Guy Bourdin más que “un maestro de la fotografía” fue todo un visionario. Aunque el artista francés murió hace 24 años, sus fotografías parecen la verdadera inspiración de todas estas editoriales de moda actuales.
Su gusto por lo controversial era equivalente al perfeccionismo con el que congelaba los momentos que serían portadas de revistas, principalmente de las ediciones de Vogue París. Sus propuestas a fotografiar desentonaban de lo clásico y apostaban por lo radical, cuestionando constantemente los límites de la fotografía de moda.
Bourdin sigue siendo inspiración de artistas como David LaChapelle y Jean-Baptiste Mondino. Sin dejar de lado los actuales ToiletPaper. La intención del francés fue siempre narrar una historia con cada foto y lo lograba gracias a su imaginación desbordante.
Independiente de la incomprensión del espectador por alguna de sus composiciones, su fotografía es “bizarramente atractiva”. Lo que siempre quedó en evidencia fue su predilección por temas provocativos, siniestros y surrealistas.
Mucho se especuló sobre Bourdin y el porqué de la carga de violencia, sadismo y locura en sus trabajos; principalmente por su particular visión que tenía el artista respecto al género femenino. Sufrió el abandono de su madre y las tres mujeres más relevantes de su vida amorosa encontraron la muerte de diferentes formas.
Hay quienes lo consideran un personaje con una evidente adversión a las mujeres sin embargo, a través de su trabajo alejó a la mujer de su estereotipo para revalorizarla y retratarla como un ser empoderado; una figura capaz de ser fuerte y dominante independiente de su contexto.
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