Analizamos todo lo que está mal con los dichos de la diputada Marisela Santibañez, quien respecto al asesinato de Jaime Guzmán declaró que está “bien muerto el perro”.

“Si yo fuera tan radical como soy digo bien muerto el perro, lo digo con convicción. Fue esta diputada la que estuvo presente en la peña de Ricardo Palma Salamanca, y lo sabe mi madre, mi partido y mis compañeros comunistas”, dijo de forma algo acelerada, con bastante vehemencia y pocaza reflexión la diputada del PRO (si, todavía existe) Marisela Santibañez.

Lo dijo en el contexto de La Fiesta de los Abrazos, tradicional celebración organizada por el Partido Comunista y a propósito del #poleragate, el bullado caso que levantó J.A. Kast encontrar una entrevista en Youtube del 2017 donde le regalan una polera con la cara de Jaime Guzmán baleado y en vez de decir “pucha se los agradezco, pero no gracias”, se la caló encima con una sonrisa sin saber jamás el vendaval de mierda que se le vendría encima apróx. tres años después.

El diputado del Movimiento Autonomista pidió disculpas infinitas veces y hasta se tuvo que tragar que desde la UDI lo trataran de “miserable” y “doble estandar” respecto a su defensa de los DD.HH.

Hasta el día de hoy, Boric debe dolerle el haber abierto un flanco así, porque se sabe que cuando sale al baile el asesinato de Guzmán, mártir de la UDI, la derecha se puede victimizar y hablar sin empacho sobre Derechos Humanos.

Con la “filtración” del video de Marisela Santibañez, hablando a la velocidad de la luz (definitivamente más rápido de lo que alcanza a pensar lo que está diciendo) el tema vuelve a la luz pública, provocando un nuevo balazo del progresismo hacia sus mismos pies.

Sin dudas esa es una de las razones de por qué son impresentables sus palabras. Desde el punto de vista de la estrategia política, no hay peor idea que reabrir una polémica de la que no hay cómo salir bien parado. Si la idea era defender a Boric, que es lo que dice al principio del registro, el tiro salió por la culata al mil por ciento.

Dos. Los dichos de la diputada del PRO demuestran un serio desprecio por: la democracia, el progresismo, la vida humana y también, por qué no decirlo, los perros. ¿Qué es eso de “bien muerto el perro”? A quién en su sano juicio se le ocurre pensar que está bien matar un perro, o dos, pensar que está bien matar a un senador de la república y tres, comparar a un ser humano ideólogo de una dictadura con uno de los seres vivos más inocentes y nobles que habitan este planeta. Por todos lados, por donde se le mire, está mal, está pésimo que una diputada de la República se exprese en esos términos en un acto público, de carácter político.

Tres. Hoy día y a menos de 24 horas de aparecido el registro, Santibañez sacó un comunicado ofreciendo disculpas a la familia de Guzmán y diciendo que lo que dijo era un “ejemplo de cómo sería tener una opinión extrema”, lo cual es un insulto a la inteligencia y peor aún, demuestra una lógica farándulera. Son tan burdas sus palabras y sus disculpas, que uno podría creer que acá lo que primó fue un deseo de figurar. De que nos acordáramos de ella. Porque la verdad sea dicha, hace harto rato que no aparecía en las noticias.

Cuatro. ¿Qué hace Renato Garín en la fiesta de los abrazos?

Cinco. Lo que hizo Santibañez es hacerle el juego a la derecha. Polarizar. Dividir y ridiculizar al progresismo, a la izquierda, y de pasada a todo el país. ¿Quién gana con eso? Así es, el innombrable. La extrema derecha.