La detención de la actriz Allison Mack, detenida y acusada de reclutar a mujeres para su posterior abuso sexual en una secta nos recuerda que aún en el siglo XXI estas demencias siguen ocurriendo.

Smalville, serie cuya premisa giraba en torno las dificultades que vivió Clark Kent antes de convertirse en Superman, volvió a ser mencionada en los medios de comunicación por un desenlace macabro que poco tiene que ver con su mediocre producción y argumento.

La razón es que Allison Mack -que interpretó a Chloe Sullivan en la serie- fue detenida el 20 de abril por cargos que parecen sacados de archivos policiales sesenteros cuando las sectas que rendían culto al diablo se expandieron considerablemente.

Mack, de 35 años pertenecía a la organización NXIVM (de pronunciación nexium) responsable de esclavizar, extorsionar y marcar con fuego a cientos de mujeres en Estados Unidos, aunque la organización también cuenta con sedes alrededor del mundo, teniendo hasta 8 mil miembros tan solo en México.

Mack reclutaba a mujeres para vender cursos de autoayuda carísimos. Estas membresías -que superaban los dos millones de pesos tan solo por inscripción- terminaban por someter a sus adherentes a un régimen de control absoluto impuesto por su líder, Keith Raniere.

La actriz Sarah Edmondson contó su experiencia en televisión, explicando el sistema de jerarquías impuesto por Raniere y las vejaciones que sufrió durante los 10 años que perteneció a NXIVM.

“Me marcaron con fuego. El dolor fue peor que un parto: quemaron mi pierna durante media hora con un láser caliente sin ningún tipo de anestesia. Este ritual incluía tener relaciones sexuales con Raniere en varias oportunidades” asegura Edmondson en el video donde denuncia que también fue extorsionada con la filtración de fotos privadas por la misma Allison Mack.

El nivel de compromiso de Mack con la organización era tal, que arriesga cadena perpetua por los presuntos crímenes cometidos en NXIVM al ser señalada como cabecilla y principal organizadora de la entidad. Incluso, la marca que llevan sus miembros -y que les quedará de por vida- es una combinación de las siglas de Allison Mack y Keith Reniere.

Por supuesto la industria ya está en pre-producción de una serie inspirado en el caso.

NXIVM
Las víctimas de la secta NXIVM eran marcadas al rojo vivo en contra de su voluntad con las siglas de sus cabecillas como parte de un ritual. Créditos: Diario.MX

 


Cuando pensamos en sectas lo primero que se nos viene a la cabeza es Charles Manson, que mandó a sus seguidores a matar a la actriz Sharon Tate embarazada de 8 meses junto a sus amigos en la mansión que compartía con su esposo, el director Roman Polanski. El caso generó tanta conmoción que décadas después sigue siendo un ejemplo de cómo el poder de convencimiento de una persona puede arrastrar a que decenas, cientos o miles de individuos cometan crímenes o atenten contra su vida gracias a su poder de convencimiento.

Además, el caso de NXIVM es un claro reflejo de cómo nuestra sociedad no ha logrado erradicar las sectas, que mutaron su discurso y funcionamiento en orden de adaptarse al objetivo de responder a los intereses de un líder enfermo y con complejo de Jerusalén (síndrome del mesías).


Otros casos tan impresionantes como el de NXIVM

Las sectas se definen como organizaciones, generalmente religiosas, que se apartan de las doctrinas tradicionales u oficiales tomando carácter secreto para los que no pertenecen a ella; especialmente cuando se considera que es alienante o destructiva para sus seguidores.

Tomando esto en consideración, no es de extrañar que el carácter autodestructivo de las sectas -independiente del lugar del mundo donde surjan- culmine con una profecía apocalíptica que incluye el suicidio de su propio líder para no otorgar continuidad o herederos de sus dogmas.

El carácter omnipresente autoformado por estos líderes propone teorías tan ridículas que resulta muy difícil comprender cómo una masa de seres humanos puede seguirlos hasta las últimas consecuencias.

Heaven’s Gate

Esta secta, formada por el matrimonio compuesto entre Marshall Applewhite y Bonnie Nettles, aseguraban tener la verdad absoluta sobre el origen y continuidad del ser humano. Tal como la Cienciología, los adherentes de esta agrupación confiaban en que los extraterrestres eran responsables de crear nuestra especie y que solo algunos pocos serían llevados por ellos mismos al siguiente nivel.

En sus ceremonias se leían pasajes de la biblia y Applewhite aseguraba tener contacto con los seres interestelares a través de Star Trek. Contrario a lo que muchos pensaban y pese a sus teorías ridículas, ninguno de sus miembros dimitió de las filas de Heavens Gate en el periodo comprendido entre 1975 y 1997.

Finalmente, su creador orquestó el mayor suicidio en masa de la historia de Estados Unidos al convencer a sus 39 miembros de tomar barbitúricos mezclados con vodka.

Los suicidios se llevaron a cabo durante 4 días siendo Applewhite uno de los últimos en morir dejando un video explicando los motivos de su decisión.

Según consta la investigación realizada por las entidades de inteligencia en Estados Unidos, el líder del grupo convenció a sus seguidores de que la venida del juicio final coincidía con el paso del cometa Hale-Boop, que traería una nave espacial para llevarse a los miembros del grupo consigo.

Los miembros de la secta se suicidaron usando Nike Decades, haciendo que la marca descontinuara inmediatamente el modelo para no ser relacionados con los acontecimientos.

Templo del Pueblo

Si bien el caso de Heavens Gate fue el mayor suicidio en masa ocurrido en suelo americano, las proporciones de la inmolación colectiva ocurrida en Jamestown el año 1978 fueron sin precedentes. Hasta los atentados del 11 de septiembre de 2001, nunca habían muerto tantos americanos en un solo día y bajo circunstancias tan macabras e inexplicables.

Jim Jones fundó en la década de los 60 el Templo del Pueblo, organización que promovía las relaciones interraciales y el ideal de socialismo durante el auge de la Guerra Fría y cuando comenzaban a fomentarse las primeras marchas a favor de los derechos civiles. El carácter transgresor de lo que proponía esta “iglesia” logró que se sumaran miles de adeptos con el correr de los años.

Para escapar de lo que catalogaba como un inminente desastre nuclear, Jones fundó en Guyana junto a miles de seguidores el pueblo agrícola de nombre Jamestown. En poco tiempo el lugar se convirtió en campos de trabajos forzados aislados del resto del mundo donde sus habitantes subsistían en base a una dieta de legumbres y arroz.

Cuando el congresista Leo Ryan fue a investigar la situación, fue asesinado junto a los periodistas y disidentes que intentaron abandonar el lugar.

Paranoico, Jones obligó a ingerir cianuro a más de 900 personas que murieron en el acto (300 de ellas eran solo niños) antes de suicidarse disparándose en la cabeza. Solo 11 personas sobrevivieron al Templo del Pueblo.

Secta de Colliguay

Conocemos el caso. De un momento a otro en nuestro país, Chile, supimos quien era Antares de la Luz, autodenominado profeta que quemó vivo a su propio hijo recién nacido convencido de que se trataba del anticristo.

Los hechos hicieron que nuestro país ahondara todavía más en el carácter general de las sectas y aprendimos que nuestra idiosincrasia no está exenta de caer en ellas. Ni siquiera los integrantes de esta agrupación, todos profesionales, pudieron con el carácter dominante de Ramón Castillo, que fue profesor de música antes de convertirse en la persona más buscada de nuestro país.

Si bien la secta realizaba sacrificios de animales y sexo grupal como parte de rituales purificadores, lo que llamó la atención de la opinión pública fue el uso de ayahuasca durante estas sesiones. Los siete responsables y condenados por complicidad e infanticidio, alegaron estar bajo el efecto de esta droga al momento de cometer el delito.

La mitad de los integrantes de la secta de Colliguay abandonó la organización cuando cayeron en cuenta de que no se cumplieron las profecías sobre el fin del mundo que promovió Antares.

De los 7 acusados por el crimen cometido en noviembre del 2012, solo dos fueron sentenciados a una condena de 5 años mientras que el resto quedó en libertad vigilada. Antares de Luz fue encontrado muerto en Cuzco luego de ahorcarse en una casa abandonada.

Generalmente el origen y expansión de las sectas son tomadas en cuenta por motivos específicos, pero nunca se ha realizado un seguimiento a tiempo que pueda detener las acciones de estas organizaciones. Es tanto el aislamiento y compromiso de los miembros de guardar silencio, que solo nos damos por aludidos del funcionamiento de varias de ellas cuando sus líderes actúan hasta las últimas consecuencias.

¿Qué hace que personas se adhieran a una secta?

“En el fondo se pone en juego diferentes variables de la personalidad donde destacan dos: la personalidad del líder o la líder, marcada por una tendencia narcisista capaz de identificar las vulnerabilidades de terceros”, nos cuenta Felipe Valdés, sicólogo.

“Ese líder es capaz de atraer personas donde se da una relación complementaria al entregarles cosas que no tienen, como sentido de pertenencia”, agrega remontándonos al caso de Allison Mack que reclutaba mujeres que presentaran un perfil sicológico fácil de moldear para Reinier.

Tal como vimos en los casos expuestos, la gente se siente especial al recibir un trato único en un contexto de aislamiento donde deja de existir influjo de la realidad. Los adherentes no reciben una retroalimentación de lo externo convirtiéndose rápidamente en fieles seguidores de este líder mesiánico.

“Siempre están en ambientes alejados, para mantenerlos privados de otros estímulos que les hagan dudar de lo que su líder proclama. Es lo que pasó en Villa Baviera, donde existía una comunidad autosustentable que no necesitaba de terceros para su supervivencia cayendo en una realidad donde cada uno juega un rol creándose jerarquías”, afirma Valdés.