¡Viva la multiculturalidad!

Esta semana se dieron a conocer algunas cláusulas de la nueva ley de migración que pretende regular la situación de cientos de miles de extranjeros que han llegado a nuestro país sin tener garantías mínimas.

“Tenemos que entender que el efecto migratorio en Chile llegó para quedarse. La ley no va a lograr o permitir que los inmigrantes se vayan, lo que necesitamos es que ordene para tener una inmigración regulada. No es un fenómeno malo, no es un problema. Ayuda a los países a que crezcan y se desarrollen” señaló la diputada RN Paulina Nuñez el día de ayer en El Informante.

“La única forma de dar un marco que garantice el correcto encauzamiento de la migración, es contar con reglas claras. Queremos dejar atrás la migración irregular, porque es la puerta de entrada al abuso, de todo tipo, de chilenos y de extranjeros”, dijo Bachelet sobre la normativa presentada esta semana.

Sin más preámbulos y coincidiendo con las palabras de la parlamentaria, te presentamos tres motivos de cómo los inmigrantes han mejorado nuestra vida en Chile de forma positiva e indudable.


Gastronomía

Probablemente la costumbre de comer porotos granados en verano y la nostalgia de los calzones rotos de tu abuelita te cieguen ante el hecho irrefutable de que la comida importada por los inmigrantes es indudablemente mejor. Seamos francos: ¿Quién en su sano juicio preferiría unas prietas con agregado antes de un ceviche con leche de tigre o un lomo saltado con cebolla morada? 

De hecho, la gastronomía chilena ha sido criticada por visitantes extranjeros calificando nuestras delicias criollas como  “una experiencia decepcionante”. Las gringas de Globe Trotter Girls dedicaron una extensa entrada en su blog celebrando nuestras bellezas naturales pero castigando de forma feroz nuestro amor por la sal, la mayonesa y fritanga.

La falta de opciones saludables en Chile nunca dejaron de sorprendernos. Quienes beben café añadían dos o incluso tres sobres de azúcar en un espresso, que ni siquiera calificaba como uno: la mayoría de los chilenos toma Nescafé en polvo y eso nos hizo llorar cada mañana durante los días que estuvimos en el país” afirmaron ganándose el odio de nuestros compatriotas que no tardaron en repletar la entrada con comentarios ofensivos.

Pero el hecho de que la comida extranjera sea mejor –aunque esto claramente es subjetivo- no significa que la nuestra sea “mala”. De hecho, lo que están haciendo varios chefs hoy en día es aprovechar la fusión entre distintos elementos para mejorar lo nuestro tomando referencias de la gastronomía peruana, argentina y dominicana creando  platos mucho más creativos. La idea de un lomo saltado con papas fritas chilotas y vino tinto solo nos favorece y de sobremanera.

Otro plus de la gastronomía extranjera –sobre todo la peruana- es que se puede disfrutar en diferentes versiones que se ajustan al bolsillo de todos. Un arroz chaufa con camarones siempre es bueno independiente si se sirve en un restaurant fancy o una picada del Tirso de Molina.


Modales

Hagamos un experimento: contemos cuántas veces vemos una pelea en el metro a la semana, sumemos las situaciones en la que nos han entregado un vuelto de mala forma por no tener sencillo y dividámoslo por los empujones y miradas de odio por contextos tan inofensivos como caminar un poco más lento en la calle. El resultado hace que nos replanteemos que tan educados y tolerantes somos los chilenos cuando nos enfrentamos a la vida en comunidad, porque dentro de la oficina, universidad o colegio, tenemos una personalidad completamente opuesta a la imagen que presentamos cuando nos levantamos por la mañana y salimos de nuestra zona de confort.

Es cierto. Estamos chatos del Transantiago y de que este país tenga precios europeos y sueldos sudamericanos. Pero si algo nos han enseñado los extranjeros desde un tiempo hasta ahora, es que andar con la mierda hirviendo por la vida no soluciona el hecho de que la gente no sepa manejar bien o te tire el humo del cigarro en la cara.

Los inmigrantes tienen un trato amable que se ha visto reflejado en todos los sectores donde desarrollan sus trabajos. No es de extrañar que las personas prefieran atenderse con un extranjero en el servicio de salud público por la empatía y buena onda que tienen para dirigirse al otro bajo cualquier contexto.

Detengámonos a pensar cuanto ha sufrido la comunidad haitiana en la isla del Caribe y la disposición que tienen a la hora de compartir con los demás. Los argentinos que vinieron después del corralito en 2001 han logrado crear una comunidad que demostró que el descalabro económico generado por un gobierno no es impedimento para empezar de cero. Los colombianos también son conocidos por su buen trato pese a estar expuestos a los prejuicios que gente ignorante ha puesto sobre sus hombros.

Estos ejemplos de resiliencia no hacen más que demostrarnos que pese a ser una sociedad que también cuenta con diversas complicaciones, la mala disposición que demostramos en el día a día no cambiará nada.


Swag  

Los migrantes tienen todo el estilo y punto. El invierno seco de nuestro país no es impedimento para que los extranjeros expongan su estética adquirida luego de años viviendo en zonas donde predomina la cumbia y el buen clima.

Diego Urbina, periodista que se dedica a la fotografía principalmente, se dio cuenta de esta realidad y retrató en un reportaje a diferentes personas que sin querer queriendo, son grandes imponentes de estilo.

“Como chilenos lo que menos queremos es llamar la atención, por eso andamos uniformados. Aceptémoslo: somos fomes. Se piensa que el que se viste bien o es gay o raro y eso hay que cambiarlo” afirma el fotógrafo respecto a la principal diferencia de los extranjeros con nosotros.

“La forma en que ellos se visten, generalmente, responde a influencias musicales de los artistas que siguen, generalmente del reggaetón, mirando mucho a puerto rico y algunos referentes gringos del hip hop. En el caso de las mujeres, lo que persiguen es verse sexys, y no tanto para el resto si no que consigo mismas, les gusta sentirse bien y no tienen miedo a mezclar colores fuertes ni usar ropa ceñida. Es algo con lo que crecieron y no están dispuestas a tranzar por un par de miradas en Santiago” añade.

A los inmigrantes también les debemos el boom de las barberías de dominicanos, colombianos y ahora último también venezolanos Antes de eso, los cortes de pelo monotemáticos con la pichanguera impuesta por Gonzalo Valenzuela el 2003 o los de tipo noventero con Nick Carter como referencia parecía la única opción para nuestras cabezas y ya era hora de que se terminara esa tendencia.

También está el ejemplo de Anna Febriel, apodada por la prensa como “la Rihanna de Buin”, que actualmente se desempeña como modelo intentando desarmar los cánones eurocéntricos de estética que predominan en nuestro país.

https://www.instagram.com/p/BKjUy_3Aqry/?taken-by=marte_smile

Por éstas y muchas razones más es porque esperamos que la nueva ley de migración les haga la vida más fácil a los miles de extranjeros que llegan a Chile a aportar con sus diferentes culturas : )

Bienvenidos sean.