Daniel, que además dirige Ciudad Invisible y fue editor de Paniko, es actualmente profesor de lenguaje en tercer y cuarto medio del liceo técnico Clelia Clavel Dinator, 

“Estudié esto porque me gustaba enseñar, me gustaba la literatura y la comunicación. Pero la idea de autoridad o disciplina nunca me gustó, nunca creí en la idea de represión o del profe autoritario, me parece que eso no es parte de un proceso educativo, es repre dura. A mi me gusta que sean rebeldes, parados, confrontacionales, y tener la capacidad y la necesidad de dialogar. Encuentro la raja poder mostrarles que un profe o un adulto no tiene que ser necesariamente el enemigo sino un aliado, en tiempos donde esas figuras las ven como antagonistas de los que desconfían”.

¿Cómo han cambiado los estudiantes desde que empezaste a hacer clases hasta ahora?

“Llevo diez haciendo clases. Los primeros años viví una abulia, un dejo y desconfianza. Iban a dormir a la sala, a tirarse las mochilas, todo eso. Pero el 2011 cambió la valoración de la educación. Valoraron de otra forma la clase, me pasa que a veces doy una media charcha y me exigen, me parece que eso es una cosa de esta generación. Puede ser que también lo vean como un objeto de consumo y por eso te exigen mayores estándares, casi como clientes, pero yo prefiero pensar que lo ven la importancia fundamental que tiene la educación en su desarrollo. Nosotros por ejemplo íbamos obligados a clases, porque sí, sin cuestionar mucho nada”.

Me tinca que no solo deben ser solamente más cuestionadoras, sino que también un poco más dispersas. ¿Cómo haces para mantener su atención?

“He intentado romper con la estructura como de catedra, trabajo con cosas audiovisuales, uso memes, los analizamos, conversamos harto, trato que la clase sea una experiencia divertida, que se usen varios tipos de inteligencia. Captar los procesos cognitivos de esta generación ha sido bien desafiante, son mas dinámicos, participativos.

¿Cómo lo haces con el uso de celulares en clase?

Cuando empecé estaba la idea de confiscarlos, pero nunca me gustó, ahora en todo caso no se puede porque es algo casi ilegal y puedes terminar en la Superintendencia de educación. Pero independiente de eso, yo creo que pueden perfectamente estar poniendo atención y estar con el celular al mismo tiempo. Es más desafiante sí, porque si pierdes su interés pueden estar en cualquier otra cosa en un segundo.

Esta generación es más lectora que la anterior. Leen sagas por ejemplo, y tienen una valoración personal de la literatura, son mas críticos

¿Te cuesta por ejemplo, hacerlas leer?

No. Incluso yo creo que esta generación es más lectora que la anterior. Leen sagas por ejemplo, y tienen una valoración personal de la literatura, son mas críticos, si es que no les gusta un libro que les mandaste, te dan buenos argumentos de por qué no les gustó. Hay una inquietud, una cosa instagrameadora de querer mostrarse como lector, tener contenidos propios, de buscar objetos culturales de consumo personal porque eso te linkea a una generación o a un nicho, que tiene que ver con las conductas y personalidades virtuales que generan, sentirse parte de un mundo, hay tribus lectoras.

Book trailer de “Manual para robar en el supermercado”

Varias ventanas de conversación abiertas

Considerando que esta nueva generación es resultado de las anteriores ¿Cómo crees que lo han hecho, en términos de crianza?

En el liceo donde trabajo, que es uno que la nomenclatura oficial cataloga como en riesgo social, la familia, por ejemplo, el concepto tradicional, es un fenómeno extraño. No es lo común. La mayoría de mis alumnas tiene madres jóvenes, de 30-y-tantos que aún están emparejándose, buscando novio. Otras viven con la prima de la mama o una abuela, la familia está descompuesta en comparación al concepto que teníamos nosotros.

¿Y cómo influye eso?

Afecta sus relaciones afectivas, tampoco tienen mucho concepto de respeto a la autoridad, al contrario, veo una desconfianza total hacia lo que indique un orden, hay un impulso a desafiarlo. Y creo que tiene que ver con esa falta de estructura.

¿Y las redes sociales entran ahí a reemplazar las redes familiares?

Si, creo que esa carencia se reemplaza con la idea de estar siempre chateando, manteniendo conversaciones que nunca se terminan. Prefieren esas múltiples ventanas, hablar todo el día con alguien, pero luego en persona ser mas retraído. Por eso creo que es que son inexpresivos en su lenguaje corporal y hablado. Se dan solo con ciertas amistades, o círculos, se entienden mas a través de la comunicación digital, escrita. Hay una timidez que aumentó porque la forma de comunicación es mas lejana, no tan presencial.

¿Y en sus relaciones de pareja, cómo se refleja esto?

Por lo mismo, hay una perdida del conservadurismo, y también los afectos cambiaron. Ya no buscan formar una estructura de familia con la pareja. Las relaciones son super variadas y en periodos de tiempo especifico, no se prolongan mucho en el tiempo, creen en una especie de monogamia consecutiva, distintas parejas durante un tiempo determinado. Nosotros pololeábamos casi pensando en casarnos. Ahí viene también la experimentación sexual sin tapujos, que anula la categorización de las opciones sexuales.

¿Cómo crees que ven el futuro?

No creo que lo vean como un tema, no veo que estén muy pendientes de qué van a estudiar, por ejemplo.

Nosotros pololeábamos casi pensando en casarnos. Ahí viene también la experimentación sexual sin tapujos, que anula la categorización de las opciones sexuales.

Tampoco grandes expectativas sobre cómo resolver sus vidas. El futuro es concebido como un objeto de consumo que tiene que ver con sus capacidades adquisitivas, si puedes compras uno bueno o no. Entonces lo ven esquivo, o lo intentan esquivar. Es mejor vivir el presente, creo que esta generación ve la juventud como un producto, como un capital brigido, veo una preocupación mas aferrada al presente. Antes uno pensaba que era el futuro el momento donde iban a pasar cosas, ahora no poh, hay mucho que procesar en un día, muchas cosas pasando, no hay mucho tiempo de ocio como para pensar en el futuro, o en diez años, si puta en un puro día ya pasa mucho.

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Movimiento estudiantil Z

¿Cómo ves el movimiento estudiantil actual en relación al del 2011?

Mmm te lo voy a plantear así: El 2011 escribí la novela “Manual para robar en el supermercado” durante la toma de un liceo en Viña. En una jornada de reflexion entre profes y estudiantes, una cosa medio anarco pero medio hippie, queria hablarle a los cabros sobre lo diferente que era mi generacion con la de ellos. Nosotros una vez protestamos porque subieron diez pesos el pasaje escolar, nos juntamos con otros liceos y terminaron apedreando el nuestro, y nos sentimos pésimo. Despues, en la universidad, recien hubo mas movimiento, en primero y segundo, despues deconfiaba, ¡Pero peleabamos por el derecho a endeudarnos! Por tener más creditos ¡Sin saber que nos estabamos endeudando de por vida! Ahora ellos exigen educación gratuita, una hueá impensable en esa época. Antes habia una idea de largo plazo, de negociar, de discutir con el poder.

¿Y ahora?

Ahora eso no está, ellos se sienten traicionados por los Boric, Jackson Cariola, o Vallejo. No creen en los personalismos, ni tampoco mucho en el dialogo con el poder. Otra cosa interesante es que entró el discurso de genero, aunque fueron ridiculizadas en un principio, se creó un movimiento feministas estudiantil, que tuvo links con otros movimientos. Eso fue la raja. Ojalá se organizaran también, por ejemplo, los hijos de inmigrantes. Que hayan “movimientos estudiantiles” en vez de solo uno.

¿Por qué crees que se dice que se radicalizaron sus demandas?

Porque es verdad. Ellos vieron a sus hermanos mayores pelear la guerra y perder. Y ahora no creen en las promesas de cambios a largo plazo, porque han visto que no pasa nada. Porque nadie ha visto ningún cambio, la reforma ha sido un chiste, imagínate que llevan dos años discutiendo y nadie ha venido a hablar con los profes a conversar sobre lo que se está haciendo. Lo otro es que el movimiento ya tiene una tradición, una historia propia, que no es el de los 80, o los universitarios de los 90, es un movimiento nuevo que tiene cinco años funcionando, con distintos personajes y procesos. Pero es un movimiento maduro, independiente de que sean niños los que lo lleven a cabo. Esa radicalización y nuevas miradas tienen que ver con que son 5 años de protestas sin parar, se han desarmado, peleado, reconciliado, pero ya es parte del imaginario del estudiante vivir paros, tomas, marchas.