesozoico, hace más de 66 millones de años. En este ambiente que mantiene dentro del museo, entrega claves de cómo encontrar fósiles en Chile y qué hacer con ellos para preservarlos. “Estamos cambiando lo que se sabía de la paleontología en Chile, ha habido muchos hallazgos y habrá muchos más”, dice. ¿Cuál es la razón? Sigue leyendo.

El Arackar licanantay fue descubierto en los 90’, pero recién presentado oficialmente en 2021, ¿cuál es el proceso que se realiza tras descubrir los primeros fósiles de un dinosaurio hasta llegar a la presentación final? ¿Por qué pasa tanto tiempo?

“Son dos hitos, el primero es el hallazgo, eso lo puede realizar cualquier persona, una familia acampando que se encuentre unos huesos, por ejemplo; lo otro es el descubrimiento, que es determinar si esa pieza encontrada pertenece a algo nuevo o no. 

El proceso de descubrimiento va a depender de qué tan completo esté el animal y si tienes las herramientas adecuadas. La preparación consiste en despejar los huesos de la matriz de roca sin romperlos, eso es un tema complicado. Después, con el material limpio y preparado, está listo para ser comparado con otros ejemplares.

En el caso del Arackar licanantay encontrado en los 90’, queríamos rescatar más materiales de ese mismo esqueleto y para ello había que hacer prospecciones o exploraciones a terreno, en el mismo yacimiento. Para eso necesitábamos financiamiento, por eso demoró tanto tiempo”

Para el destierro y al despejar los huesos de la matriz de roca, ¿qué precauciones hay que tomar? 

“Depende del tipo de fósil que se quiera desenterrar. Los dinosaurios tienen al menos 66 millones de años, es tiempo suficiente para que la matriz sedimentaria donde quedaron atrapados los huesos del animal esté compactada al nivel de una roca. Cuando vas a terreno tienes que excavar la roca, no sacas el hueso directamente, hay que hacer una especie de contorno al sedimento para extraer después con bochones de yeso toda esa estructura. Luego reducirla y trasladarla al laboratorio, ahí recién comienza la preparación del material. Es una tarea compleja. Se necesita un técnico que esté dedicado al 100% a limpiar ese material”

¿En qué zonas de Chile se podría conservar mejor un posible fósil o coprolito? 

“Los fósiles requieren una condición que es básica para que se formen, esta es que una vez que el animal muere tiene que ser sepultado casi inmediatamente. Porque si queda expuesto se daña o destruye el material. Los mejores lugares son los que acumulan sedimentos, que en términos simples es componente particulado, como puede ser arena, arcilla o barro; este material debe sepultar el organismo. 

Es lógico que donde se esté acumulando más sedimento hay más chances de que los animales queden preservados. Los estuarios donde llega la descarga de los ríos es un lugar espectacular, los lagos también, que tienen la ventaja de ir depositando capas sedimentarias en una zona más tranquila. Terrenos con acumulación de cenizas volcánicas también son ideales”

¿Cómo logran ustedes identificar estas zonas ideales para encontrar dinosaurios? 

“Hay una forma de buscar fósiles, pero primero hay que destacar que la paleontología no solo busca dinosaurios. En paleontología tienes especialistas en reptiles, en aves, o mamíferos. Esto lo digo porque hay que situarse en el contexto del animal que quieres buscar.

Por ejemplo, ¿Cómo busco fósiles de dinosaurios? Necesito buscar en rocas sedimentarias que tengan una antigüedad de entre 66 y 230 millones de años, y que se formaron en un ambiente terrestre. La otra parte del trabajo la realiza la misma naturaleza, ya que la única forma de que estos huesos queden al descubierto es que la roca que los contenga sea alterada por la erosión. Cuando vas y caminas y te dedicas a mirar, encuentras cosas, eso es matemático, no recuerdo algún terreno al que hayamos ido sin encontrar algo”

¿Quiénes conforman el equipo que va a terreno?

“El ´dream team´ de trabajo, estaría compuesto por paleontólogos de distintas especialidades, acompañados de varios técnicos que preparen material, también se necesitan paleoartistas, es decir, dibujantes especialistas en animales extintos. Y los geólogos, que ayudan a dar pistas del ambiente donde vivía el animal. Es un grupo de trabajo bastante heterogéneo en especialidades, donde obviamente manda el presupuesto de la investigación”

Los restos del Arackar licanantay corresponden a un fémur, un húmero, el isquion y elementos vertebrales del cuello y dorso, ¿cómo se logra reconstruir con eso la apariencia total del dinosaurio? 

“Lo que se hace en paleontología es una anatomía comparada, es la base de nuestra ciencia. Está tan avanzado esta disciplina que, en el mismo terreno, con solo algunos elementos, puedes decir ´Ah ya, esto es un saurópodo y dentro de los saurópodos es un titanosaurio´. 

Una vez que tienes tus huesos, entre más completo mejor, es importante identificar cuáles son importantes para la diagnosis, es decir, los elementos que te permiten identificar si se trata de algo nuevo o no. Tomas estos elementos y los vas comparando con otras especies que se hayan encontrado en otras partes del mundo. Hay un software que te permite, a través de una matriz de datos codificados, hacer una reconstrucción de dónde se encuentra tu especie relacionándola con otros animales. Se forma una suerte de árbol genealógico de la especie.

En cuanto a la apariencia que tenía el animal, es necesario conocer la información entregada por la reconstrucción genealógica, con ello es posible comparar tu material con el de los especímenes más completos del grupo. A partir de esto puedes ir reconstruyendo el aspecto del dinosaurio, obviamente con el margen de incertidumbre que tiene hacer ese ejercicio”

¿Cuándo se llega a la conclusión de que efectivamente encontraste algo nuevo?

“Es importante haber leído acerca del grupo específico del dinosaurio que encontraste y estar asociado a un especialista de ese género. En el caso del Arackar licanantay, nos pusimos en contacto con especialistas en titanosaurios, que nos ayudaron a identificar sus características únicas. Luego armamos un compilado de información que envías a una revista especializada, ahí lo revisan pares expertos en el tema que pueden validar o no tu descubrimiento. Cuando finalmente esto es publicado, nace una nueva especie. 

También se descubrió en la Patagonia el Orretherium tzen, mamífero de “cinco dientes” que convivió con dinosaurios. ¿Cuánto aporta a la investigación de la época el descubrimiento de otros seres vivos distintos a los dinosaurios?

“Es súper importante. Esta es, recién, la segunda especie de mamífero mesozoico que descubrimos en Chile, es importante porque, a nivel global, sigue siendo escaso el registro de mamíferos de esta era, eran pequeños y son difíciles de encontrar. Toda la información que tengamos de estos animales es valiosa ya que cuenta la historia evolutiva de nuestro propio linaje

Estamos abriendo una Caja de Pandora. Yo sé lo que viene y es espectacular, ni te lo imaginas. Lamentablemente no puedo adelantar nada por razones de la investigación.  Pero lo que está ocurriendo es lo que tenía que pasar, solo faltaba gente que se dedicara. Estamos cambiando lo que se sabía de la paleontología en Chile, ha habido muchos hallazgos y habrá muchos más.