La detección temprana del alzhéimer podría ayudar a que los afectados retrasen el proceso degenerativo que provoca la enfermedad.
Los cambios en los niveles de una proteína específica que se encuentra en nuestra sangre podría dar cuenta de cuan dañado se encuentra nuestro cerebro una década antes de la aparición de la sintomatología correspondiente a la demencia senil o mal de alzhéimer.
Si bien no existe una droga o medicamento para detener y curar la enfermedad, los investigadores concluyen que tener un informe anticipativo respecto al diagnóstico ayuda a que un individuo se prepare con antelación para poder apalear futuras complicaciones.
Los investigadores -cuyo estudio fue publicado por el medio inglés “The Guardian”– señalan que los cambios presentes en estos niveles de proteína son útiles para el testeo de nuevos fármacos que ayuden a detener o frenar la enfermedad.
“Sabemos que la enfermedad de alzhéimer comienza en el cerebro una o dos décadas antes de que el afectado presente algún tipo de síntoma” dijo el profesor Mathias Jucker durante el desarrollo de la investigación.
“Ahora sabemos también con certeza, que la terapia paliativa respecto al diagnóstico de esta enfermedad es favorable para determinar la causa si se realiza un diagnóstico con anticipación” agregó.
En Chile el alzhéimer supone la tercera causa de muerte en el país y se espera que para el año 2050, existan más de medio millón de personas afectadas por la enfermedad.
Lo peor de esta realidad es que no existen informes epidemiológicos que contabilicen a las personas con este tipo de demencia en el país. Sin embargo, existen informes con estimaciones donde se asegura que 200 mil personas padecen la enfermedad que se caracteriza por su alto costo (unos 11 millones de pesos por persona).
El año 2015 murieron casi 2 mil adultos mayores de 70 años producto de esta condición.
La enfermedad es provocada por una muerte acelerada en determinadas regiones del cerebro y al principio se comprometen las regiones que tienen que ver con la adquisición de nuevas memorias. Existen tres fases de la enfermedad: leve, moderada y severa.
Durante su última etapa, los afectados son completamente dependientes de una tercera persona al ser incapaces de valerse por sí mismos.
La aparición del alzhéimer corresponde a motivos que van desde la carga genética hasta ciertas conductas modificables dentro del estilo de vida de un individuo. Se recomienda mantener una vida intelectualmente activa como también evitar el sedentarismo como una forma de prevención de la enfermedad; sin embargo, el factor genético no ha podido ser corregido por científicos y hasta el día de hoy el alzhéimer es uno de los padecimientos más difíciles de tratar por la ciencia.
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