Si la historia de las mujeres ha sido silenciada, si las historias de las disidencias sexuales ha sido eliminada o censurada e invisibilizada con el paso de los años las nuevas voces han ido sosteniendo el discurso y han construido memoria gorda, memoria feminista y gorda, porque la gordura es un campo de estudios dentro del feminismo y se pasado por alto, incluso por las mismas feministas.

Este reporte recogido desde los textos de la escritora Karen W. Stimson cuenta la creación y el desarrollo de diferentes colectividades de feminismo gordo en Estados Unidos y Europa. Sólo en el norte, sin embargo es necesario escribir también la historia gorda latina y sudaca. Este es un primer acercamiento. 


Es complejo entender la revolución o las luchas sociales cuando se pasan por alto las prácticas cotidianas del quehacer diario, cuando las dinámicas que se establecen a partir de las relaciones con nuestras personas más cercanas continúan funcionando en relación a la violencia, al desgaste emocional o al fascismo y sus métodos de control como la dieta.

En 1969, en Estados Unidos estaban pisando la luna, o eso fue lo que todo el mundo vio en la televisión desde el planeta tierra. En este norte se configuraron diferentes eventos que de la mano de las corrientes sociales codificaron las personalidades, la política y la filosofía de generaciones que se vieron influenciadas tanto por la escena musical, la segunda ola del feminismo, la rebelión queer de Stonewall y también la NAAFA (Asociación Nacional para Ayudar a los Américanos Gordos, que con el paso de los años se transformó en la Asociación Nacional para Avanzar en la Aceptación de la Grasa, tal como explica la escritora e historiadora gorda Karen W. Stimson).

Estos movimientos contraculturales se conjugaron a partir de la disidencia y el lugar periférico que ocupaban sus demandas en un territorio como Estados Unidos. El Orgullo Gay (el de sus orígenes claro, no el de ahora que es una fiesta de lavado de imagen para transnacionales), los movimientos de mujeres que volvían a surgir y la liberación gorda, que se sumó a finales de los sesenta generó un conglomerado radical de posturas que ha influenciado hasta el día de hoy a través de la expansión del pensamiento crítico que se ha ido adaptando a los nuevos tiempos en los que ciertas luchas aún permanecen en las sombras de las demandas, ya que aún son mal vistas por las demás feministas o activistas en su pluralidad; fueron los que comenzaron a estructurar un discurso político de acción directa.

Ya por 1973, en Chile comenzaba la dictadura militar del tirano Augusto Pinochet, pero en el norte salía el primer número de la revista Ms., aquí se publicaba una columna de opinión firmada bajo el nombre Johnnie Tillmon, en la que se explican una serie de adjetivos que la posicionan como una ciudadana de segunda clase. Entre ellos nombra la gordura, además de la pobreza, la raza y el género.

Ya en el segundo de la revista Bill Fabrey, el fundador de NAAFA, publica una carta en la que agradecía a la revista por generar esta discusión entre el peso y la discriminación, siendo uno de los primeros en introducir los conceptos de liberación de la gordura (Fat Liberation).

Ese mismo año se publica el manifiesto radical Fat Liberation, por la NAAFA y el Radical Feminist Therapy Collective (RFTC), Judy Freespirit y Aldebarán, quienes analizan la opresión de las mujeres gordas desde la terapia, la dieta y el control colectivo desde la publicidad.

Son siete puntos que se van intercalando. Los puedes leer en inglés aquí.

Seleccionamos como nuestros enemigos especiales a las llamadas industrias “reductoras”. Estos incluyen clubes de dieta, salones de reducción, granjas de grasa, médicos de dieta, libros de dietas, alimentos dietéticos y suplementos alimenticios, procedimientos quirúrgicos, supresores del apetito, medicamentos y artilugios como envolturas y “máquinas reductoras”.

Fat Liberation Manifiesto

Por julio de ese año en uno de los boletines de NAAFA en Los Ángeles se da a conocer la primera demanda por discriminación por tamaño. Carolyn Soughers, activista feminista gorda, demandó a una agencia de servicio civil ya que se le negó un empleo por ser gorda.

En 1974 The Fat Underground (TFU) publica un documento sobre sus posiciones políticas feministas en cuanto al sexismo, discriminación laboral, el cuidado de la salud, los estereotipos, la psiquiatría, la alimentación y el humor. Algunas miembros de TFU comienzan a publicar artículos feministas en Sister, un periódico de Los Ángeles.

The Fat Underground

TFU comienza a trabajar con grupos de apoyo para mujeres gordas, lo  que desemboca en un arduo trabajo junto a medios de comunicación y junto a clínicas de salud que trabajan con mujeres. Además publican su primer folleto en inglés y español: Antes de ir a una Dieta, Lea Esto; el que nace luego de una investigación en una biblioteca médica donde encuentran información sobre dietas y salud, sobre resultados en tratamientos médicos.

En agosto de este año muere Cass Elliott, del grupo The Mamas and the Papas. Se decía que murió ahogada con un sándwich, pero su muerte fue provocada por una arritmia cardiaca luego de seguir, presionada, una dieta. En el día de la Igualdad de la Mujer, en Los Ángeles, Aldebarán dice “El sentimiento fue muy intenso tanto en TFU como en el grupo de resolución de problemas de mujeres gordas. El 25 de agosto, en medio de la celebración, Lynn Mabel-Lois de la TFU subió al escenario y dio un discurso elogioso a Cass e inculpó a la profesión médica por su asesinato… al menos veinte mujeres gordas subieron al escenario con Lynn, llevando velas y levantando los puños cerrados. Algunos de ellos eran extraños que se unieron a la marcha en el acto“.

The Mamas and the Papas

En el otoño, la NAAFA y la Organización Nacional de Mujeres (ONM), publicaron sus primeros textos conjuntos de feminismo gordo. Mujeres Gordas y Feminismo, fue uno de ellos, en los que Karen W. Stimson desafiaba al movimiento de mujeres a que problematizaran el peso y la grasa de los cuerpos.

En 1976, la poeta y activista en TFU, Sharon Bas Hanna, envía una carta al Consejo Municipal de Venice Beach en California para que entre a votación la eliminación de la etiqueta Perdida de Peso de un programa de verano que se ofrece en las playas, ya que es necesario que exista un respaldo institucional para que las mujeres gordas puedan participar de cualquier actividad que se realice sin temor al acoso y al ridículo.

En primavera de 1977 se publica el texto de Aldebarán, La Conciencia de la Salud y la Grasa en la revista Issues in Radical Therapy. Un par de meses después también publica Fat Liberation-A Luxury? en State and Mind.

En 1978 comienzan ciclos de talleres en centros de talleres de New Haven sobre feminismo gordo, salud, trastornos de alimentación, sexualidad, ejercicio y cambio social.

En marzo se comienzan a publicar cada vez más artículos sobre feminismo gordo, incluso el New York Times le dedica una página completa de su edición de domingo.

Ese mismo año se publica el Fat Liberator Publications del TFU bajo el título Un Grupo de Mujeres que Resuelven Problemas Gordos: Cambio Radical, aquí cuentan las experiencias del primer grupo de apoyo a mujeres gordas que se organizó en Los Ángeles durante 1973 y 1974. Realizan lecturas sobre la recuperación de las dietas crónicas y la opresión de la grasa que todas tienen internalizada, incluso se trabaja esa idea de darse permiso para comer que luego los grupos anti dietas y trabajadores de la salud popularizarían.

En 1979 se suicida Karen Wynne-Cohen, luego de un año con una dieta crítica para perder peso. Karen era miembro de NAAFA y había fundado otros grupos Nueva York, como The Pen Pal Program, un programa de amigos por correspondencia, muy popular en la época.

Karen fue parte del directorio de NAAFA, su muerte se lamentó y también dio paso a nuevos cuestionamientos, lo que da paso a la publicación de la primera investigación que junta textos de Aldebarán y otras feministas gordas, de la mano de los psicólogos Susan y O. Wayne Wooley, La Obesidad y las Mujeres, una mirada más cercana a los hechos y Obesidad y Mujeres II: un tema feminista descuidado.

Se publica en 1979 un documental con imágenes de 1975 grabadas por Shirl Buss de TFU, dirigido por Marge Dean.

https://www.youtube.com/watch?v=UPYRZCXjoRo&feature=youtu.be

“Es importante que esas personas de los grupos oprimidos tengan la oportunidad de hablar”.

Queer 75/80

Durante 1975 y hasta 1980 en Boston, Minneapolis, Atlanta y San Francisco se comienzan a conformar comunidades de mujeres gordas que ya comenzaban a leer las publicaciones de TFU e innumerables otras feministas gordas radicales, lesbianas y bisexuales.

Estas mujeres gordas se comienzan a organizar desde el cansancio que significa el desplazamiento por ser ciudadana de segunda clase que viene desde sus compañeras feministas lesbianas flacas.


Entre el 18 y el 20 de abril de 1980 se realiza la Primera Reunión de Trabajo de Activistas Feministas Gordas. Son 17 feministas radicales gordas de diversos estados las que se crean estas redes para compartir experiencias, traficar saberes y discutir en torno a la discriminación por tamaño, también a los derechos de las personas con discapacidad y la opresión de la gordura en las comunidades lésbicas.

El mismo mes en Amsterdam, Holanda, las feministas gordas declaran un día nacional para el apoyo a las mujeres gordas. Son cerca de 45 las feministas gordas que establecen redes en vías de establecer una coalición nacional.

En mayo de 1981 se crea el Vet Vrig o Free Fat desde Holanda, un grupo de trabajo que conglomera a activistas gordas “para luchar contra la discriminación por tamaño y los estándares de belleza restrictivos que se nos imponen”, con la misión de contribuir en el Libro de Quejas, un compilatorio de relatos sobre el trato con el que deben lidiar las personas gordas.

Fat Lip Readers Theatre es “Un colectivo de catorce mujeres luchadoras y gordas de la Bahía de San Francisco. Nos unimos de diversos orígenes y no tenemos miedo ni nos avergonzamos de la forma en que nos vemos o lo que tenemos que decir”.

En 1982 se estrena Fat Fat Only Only del Fat Lip Readers Theatre en Berkeley, California. Este colectivo de arte fundado por las feministas gordas Judy Freespirit, Louise Wolfe y más, pasan a ser vanguardia en al escena cultural de la región.

Comienzan a implantarse los Fat Friday, en esos días se llenaba el Women’s Building, la oficina de gordas políticas que convergen desde lugares como las marchas del orgullo gay o luego de crear relaciones amistosas en alguna convención NAAFA, haciendo que San Francisco se convirtiera en la capital de las feministas gordas, lesbianas, bisexuales sedientas de comunidad y pertenencia.

 “Nuestra tarea es decir: ‘Aquí estamos. Traten con nosotras. No nos odiaremos a nosotras mismas si nos hacemos más grandes y no nos vamos a gustar más a nosotras mismas si nos hacemos más pequeñas. Nos queremos a nosotras ahora. No vamos a poner nuestras vidas en espera un minuto más”

Fat Lips

En septiembre se publica la primera antología de mujeres gordas: Shadow on a Tightrope, un libro que establece los marcos de los primeros diez años del movimiento del feminismo gordo que tomó forma a partir de un manuscrito de Aldebarán y Sharon Bas Hannah en sus días en TFU. Les fue imposible encontrar una editorial para publicar el libro así que decidieron distribuirlos en los paquetes de Fat Liberator Publications.

En 1984 sale el primer número de Radiance, una revista para mujeres de todos los grandes tamaños, entendiendo que también existen diferentes gorduras. En esta revista publican nuevas voces que se formaron con la información distribuida por los grupos de feminismo gordo desde hace años.

Por mayo de 1985, Ms. la revista que hace años publicaba sobre la gordura como adjetivo de un ciudadano de segunda clase, por fin reconocía al feminismo gordo al publicar un texto de Carol Sternhell, una miembro de NAAFA con el nombre Siempre Seremos Gordos, Pero la Grasa Puede Estar en Forma. Este texto se viraliza bajo las dimensiones de la época y marca un antes y un después en los libros y videos de ejercicios destinados a las mujeres gordas.

En 1987, Matrix, una respetada publicación feminista de Santa Cruz, California, investiga y prepara todo un número sobre feminismo gordo con el nombre Voces de Liberación Gorda: Abrazar Nuestra Belleza, Reivindicar Nuestro Espacio.

La publicación fue editada por siete mujeres gordas, y hay ensayos, poseías, ficción, ilustraciones y fotografías de mujeres gordas de todos los tamaños, incluso hay mujeres flacas.

En 1988 se aprueba en California por unanimidad una resolución que pide que se registre la discriminación por tamaño. Esta petición nace desde activistas de la liberación gorda.

Por abril de 1989 se publican dos videos feministas gordos. Fat Lip Readers Theatre presenta el video Nada Que Perder, y el BAFL (Boston Area Fat Liberation) muestra el documental Throwing  Our Weight Around de la cineasta Sandy Dwyer, que muestra lo difícil que es encontrar ropa, salud sin prejuicios, cuidado, y tener que soportar a la gente flaca en la calle juzgando tu cuerpo.

En junio de 1990 las feministas gordas celebran que, por fin, se registra la discriminación de tamaño sin votos en discusión. Esto marca un hito legislativo para las feministas gordas.

Agosto de 1992: En Santa Cruz se redacta una resolución de derechos civiles que incluye el peso dentro de sus categorías protegidas. Santa Cruz, entonces, pasa a ser la primera ciudad de Estados Unidos en promulgar una legislación sobre derechos de tallas.

NAAFA y otras organizaciones celebran 10 años de trabajo y es la tercera década para el feminismo gordo en 1993. 

En mayo de 1993, Lee Martindale, se convierte en coordinadora de Estados Unidos para la 2da celebración anual del Día sin Dieta, en la que participan 9 países y 35 países de Estados Unidos.

En junio del mismo año la Corte Suprema de California dice que la discriminación laboral por peso no está protegida por la ley, luego de que Toni Cassista, una feminista gorda, demandara a una tienda de alimentos por no querer contratarla por gorda. Los jueces hacen comentarios sexistas y gordofóbicos durante la sesión.

En septiembre y tras 20 años en los que Lynn McAfee ha educado a investigadores de obesidad desde el feminismo gordo rinden frutos luego de que un estudio de la Harvard Public Health publicado en el New England Journal of Medicine citara la discriminación como una causa de disparidad económica entre mujeres gordas y de tamaño medio.

En menos de dos meses, desde la publicación, la Comisión de Igualdad de Oportunidades de Empleo, una de las agencias del gobierno federal, dice que las personas “severamente obesas”, pueden reclamar protección según estatutos que prohíben la discriminación contra las personas con discapacidad.


En el texto Fat Feminist Herstory, 1969-1993: A Personal Memoir, se recogen las experiencias de la escritora gorda y feminista Karen W. Stimson, y en ellas me basé para escribir estos importantes hitos de la historia del feminismo gordo con ansias de encontrar en Latinoamérica nuevos movimientos articulados desde la rabia, la disidencia sexual, el feminismo y la gordura.