Conversamos el nuevo presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile.

Alfonso Mohor, más conocido como el Foncho, es el nuevo presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECH) después ganar las elecciones de su casa de estudios. No fue una elección fácil, de hecho las votaciones tuvieron que extenderse por un día más al no conseguir el quórum necesario de un 40%. Finalmente su lista, que agrupaba movimientos y partidos del Frente Amplio, logró el triunfo el 16 de noviembre llevando al Foncho a asumir el cargo el pasado 4 de diciembre.

Es originario de Concepción y estudia geología, “las ciencias de la tierra” como él mismo destaca. Tiene 25 años, es militante del Movimiento Autonomista y entre sus focos para el año 2018 están el movimiento estudiantil, que considera que se ha debilitado en el último tiempo y la salud mental de la comunidad estudiantil de la Universidad de Chile ya que, solo en este año, seis estudiantes se han suicidado.

¿En qué año estás?

Esa es una pregunta compleja. Es mi sexto año en la Universidad de Chile, además estuve un año y medio en la Universidad de Concepción. Académicamente hablando diría que voy en cuarto. Estudio geología, ciencias de la tierra.

¿Por qué quisiste estudiar eso?

Creo que me surgió la inquietud por ver mucho History Channel, ver los volcanes. En verdad, lo que quería hacer era investigar más sobre las islas hawaianas. Hay un volcán activo que va moviéndose a lo largo del mapa cada ciertos decenios y en la medida que se va moviendo se van formando nuevas islas a partir de las erupciones volcánicas. Eso me pareció extremadamente interesante, todos los fenómenos de la tierra me parecen demasiado interesantes, entonces quise estudiar eso.

Mis abuelos maternos fueron parte del PS y vivieron en el período de la UP, de hecho mi abuela estuvo detenida un tiempo. Pero tampoco es algo que haya sido muy cercano a mí realmente.

¿Tienes algún vínculo político en tu familia?

No mucho. Mi familia más cercana como padre, madre y hermana, no tienen ninguna actividad política. Mis abuelos maternos fueron parte del PS y vivieron en el período de la UP, de hecho mi abuela estuvo detenida un tiempo. Pero tampoco es algo que haya sido muy cercano a mí realmente. Asumo que esta pregunta busca por qué este niño decide participar…

No, es para contar un poco de ti…

Ah, bueno. En verdad vínculos políticos como familiares no tengo muy directamente. Mi inquietud despierta en el 2006. Estudiaba en un colegio particular, no muy bueno que digamos… se cayó con el terremoto, era el San Pedro Nolasco de Concepción. Ahora reconstruyeron todo el edificio de madera y pareciera que ya no se va a caer. Recuerdo que ahí, en 2006, retaba al centro de estudiantes del colegio porque no nos movilizábamos y porque éramos unos pusilánimes, eso me molestaba mucho. Recuerdo que nos escapábamos con mis compañeros, salíamos del colegio por una reja e íbamos a marchar. En ese momento era mucho menos político, era como que algo estaba pasando afuera y era solamente una inquietud. Ya en el año 2010, cuando entré a la Universidad de Concepción, tuve un acercamiento a un espacio en donde podía hacer política.

¿Qué te ha dicho la familia por tu triunfo electoral?

Felicitaciones no más. Han sido más enfáticas algunas personas que otras. Cuando llegué a Santiago viví con mis tíos dos años y ellos se emocionaron harto y todo, pero la mayoría de mi familia se caracteriza por ser muy sobria y yo también.


Las elecciones y el Frente Amplio

Estamos a pocos días de la segunda vuelta y cada candidato representa un escenario distinto para al movimiento estudiantil ¿Qué proyectas en la FECH con un gobierno de Sebastián Piñera o cómo sería en un gobierno de Alejandro Guillier?

Yo soy militante del Movimiento Autonomista y hay muchas variables nuevas en este escenario político que creo que son inéditas dentro de los últimos años. Tener una bancada parlamentaria, y la relación que van a tener los movimientos sociales con esa bancada, es algo que puede dinamizar mucho las cosas. Siempre uno de los puntos importantes va a ser mantener la autonomía de las organizaciones sociales. En ningún momento hay que intentar difuminar las diferencias obvias que existen por representar a las y los estudiantes, como en mi caso, versus el hecho de ser militante y parlamentario. Esa es una relación inexplorada que si tuviera claro como va a funcionar te mentiría, pero creo que podrá jugar un rol importante. Respecto al próximo año, pensando en quién va a estar ahí, creo que Sebastián Piñera es una amenaza definitivamente.

¿Una amenaza para Chile?

Sí, muchas de las cosas que se han logrado en los últimos años, gracias principalmente a la movilización de los distintos sectores sociales, se ven amenazadas por la llegada de Sebastián Piñera.

Yo soy militante del Movimiento Autonomista y hay muchas variables nuevas en este escenario político que creo que son inéditas dentro de los últimos años. Tener una bancada parlamentaria, y la relación que van a tener los movimientos sociales con esa bancada, es algo que puede dinamizar mucho las cosas.

¿Con Guillier estarían más garantizadas?

Creo que con Guillier por lo menos no se ven amenazadas, pero es distinto pensar que él es un avance. No veo señales ni voluntades claras del conglomerado que lo respalda de avanzar en una agenda de cambios más profundos que son los que propone, por ejemplo, el movimiento social por la educación. Por ejemplo en el debate de la ARCHI, Guillier se enredó igual un poquito para responder sobre su propuesta respecto al CAE y después sus asesores programáticos prácticamente tuvieron posiciones contrarias a lo que manifestó Guillier.

¿Cómo recibes las afirmaciones de Guillier que, en muchas ocasiones, parecen ser un poco ambiguas?

Da cuenta del hecho que Guillier en este momento necesita ganar una elección y por lo tanto hace anuncios pensando en eso y por otro lado, las voluntades políticas que hay detrás de él, es decir la Nueva Mayoría y sus asesores y asesoras, no están realmente en sintonía con las afirmaciones que nosotros proponemos y que él pretende recorrer. Lo que nos interesa a nosotros para el año 2018 es tener una propuesta un poco independiente de quien llega a La Moneda, porque entendemos que pasará principalmente por nosotros la manera en cómo las organizaciones sociales pujen para que se lleven a cabo los cambios. No veo en estos momentos condiciones propicias para avanzar y profundizar ciertas transformaciones en ni uno de los dos candidatos. El matiz es que Sebastián Piñera es claramente un retroceso a todo eso.

¿Cómo tomaste el apoyo de Beatriz Sánchez a Alejandro Guillier? ¿Fue precipitado?

Lo que hizo la Bea es bastante coherente con lo que nosotros, como Frente Amplio, planteamos. Le dijimos a la ciudadanía que hicieran una decisión reflexiva y a conciencia y también planteamos que Sebastián Piñera es una amenaza y un retroceso. Con el paso de los días se va viendo cada vez más. Ella tomó una decisión personal y fue enfática de manifestarlo de esa manera, lo cual creo que es completamente legítimo. Ahora, respecto a lo que significa el proyecto del Frente Amplio, creo que la posición no ha cambiado mucho. La mayoría del electorado del FA, al igual que yo, me da la impresión que está a la espera de pronunciamientos más claros. Que se manifiesten voluntades políticas que no sean solamente de la cara visible sino que la de un conglomerado político que es quien finalmente gobierna. En la medida que eso no se esclarezca yo creo que no va cambiar mucho las posiciones del FA.

¿Es verdad que el anunció de Beatriz Sánchez movió el piso en el Frente Amplio?

Creo que generó opiniones diversas, porque si lo analizas como una jugada política ahí uno tal vez puede pensar que el momento no fue el adecuado. Lo cierto es que hoy no veo demasiada diferencias respecto a lo que hay que hacer hacia adelante. De hecho no creo que hayan grupos que quieran ir a quitarle piso a Beatriz. Me da la impresión que más allá de lo incendiario que pudo haber sido, hoy todos tenemos claro que tenemos que seguir avanzando por el mismo camino que teníamos hace algunos días.

¿Tú votarías por Guillier?

Cómo te dije, hoy no hay condiciones que garanticen que Guillier sea apuesta una transformadora y mientras eso sea así yo seguiré esperando.


Al interior de la Universidad de Chile

¿Cuáles son algunos de tus ejes fundamentales estando a la cabeza de la FECH?

Diría que reinvención un poquito de lo que es la federación.

¿En qué sentido?

El diagnóstico de la participación, que creo yo no es nuevo, está llegando a un punto demasiado álgido como para no buscar hacerse cargo. Nos interesa hacer esfuerzos para que la federación de manera sistemática tenga presencia en los distintos espacios. Además nos interesa cambiar un poco la forma en la que funciona. Por ejemplo que hayan cinco personas en la directiva que sean de cinco conglomerados u organizaciones distintas muchas veces supone un problema para trabajar en un proyeto de federación.Por otra parte la FECH cumple roles tanto de manera interna de la universidad como de manera externa. Al interior de la universidad, este año estará muy marcado por lo que serán las elecciones de la rectoría y ahí hay un rol muy político que debe jugar la federación posicionando ciertos temas históricos que hay dentro de la universidad y de los cuales hoy no vemos mayores medidas por parte de la autoridades.

¿Cómo qué problemas?

Hay cuestiones históricas en cuanto a las condiciones de estudio de ciertas unidades académicas. Diría que el caso más precarizado es el de Artes, también hay una sensación en los estudiantes de bachillerato que se sienten estudiantes de segunda categoría y eso dice relación que sus académicos muchas veces están flotando en la estructura de la universidad y que no tienen contrato fijo. Esto es un reflejo que nosotros como estudiantes, y los funcionarios y funcionarias también, jugamos un rol importante dentro del direccionamiento que toma nuestra institución y esto lo digo a raíz de que la idea de avanzar en una triestamentalidad más efectiva va a ser siempre una lucha que tendremos como estudiantes junto con los funcionarios y funcionarias. Antes que llegara la dictadura la Universidad de Chile elegía a su rector por parte de los tres estamentos y, si bien avanzar en eso es un tarea de largo aliento, hay que dar pasos en esa dirección.

¿Y en cuánto a los alumnos?

Hay un tema interno, que me gusta tocar harto, que tiene que ver con el bienestar. No sé si tú lo has leído, pero han salido algunas notas sobre una realidad que hay dentro de las distintas casas de estudio, existen problemas de salud mental de manera muy recurrente por estrés, ansiedad, depresión, etc. En la Chile hubo seis suicidios este año y ese tipo de cosas encuentro que son preocupantes.

¿Qué propones?

Primero la disponibilidad de especialistas del área de la salud mental en los distintos campus.

¿Eso es por que hay pocos o porque no hay?

Porque hay pocos, y hay lugares donde no hay servicio médico. En el campus Andrés Bello, que es el que abarca las facultades del centro de Santiago, no tienen Servicio Médico y Mental de Estudiantes (SEMDA) y eso igual es un tema que hay que intentar posicionar con fuerza. Además hay una arista que es entender cuáles son las causas de esta situación. Ya hay estudios que intentan diagnosticar esta situación, por lo tanto recopilaremos esos datos y haremos una lectura más fina de donde están los ejes que dan origen a este diagnostico. Esta es una de las tareas que queremos tomar.