Hablamos con la presidenta de la ADEO y con estudiantes y nos explicaron por qué actualmente convertirse en dentista puede resultar un verdadero dolor de muelas (gracias, no se molesten).

No es un misterio para nadie que odontología esté en crisis. Desde hace años los expertos del mismo gremio vienen advirtiendo que no hay espacio para todos en el mundo de la salud dental por una sumatoria de razones: universidades sin acreditación que ofrecen educación paupérrima con precios inflados en sus aranceles, falta de trabajo en el sistema público y poca regulación en el privado, además de una escasa ética en su metodología de enseñanza donde los estudiantes dependen de sus pacientes para pasar los ramos.

Ejemplificando la delicada situación están las recomendaciones entregadas por la OCDE donde afirman que para que la profesión sea rentable y proporcionada, debe existir 1 dentista por 1.785 habitantes; en nuestro país la situación es de 1 dentista por cada 886 habitantes generando una sobreoferta del 101%.

Tomando en cuenta que egresan 3 mil odontólogos al año, se espera que la situación se agrave rápidamente haciendo que esta sobreoferta sea del 200% en 2020. Y pese a todo, siguen matriculándose miles de personas al año creyendo que odontología sigue siendo la gallina de los huevos de oro.

La presidenta de ADEOAsociación de Estudiantes de Odontología Paula Labbé, argumenta que la principal causa de esta crisis se debe al boom de universidades que durante los noventa ofrecieron odontología como una forma constante y sonante de ganar dinero, siendo que muchas de estas facultades continúan sin estar acreditadas.

El hecho de que odontología sea la carrera más cara del país tampoco se traduce en una buena calidad respecto a su formación profesional.

No se explican los aranceles caros existiendo sobre cupos, falta de profesores y negligencia en el sector público” afirma Paula.

La situación es tal, que la representante del gremio asegura que “somos los niños símbolo del lucro en la educación y del área de la salud”.

“A las personas que quieran estudiar odontología, les recomiendo que lo hagan por vocación y entiendan que es una carrera solitaria con un camino muy árido por recorrer. Quienes entran deben estar dispuestos a dar la pelea” agrega.

A continuación, te presentamos casos de aquellos que decidieron darla, pese a todo lo que implica:

Camila, sexto año: “No le recomendaría a nadie estudiar esto, la situación actual es horrible”

Camila paga un arancel de 650 mil pesos mensuales.

“Ahora que abrieron odontología en todas las universidades, existen demasiados profesionales por cabeza, y cómo el área de odontología está cubierta de forma paupérrima en la salud pública hay muy pocos espacios ahí también”.

“Pago 650 mil pesos mensuales, pero me dan los materiales. Un estudiante de cualquier universidad gasta una brutalidad durante esta carrera. Ni hablar de la especialidad, también es muy cara. Sinceramente no le recomendaría a nadie estudiar esto, porque la situación actual es horrible. La estructuración de la carrera es nefasta, porque te evalúan si un paciente aparece o no. Existe gente que ha perdido becas y créditos porque a un paciente se le ocurrió dejar de ir a atenderse”.

“Lo único que me motivó a estudiar odontología fue la ignorancia. Otras personas lo hacen porque sienten una convalidación de lo científico con el talento manual, además de pensar que te dará seguridad económica. Pero no es así. No tengo claro mi futuro laboral, solo quiero encontrar algo que me permita ahorrar hasta saber lo que quiero hacer. Pero tomando en cuenta la situación, lo veo bastante difícil”.


Paula, cuarto año: “La vocación de servicio se perdió”

Paula paga un arancel anual de 8 millones de pesos.

“Tengo una visión dual respecto al tema: Mis papás son dentistas y tienen su clínica privada pero aparte cada uno trabaja en el ámbito público. Existe un sobrestock de dentistas pero es solo en el ámbito privado. Nadie quiere ser dentista en Cesfam”.

“Los dentistas recién egresados tienen por prioridad de generar plata y hacer la especialidad para tener su clínica, mis papás han visto desfilar muchos dentistas jóvenes que no están ni ahí, trabajan 2 años y después renuncian porque en esos 2 años ya lograron juntar la plata para la especialidad. Más allá del sobrestock creo que la vocación de servicio se perdió. Hay tantos dentistas y tantas universidades que los egresados de ahora solo piensen en competir entre ellos”.

“Ahora los dentistas ven bocas, no ven pacientes. El aumento de universidades y de promociones más allá de generar un problema de empleabilidad, hizo que los egresados tuvieran más en mente el destacarse como profesionales y se desensibilizaron en la práctica”. 


Martín, quinto año: “Existen universitarios que buscan en la calle a personas para que se hagan tratamientos, y eso es indignante”

Martín paga un arancel de 6 millones anuales, sin incluir materiales.

Me metí a estudiar odontología como el típico pendejo weón que le gustaba la biología cuando chico y quería tener más tiempo libre a diferencia de quienes estudian medicina. Quería ser dueño de mis propios tiempos, ya que por lo general los dentistas hacen clases, o trabajan en una universidad y no se limitan a un lugar fijo.

Como costo adicional de la carrera, a partir del tercer año tuve que comprar los materiales:  bandejas, espátulas, vasitos, etcétera. Hasta el pincel más insignificante. Son 500 mil pesos adicionales al año en materiales.

Las mayores complicaciones es que todos los ramos son anuales y a diferencia de medicina, yo dependo de mis pacientes. Existen universitarios que buscan en la calle a personas para que se hagan tratamientos, y eso es indignante. La carrera está saturada y termina ganando mucho más el empleador que un dentista independiente. Por eso los dentistas comienzan a pitutear en diferentes lados.


Daniela 26 años, egresada: “La población asume que un dentista es millonario y eso no es así”

Daniela debe 24 millones de pesos al  CAE.

Estudié en la Universidad de Chile, una de las más baratas del país en aranceles de odontología, por lo que mi carrera costó alrededor de 4 millones de pesos al año. Sin embargo, los materiales cuestan 500 mil pesos adicionales a partir del tercer año, y finalizando la carrera estos costos suben a un millón de pesos.

En los noventa había 4 facultades de odontología y actualmente más de 30 donde la mitad no está acreditada generando una sobreoferta de profesionales. Solo un 15% se atiende en el servicio público, y esto se debe a que no hay un incremento en el número de vacantes para trabajar en este sector.

La verdad es que la atención privada es un desastre porque hay demasiada gente trabajando para atender un porcentaje pequeño de la población que puede costearlo. Esto refleja que aunque existan más dentistas en el país, no se ha logrado disminuir la prevalencia de enfermedades dentales en Chile.

La población asume que un dentista es millonario y eso no es así. Hay publicidad engañosa por parte de las universidades como si la carrera fuera grito y plata y no lo es. Estudié con crédito algunos años, porque tuve beca deportiva, sin embargo estos años con CAE me dejaron una deuda de 24 millones de pesos. No recomiendo que alguien estudie odontología sin saber a lo que realmente se enfrenta. 

 

 Felipe, Dentista, Fundador Deenty.com

El mercado laboral para los dentistas está muy complejo, ya no basta con instalar tu clínica como pasaba antes.

Me titulé hace 8 años con la idea de comenzar mi propia consulta y hacer lo que me apasionaba, que era atender pacientes, pero al corto plazo vi que los pacientes no llegaban, que cada amigo o familiar también tenía 3 dentistas más donde ir y me veía el día completo en nada. Ahí comencé a ver como captar nuevos pacientes y terminé armando deenty.com, un servicio para ayudar a los colegas  a través de Internet.

Hoy básicamente me cambié de rubro y en Deenty ayudamos a dentistas a exponer sus servicios en internet y que más gente los conozca, también los ayudamos a que tengan acceso a más medios de pago, dándoles acceso a tecnología para que sus pacientes paguen con los excedentes de las isapres.

Los dentistas son independientes por naturaleza y su preparación profesional es súper especifica y muchas veces no cuentan con las herramientas para promocionarse de la forma correcta, esta bueno que se den cuenta de eso y que ojalá puedan desarrollarse profesionalmente sin tener que trabajar en Mega clínicas que los esclavizan por una miseria