En su paso por México lo agarraron a piedrazos, pintura y huevazos. No es tan descabellado pensar que acá puede provocar una reacción todavía más hardcore.

Casi 40 mil. Fueron 38 mil firmas las que la Fundación Iguales logró reunir por medio de una campaña online con objeto de manifestar el total rechazo a esa mierda de bus transfóbico que además tiene la indecencia de llamarse “bus de la libertad”.

Los representantes de la fundación llevaron cajas con los papeles firmados para entregarselos a Paula Narváes, ministra vocera de Gobierno quien al respecto había asegurado que el bus y su consigna “no va en la línea de lo que el país quiere ni menos de lo que el gobierno ha planteado”.

¿Qué diablos viene a hacer ese inmundo bus a Chile? ¿No tenemos suficiente con el Transantiago? ¿No encuentran irónico que un bus transfóbico venga a pasearse a una capital cuyo sistema de transporte público se llama “Transantiago”?

Desde Iguales dijeron: “La entrega representa la voz ciudadana para decirle al Gobierno que los/as chilenos/as estamos a favor de la plena inclusión y el reconocimiento de los derechos de los/as niños/as y adolescentes trans y en contra de propuestas como este bus que buscan impedir que se les reconozca su identidad de género”.

La violenta e ignorante idea es de la organización española “Hazte Oír” que cuestiona la identidad de género. Su consigna es “los niños tienen pene. Las niñas tienen vulva. Que no te engañen”.

Todavía puedes firmar la carta de rechazo al bus, que hasta el momento estaría llegando a Chile para dar vueltas por Santiago y Valparaíso el lunes 10 de julio. Nos imaginamos que en todo que igual habrá variadas y creativas formas de demostrar cuánto rechazo causa que un vehículo con un claro mensaje de ignorancia e intolerancia de vueltas por nuestras calles. Es bien probable que lo que de eso salga de la vuelta al mundo. En México por ejemplo lo agarraron a piedrazos, pintura y huevos. La dejo ahí. Tengo la sensación de que acá la recepción puede ser un poco más heavy.