Por Valentina Muñoz

Iván Moreira criminalizando a “Mon Laferte” (Laferrt en su idioma) con acento siútico en un matinal representa todo lo que está mal en Chile. Que desde la televisión lleven a este hombre a hablar de paz es la prueba de que no han entendido nada. O que los supermercados retiren las tapas de una marca de cuadernos con grafiteros porque este senador con antecedentes delictuales los acuse de incitar a la violencia es, precisamente, lo que llevó a Chile a acabarse.

https://www.youtube.com/watch?v=MTHft_h9VI0

El problema es que al parecer Chile se acabó y no sirvió de nada, porque todo esto está pasando ahora.

Realizamos una compilación de algunos de sus antecedentes para recordar quién es Iván Moreira, y por qué es más indignante que chistoso que lo inviten a hablar o, peor aún, que sea una autoridad.

Matón religioso

Llamó “Llorón y divo” a la víctima de Karadima Juan Carlos Cruz por Twitter: “Hay muchos inocentes que sufren y no tienen voz, son víctimas como usted. Deje de andar detrás de cámaras y polémicas en TV”, posteó.

Por esa misma red social, acusó a las denuncias de montaje y agregó: “Quien politiza es la izquierda que quiere destruir a la Iglesia para imponer agenda del diablo y destruir principios, valores cristianos”.

¿Me tienes castigado, Hugo?

¿Recuerdas el raspado de olla? Cuando Moreira fue descubierto en un mail pidiéndole sobras a Hugo Bravo en el marco del caso Penta para financiar su campaña política con boletas ideológicamente falsas en las parlamentarias de 2013.

Pese al fraude tributario, los jueces decidieron sobreseer al político por su responsabilidad en el caso Penta en 2018 y de esta manera evitó ir a juicio oral a cambio de comprometerse ante el tribunal a pagar en doce cuotas el pago total de las boletas (36 millones de pesos).

Este arreglo, que lo salvaba de sanciones penales (y el riesgo de ir a la cárcel), fue muy polémico y provocó la renuncia de los fiscales a cargo del caso Carlos Gajardo y Pablo Norambuena, quienes criticaron duramente la impunidad política en la justicia chilena.

Posterior a eso, el militante UDI retomó las vocerías veraniegas de su partido, recuperó su fuero parlamentario y continuó con su carrera política como si nada.

Pinochetista

En 1988 fue nombrado alcalde de La Cisterna por Pinochet. Emblemático funcionario de la dictadura, pasó a ser diputado del 94 a 2010 y actualmente se desempeña como senador de la Región de Los Lagos (a la cual no pertenece, por cierto).

Adicionalmente, ha defendido de manera constante a los militares acusados de violar los derechos humanos en dictadura. En 2017, clamó por el indulto de los reos del Penal Punta Peuco, justificando que se hallaban con enfermedades terminales. Acusó a la izquierda de tener odio y venganza por estar a favor de su permanencia en prisión.

Para la detención de Pinochet en Londres en 1998, Iván hizo una huelga de hambre por cinco días. Hasta hoy, se destaca por ser un defensor acérrimo del dictador. Actualmente, después de más de tres décadas en el poder, continúa siendo una autoridad. Continúa en libertad, continúa teniendo espacio en la televisión y continúa siendo un hombre que utiliza la política para mantener sus privilegios, para ser matón, delincuente impune y pinochetista.