Es sabido que la temperatura del océano en Antártica ha subido alrededor de dos grados en la última mitad del siglo, explica el Doctor César Cárdenas respecto del calentamiento global.

César cárdenas investigando la temperatura de la antártica

El grupo que lidera Cesar Cárdenas, el biólogo marino del Instituto Antártico Chile, estudia hace tres años el impacto del cambio climático en las esponjas antárticas, pero el hallazgo no los dejó de sorprender: midieron temperaturas en el mar frente a la isla Doumer que se esperaban para no antes de unos 100 años más, según los escenarios pronosticados de calentamiento global.

El equipo de investigadores del Instituto Antártico Chileno (INACH) hace su campaña de terreno en la base Yelcho, en la isla Doumer, un pequeño pedazo de nieve y hielo de 7 km de diámetro en uno de los puntos más australes del planeta. El proyecto “Evaluando la utilidad de esponjas antárticas para el estudio del cambio global: Respuestas a nivel individual y de comunidad” forma parte de la Expedición Científica Antártica, ECA 54, y es financiado por Fondecyt.

Desde allá, César accedió a contestarnos algunas preguntas.

En el verano de 2016, él y su equipo observaron la distribución de las esponjas antárticas en el fondo marino cercano a la isla Doumer. En cada uno de los sitios se dejó un sensor que mide la temperatura y luminosidad, para obtener algunos parámetros ambientales que ayuden a comprender la distribución y abundancia de los organismos.

“En el verano del 2017 remuestreamos estos sectores y recuperamos los sensores que estuvieron bajo el agua por 12 meses a 10 y 20 metros y encontramos aumentos significativos de la temperatura del agua a corto plazo, registrándose temperaturas de verano que llegaron a 3 ºC, siendo que estas temperaturas se encuentran pronosticadas aproximadamente para el año 2100 por el Panel Intergubernamental de Cambio Climático”, explica Cárdenas

No suena como una buena noticia. ¿Podría explicarnos qué significa y cuáles podrían ser las consecuencias de este aumento tan drástico?

“Por algún tiempo se ha estudiado experimentalmente la respuesta de los organismos antárticos a los escenarios de cambio climático. Los resultados dependen del organismo, pero en general se espera que muchos organismos no sean capaces de lidiar con estos cambios ya que viven en un ambiente muy estable. Ahora debemos ajustar nuestros diseños experimentales para ver cuáles son las respuestas, quizás pueden aguantar estas temperaturas, pero no por periodos prolongados. Algunos de los estudios que estamos haciendo nos ayudarán a entender mejor las probables consecuencias de estos incrementos de temperatura”.

Temperatura de la antártica
Cesar Cárdenas, biólogo marino del Instituto Antártico Chile

La Antártica y su temperatura definen la productividad del mar chileno, qué tan preocupante es la situación que acaban de descubrir.

“El océano austral está conectado en una red que conecta las aguas de todo el planeta por eso es algo que debemos estudiar. Debemos aumentar nuestros esfuerzos para tratar de entender y predecir futuros cambios y cómo afectarán nuestras costas”.

Suena casi como lugar común, pero esto parece ser obra del “calentamiento global”, ¿Cuanta responsabilidad cae sobre él la situación que acaban de comprobar y que te parece que haya gente, como Trump, que todavia niega que estos cambios se produzcan por irresponsabilidad humana, cuando tu estás viendo sus efectos in situ?

“Existe ya demasiada evidencia de la existencia del cambio climático , es para mi no tiene discusión. Ahora debemos mejorar el entendimiento de los fenómenos que estamos registrando. Monitorear en el tiempo para ver si se sigue repitiendo esta tendencia”.

¿Significa que el calentamiento global está avanzando más rápido de lo que se creía?

No necesariamente. Es sabido que la temperatura del océano en Antártica ha subido alrededor de dos grados en la última mitad del siglo. Nosotros registramos estos datos a lo largo de un año, con las alzas más fuertes en periodos cortos, pero en este verano la temperatura es más normal, 1.3 a 1.6 grados ene enero. Por eso es importante seguir monitoreando que está pasando en la zona, si vuelve a ocurrir de manera más recurrente y si la tendencia al alzas está aumentando más rápidamente o no.


Esponjas antárticas científicas estudiando la temperatura Antártica

Los científicos del INACH buscan entender este aumento de la temperatura en el mar y las posibles consecuencias para el ecosistema. Existen varios estudios que prueban con distintos organismos sometidos a estrés y dan luces de si un animal es capaz de aclimatarse o no. “Justamente es lo que hicimos esta temporada con esponjas del género Isodictya que fueron sometidas en laboratorio a 3 y 6 °C y en las cuales evaluaremos su capacidad fisiológica de responder a estos aumentos de temperatura caracterizando los diferentes genes de estrés que expresa esta especie en particular”, dice Cárdenas, doctorado en Biología Marina en la Victoria University of Wellington, Nueva Zelandia.

Los investigadores han dejado sensores y recolectado las esponjas del sector por tres años consecutivos. Ahora la idea es observar la reacción de un mismo organismo a distintas temperaturas para determinar si las especies marinas podrán sobrevivir o no en estos escenarios que en algunos casos ya son reales. “Las esponjas son organismos que no se mueven, por eso pueden dar algunas luces de los efectos del cambio climático. Si son afectadas negativamente podríamos detectarlo ya que desaparecería desde donde normalmente las encontramos”, explica el doctor en biología marina.

O sea que las esponjas vendrían a ser como colegas suyos.

No entiendo la pregunta.

No importa. ¿Supo que anduvo por allá David Harbour y Javier Bardem apoyando la campaña de Greenpeace por crear el santuario antártico más grande del mundo? ¿Qué le pareció?

Es importante que personas tan conocidas vengan a la Antártica para poder llegar a más gente y promover la conservación del continente, ante el escenario de cambio climático que estamos viendo. Además ayuda mucho para dar a conocer lo que hacemos en antártica. Trabajar acá no es fácil, la logística es muy complicada y las condiciones meteorológicas son difíciles. Sin duda develar los efectos del cambio climático no es fácil, para nada, pero en eso estamos.

Fotos: Ignacio Reyes / INACH