Un estudio de la Universidad de Helsinki (Finlandia) reveló que sustituir los alimentos de origen animal por alimentos del futuro -como leche cultivada, alimento de insectos o de micoproteína- en las dietas de países europeos reduciría el calentamiento global drásticamente. Descubrimiento muy relevante en la búsqueda de llevar a los sistemas alimentarios a una mayor eficiencia nutricional y más amigable con el planeta en un contexto de crisis medioambiental. 

Durante los últimos años, las revelaciones de impacto ambiental que tienen la ganadería y el consumo de carne en general han provocado que se masifiquen las dietas veganas y vegetarianas en los seres humanos para que exista un mayor cuidado del planeta. 

Además, compañías como NotCo han ganado gran relevancia mundial con sus alimentos elaborados en base a plantas como leche, hamburguesas, mayonesa, etc. Incluso hace algunos meses sellaron una alianza con la gigante norteamericana Kraft Heinz, para producir algunos productos en conjunto. 

Te podría interesar: De plaga a alimento del futuro: el boom de la proteína de grillo llegó para quedarse

Con la crisis medioambiental, se buscan diversas alternativas para nuestras dietas actuales. Es así como una investigación llevada a cabo por la académica de la Universidad de Helsinki (Finlandia), Rachel Mazac, junto a otros investigadores, reveló que cambiar las comidas de origen animal por alimentos del futuro -como leche cultivada, alimento de insectos o de micoproteína- en países europeos, podría reducir el calentamiento global, el consumo de agua y de la tierra en más del 80%. 

“Utilizando un modelo de programación lineal, optimizamos las dietas de alimentos omnívoros, veganos y novedosos para lograr un impacto ambiental mínimo con restricciones nutricionales y de consumo factibles”, señalan los investigadores en el informe publicado por Nature.

A pesar de que estudios recientes han demostrado que dietas alternativas como las vegetarianas, veganas o flexitarianas tendrían beneficios sanitarios y medioambientales para reemplazar el consumo de carne, Mazac y sus colegas probaron que algunos alimentos creados en laboratorios tendrían aún menos impacto ambiental. 

Esto porque las legumbres o granos creados a partir de tecnologías de cultivos de células, o también alimentos ricos en proteínas a base de plantas, pueden contener un completo esquema de nutrientes esenciales, y a la vez ser más eficientes para la tierra y el agua. 

Por último, los expertos llegaron a la conclusión de que, sumado a los aportes a un sistema alimentario más sostenible, los resultados entregan diferentes vínculos de los alimentos novedosos con cada opción de comida en el contexto europeo. 

Un importante avance para seguir con el desafío que tiene la población mundial de dirigirse cada vez más hacia sistemas alimentarios que proporcionen una nutrición adecuada a través de medios que cuiden nuestro planeta. Sin duda, medidas que toman relevancia viendo como se va agravando el cambio climático y la creciente demanda por proteínas en un contexto de aumento de habitantes en el mundo.