El comediante Fabrizio Copano ha esfumado las fronteras del mundo con su humor. Dentro de las próximas semanas realizará su primera gira en Europa con su show “Puedo cambiar”, lo cual volverá a marcar otro hito en su carrera.

Desde Los Ángeles, California, el artista conversó con Pousta sobre sus presentaciones en Madrid y Barcelona, sus proyectos con Paloma Salas y también sobre el rol que ha tenido la comedia durante la crisis social que vive el país.

¿Por qué decidiste nombrar tu show “Puedo cambiar”?

Este es un show que yo venía haciendo hace un tiempo en Chile. También lo hice en Miami. Es un show que ya debe tener casi un año y medio. Justo coincide con cuando yo cumplí 30 años, cuando supe que iba a ser papá y me había ido de Chile. Entonces, un poco hablaba de todos estos cambios, sobre todo este cambio en la vida en general. Es una rutina que ya lleva en un tiempo y ahora en España vamos a hacer una de las últimas presentaciones de ese show, para empezar a hacer un show nuevo este año.

¿Cómo te sientes para esta primera gira en Europa?

Bien. Vamos a ver si Europa sigue existiendo de aquí a un mes. Pero si todavía sigue ahí, yo creo que va a estar muy entretenido. La verdad yo tengo muchos amigos por allá, especialmente en España. Va a ser muy bacán ir a verlos y pasar un buen rato de poder hacer un show en Madrid y Barcelona que tienen comediantes muy talentosos y tienen una escena muy bacán.

¿Cómo crees que está el nivel del humor chileno en comparación con otros países?

Creo que estamos en un nivel súper alto. Creo que tenemos comediantes súper talentosos. A la rápida si uno piensa en el Edo Caroe, la Natalia Valdebenito, Sergio Freire, Avello, que es una generación súper buena de gente con varios tipos de humor, pero que todos convocan, que la gente los quiere ver. Chile tiene un nivel de conversación respecto al humor que es bastante más profundo que lo que pasa en México. En México se permiten hartas cosas que en Chile ya cada vez se permiten menos.

¿Existe un público más critico acá por decirlo así?

Sí, en general yo creo que el chileno es bien exigente. Tenemos cierta pasividad, pero cuando algo no nos gusta lo hacemos notar como en Viña y todo eso, que es un lugar donde la gente expresa su malestar. 

Cuéntame un poco del sello de comedia “Cósmico” ¿Cómo surge esta idea?

Hace un tiempo, con Paloma Salas que es mi socia, veníamos pensando en hacer algo que nos permitiera poner ayudar a comediantes que estén partiendo o en una etapa más experimental de sus carreras y poder publicar discos en Spotify y luego, eventualmente también en físico, un poco como volviendo a la tradición de los cassette antiguos. Como cuando en esos viajes en auto tus papás ponían un cassette de Felo o de rutinas de Coco Legrand y todo eso. Creo que tiene un poco de traer de vuelta esa tradición y de exponer comediantes que no tendrían espacios en un festival grande televisado, pero con esto puede quedar su rutina para siempre plasmada y compartirse con su público.


¿Cómo fue vivir el estallido social y el proceso que está viviendo aún el país desde lejos?

Yo creo que todos los que hemos estado fuera de Chile lo hemos vivido más o menos parecido. En distintos momentos con mucha curiosidad, con mucha tensión, con mucho miedo, con mucha esperanza también. En general, con todos los que he hablado cuando uno se encuentra con los chilenos lo único que hace es hablar de Chile. Tiene eso de que uno conoce muy bien la cultura de su propio país. Entonces, cuando uno la ve en una explosión como esta uno queda un poco pa atrás. Es como wah, no me lo esperaba que Chile tuviera esta reacción tan visceral y tan potente. La distancia también hace que sea difícil cachar las dimensiones de todo esto. La internet y los medios en general ayudan más a la paranoia que a la información. Entonces, es pelúo entender que está pasando y un tiene que buscar formas de informarse a través de gente que uno confía y respeta.

En un medio hace poco se interpretó que el apoyo a las movilizaciones subió después de lo que fue el Festival de Viña. ¿Tu crees que fue así? ¿Puede el humor tener un impacto tan grande en la subjetividad de las personas?

Yo creo que puede tener un impacto por el humor en sí mismo, pero también mucha gente que miraba el apruebo con temor y con miedo, vio una cara artística y más positiva del apruebo. Esta gente que hablaba del apruebo era gente que estaba arriba del escenario pasándolo bien. Cantantes, comediantes artistas que están mostrando su arte y apoyando esto de una manera más bien positiva. Quizás eso puede haber hecho que le tenía más miedo al apruebo dijera por qué le tengo tanto miedo si es gente como uno, que tiene matices, que tiene sentido del humor que canta, que baila. Quizás eso se impregnó. No sé si habrá sido particularmente el humor el que cambió o el que aumentó la brecha, pero en general el festival le dio seguridad a ciertas personas que no sabían si votar por el apruebo o no.

En ese caso ¿sirve el humor para combatir las campañas del miedo que están haciendo algunos políticos?

El humor siempre puede llegar a ser desarticulador de discursos, pero para todo lados también. En general, cuando uno se ríe o se mofa y desestima en el fondo estas construcciones obviamente con la intencionalidad que tienen algunos políticos o medios de comunicación. Eso ayuda a la que la gente no lo vea con tanta gravedad y entienda que es medio ridículo.