Teñirse el pelo de colores de fantasía, al igual que tatuarse o hacer cualquier modificación en tu cuerpo, es una poderosa arma para expresarte y conocerte a ti mismo.
“¿Qué clase de Ramona Flowers es esta?”. Este ha sido uno de los tantos mensajes o comentarios que me han hecho amigos y conocidos sobre los colores de mi pelo. Por lo general, un color me dura tres semanas en promedio, hasta que me bajan las ganas de cambiarlo por otro. No tiene nada que con querer parecerse a Ramona, de Scott Pilgrim vs. The World, o a Clementine, personaje de Eternal Sunshine of the Spotless Mind, ambas mujeres conocidas por sus pelos de colores.
Esta forma de expresarte a través del cabello está presente en la historia humana desde las primeras civilizaciones. Los griegos, egipcios y romanos utilizaron henna, kohl y otros tipos de colorantes vegetales para oscurecer el color de sus pelos, como también empezar a jugar con la decoloración natural. La razón: marcar una diferencia en cuanto a posición social, cultural y un absoluto control en la totalidad de la imagen propia.
“La primera coloración fue creada por Eugene Schueller, fundador de L’Oréal, en 1907, sin mucho éxito. Después de un largo proceso en que los tintes pasaron de temporales a permanentes, hoy tenemos una larga variedad de ellos en el mercado”.
Pero, profesionalmente en la industria de la cosmética, recién en el siglo XIX que August Wilhelm von Hofmann realizó investigaciones con anilina y amoniaco, lo que permitió crear más adelante las primeras tinturas para el pelo. La primera coloración fue creada por Eugene Schueller, fundador de L’Oréal, en 1907, sin mucho éxito. Después de un largo proceso en que los tintes pasaron de temporales a permanentes, hoy tenemos una larga variedad de ellos en el mercado.
Aunque la química y las convenciones sociales tengan mucho que ver acá, es también una forma de expresar tu creatividad y de moldearte a ti mismo. Hayley Williams, vocalista de Paramore, lanzó en 2016 Good Dye Young, su start up de colores de fantasía propios. Conocida desde el inicio de su carrera por usar colores como el rojo, amarillo, verde o todos combinados, para ella siempre ha sido una parte de su calidad de artista.
“Teñirte el cabello es algo artístico y creativo, pero también es punk rock. Me inspiran muchas pasarelas de moda y son esas mismas las que está usando colores tan locos y extremos en los pelos de las modelos como los de nuestros fans que van a vernos tocar, con colores que nunca había visto antes”, dijo a Nylon.
A los 17 años, en Nashville, conoció a quien sería su compañero de labores en la industria cosmética el maquillador y estilista Brian O’Connor cuando él trabajaba en un salón y ella quería teñirse el pelo naranjo y amarillo. Ese fue el primer look que le vimos a Hayley durante la promoción de su single “Emergency”. Juntos, crearon esta compañía que produce tintes de fantasía veganos.
“Al crecer en Mississippi, nunca me sentí como los otros chicos que iban a mi escuela. Sabía que era diferente; veía TRL para saber que usaban las celebridades y que estaban haciendo. Amaba TLC, Christina Aguilera, Gwen Stefani, Vitamin C, todas esas mujeres que llevaban el maquillaje al máximo y se expresaban con sus atuendos. Sinceramente, Missy Elliot usando una bolsa de basura es mi momento favorito. Era tan joven cuando ese video salió, yo no entendía en ese momento lo que eran los ideales de belleza o las expectativas de la sociedad de cómo las mujeres se debían ver; ni siquiera sabía que significaba la palabra ‘sexy’. Solo vi a mujeres que reconocí como poderosas, la que les importa una mierda todo. Me impactó para siempre”, expresó Williams.
Tinturas a la chilena
La idea de la cantante de Paramore y compañía era la de crear una compañía con estilo pero libre de sufrimiento animal. En Chile, también son varias los emprendimientos que siguen este postulado de utilizar productos, muchas veces hechos por ellos mismos, completamente cruelty free, naturales y veganos para tinturar a sus clientes.
Pelo de Pony funciona desde 2012, cuando comenzaron como un servicio de peluquería a domicilio que se transformó en salón por la clientela que tenían, que subía cada día más. Fue uno de los primeros salones en tomarse las redes sociales para ofrecer tanto sus tinturas (que hoy no tienen para la venta personal) y su servicio de coloración. Utilizan principalmente productos de fitocosmética, que son artesanales y derivados de hierbas medicinales, que además son veganas.
“La mayoría de nuestros clientes no son tan jóvenes como se podría creer. Muchos de ellos tienen carreras tradicionales y trabajan en eso. Creemos que estamos frente a generaciones con menos prejuicios, que se informan, critican y opinan; generaciones que hoy conocen y apoyan las distintas formas de expresión y/o modas”, comentaron en Pelo de Pony.
Esto es algo en lo que concuerda Lucy González de Prisma Hair Dye. “Estamos en el siglo XXI donde la gente ya está desenvuelta y no le teme al que dirán. Mi padre tiene 55 años y se ha teñido de todos los tonos, sus favoritos son los lilas y celestes, en ocasiones se tiñe la barba verde limón y todos lo miran como un bacán. Teñirse no es de locos ni raros, es demostrar que tenemos suficiente seguridad de nosotros mismos, y la gente adulta está aprovechando de hacer lo que seguramente no hicieron cuando jóvenes y lo que si se pueden hacer en estos tiempos”, explicó.
Un poco más nuevos, Rebel Glow también es un salón chileno que produce sus propias tinturas veganas. Comenzaron a medidas de 2015, cuando Sunna, su dueña y diseñadora de profesión, encontró que en el mercado nacional no habían suficientes tinturas de calidad:
“Todo partió como respuesta a una necesidad que no estaba satisfecha, ya que no existían tinturas fantasía de procedencia nacional que fueran confiables y de calidad. Para conseguirlas se debían encargar desde afuera y a un alto costo. Ya llevaba bastante tiempo tinturando mi cabello y luego de realizar investigación y pruebas con insumos no nocivos (pruebas en humanos, no animales), llegué a una fórmula que fuera posible manufacturar para la comercialización a un costo accequible”.
La idea de hacer tinturas veganas de manera profesional es una forma de concientizar el respeto animal y los productos que usamos, que no generen un impacto negativo en nuestros cuerpos ni en el medioambiente. “Ahora existe una gran cantidad de productos en el mercado además de técnicas no son dañinas para la salud. A diferencia de 10 o 15 años atrás, por ejemplo, los productos existentes eran limitados y mucho más agresivos, hoy en día se puede lograr una cabellera igualmente sana y bien cuidada que una sin tinturar, además no genera daño al medio ambiente y no genera daño físico ni psicológico”, agregó Su.
Aunque exista la posibilidad de realizar esto en casa, como suelo hacerlo sin ayuda desde que tengo 13 años, si no se siguen las instrucciones correctas puedes dejarte un desastre en el cabello. Para eso, es bueno acudir a un experto y consultarle tus dudas. Pero si quieres mejor el juego de tu pelo, aquí hay unas recomendaciones de Kat, experta y diseñadora capilar de Sólo las puntas:
- Utilizar un shamphoo y acondicionador sin sal, de preferencia de líneas de cuidado profesional y no de supermercado.
- No lavar el cabello todos los días, como mínimo que sea día por medio. En el caso de que no soportes tener el pelo sin lavar, que se acompañe de un shampoo en seco.
- Realizar masaje una vez a la semana como mínimo, con productos naturales como aceite de coco o de oliva si se puede. Debido a la decoloración el cabello se deshidrata y necesita más cuidados.
- Retocarse cada 2 o 3 semanas, aproximadamente, dependiendo del color, la base a la que se llegó en la decoloración y la porosidad del cabello.