El Día Mundial del Mosquito fue el viernes pasado, pero quedamos con la duda sobre la veracidad detrás del dicho que siempre escuchamos en alguien en verano: “Me picaron los zancudos porque mi sangre es más dulce”. Las respuestas detrás del mito te sorprenderán. (Spoiler: tu aliento y hasta tu ciclo menstrual podrían influir). 

Si acampaste o si dejaste la ventana abierta en verano y te picaron los zancudos puede que no sea por el dulzor de tu sangre (lo que no niega que seas un dulce). Este y otros mitos, fue lo que el doctor Helge Kampen, jefe de laboratorio de Infectología del Instituto Friedrich Löffler, quien además es un biólogo especializado en parasitología y entomología, quiso comprobar y que reportó el DW.

¿Por qué los zancudos me pican y no a los demás? “Las exhalaciones corporales son diferentes, según la persona, y por eso son atractivas para diversos tipos de mosquitos”, explica Kampen. Y a esto hay que añadir que la variedad del zancudo cambia según la región en la que esté. Además, la comida y la bebida también influyen.

Ilustración por @pictomono en IG.

Kampen cuenta que su madre siempre le decía que apagara la luz de su pieza antes de dormir y que cerrara la ventana en verano para que no entraran los mosquitos, pero lo que el científico comprobó es que no son atraídos por la luz, sino que para cada persona es diferente y es a partir de las emanaciones de los cuerpos y el aire que expiran. Y, “lo de la ‘sangre dulce’ no es del todo cierto”, así que si comías muchos dulces, entonces era mera coincidencia que te picaran.

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Eso sí, “el alcohol atrae a los mosquitos”, afirma el experto, “Tras la ingesta de alcohol se modifican las emanaciones a través de la piel, y se vuelven más atractivas para los mosquitos. Los fumadores, en cambio, no son de su preferencia. Pero las mujeres, en determinadas fases de la menstruación, son también más atractivas para los mosquitos”, indica Kampen. A que no te lo esperabas. 

Pero los mosquitos no son del todo malos, así que no los consideres enemigos: “Cumplen una función específica en el ecosistema. Las larvas sirven de alimento para peces, anfibios e insectos acuáticos. Y a su vez, los adultos, son alimento de aves, murciélagos e insectos”, recoge el medio. Sin mosquitos, todo esto se alteraría. Así que piensa dos veces antes de matar a uno.