Que no te confunda el nombre, el KitKatClub no tiene nada que ver con el famoso chocolate: es la discoteca famosa por ser uno de los clubes de sexo más populares de Berlin.

Portada por @tomaso.o

En nuestro viaje a la capital Alemana en el marco de los 20 años de la Red Bull Music Academy, la gente de Redbull nos recibió con cientos de folletos, revistas y hasta una pequeña guía para saludar y pedir cerveza en alemán.

De entre todos los archivos, había uno donde el equipo editorial de RB nos recomendaba los lugares para ir a bailar, tomar y comer. Así que siguiendo su consejo, el primero en llamarnos la atención fui KIT KAT

Después de Berghain (del cual ya hemos escrito varias veces), Kit Kat debe ser otra de las discos envuelta en un atmósfera de secretismo, sexo, drogas y techno.

¿Quieres bailar y terminar teniendo sexo con algún extraño? Pues, bienvenido a KitKat.

Lo primero que notas al llegar al lugar es la fila, mucho más corta que la del Berghain.

Este local también es conocido por sus guardias pesados, dedicados a hacer una curatoria de personas que pueden o no acceder al lugar. Lo importante en este punto es hacer la fila callado, esperar tu turno y poner cara de “cool”. Dependiendo el día (hay días temáticos gay, trans, etc..) puedes tener suerte o no en la entrada, procura no llegar con un grupo de amigos de más de 3 personas y llamando la atención ya que podrías tener problemas para entrar.

Como tips para entrar nos dijeron que nos aprendiéramos el nombre del DJ que tocaba esa noche por si el bouncer nos preguntaba.

Como éramos un grupo de 6 personas, decidimos separarnos en 3 grupos de 2.

Cuando llegamos a la puerta nos percatamos que era la noche “heterofriendly”.

Adentro es espacioso y lleno de lugares para descansar junto a una sala central donde está la cabina del DJ.

El lugar y el concepto está dedicado para personas con mentes abiertas que se quieran sentir libres y por eso existe un código de vestimenta. Después de la entrada, hay un lugar donde tienes que dejar tu celular (las fotos están prohibidas) y está la opción de dejar tu ropa para entrar lo que es, completamente desnudo o con menos prendas. Entre menos ropa, mejor, nos decía la chica del lobby.

De ahí pasas a diferentes salones con camas, sillas y todo lo que quieras para estar lo más cómodo posible, también había una piscina, pero por no ser temporada de verano, estaba cerrada. Un local nos contaba que aunque sonara buena idea, bañarse en ella te aseguraba pegarte una ETS.

Dentro te encontrabas con toda la fauna que la noche berlinesca te podría entregar. Una chica con poca ropa posaba sensualmente arriba de unos sillones sin despegarnos la mirada, en un par de minutos nos percatamos que la chica era la dealer del lugar buscando clientes (y nosotros que pensábamos que estábamos siendo un hit).

Aunque había de todo y en todos los formatos, el lugar te invitaba a sacarte la ropa y bailar sin preocupaciones.

Drags queens en latex, gays, lesbianas, zorrones sin polera y hasta un persona sentada masturbándose con la gente que pasaba eran el panorama del lugar. Casi todo lo que pondrías pensar cuando piensas en un club de sexo.

En la pista de baile la escena continuaba con mucha gente bailando techno a todo volumen sin importarle mucho lo que pasaba alrededor, esa era una de las gracias de lugar, porque hay que decirlo: los heterosexuales zorrones son buenos para arruinarlo todo, pero en el lugar se respiraba un respeto total por el metro cuadrado y el cuerpo de los demás. Se respiraban otras fragancias también.

Si sobrabas, los bouncer lo detectaban y era muy común ver a gente siendo sacada del lugar por dar jugo.

Más caida la madrugada ( el lugar cerraba a las 6AM) la cosa se empezaba a descontrolar y la fauna también. De estudiantes de intercambio y turistas curiosos pasábamos a Drags queen lookeados para una fiesta del tipo “La chica del dragón tatuado” y parejas practicando el Kamasutra en algunas de las camas que estaban disponibles, no exactamente para dormir.

Nos fuimos cuando literalmente nos echaron, el sol empezaba a salir y mientras la mitad del grupo trataba de tomar un taxi para dormir, la otra mitad nos preguntábamos ¿donde es el after? Lo bueno es que era Lunes.

Gracias a Jose Jara encontramos un video de un alemán haciendo un tour por el local, la verdad se ve mucho mejor con gente desnuda.

https://www.youtube.com/watch?v=iRanJtsn470