Le preguntamos sobre lo humano y lo divino al duo de Nicorito, primo dark de Javiera Mena, y Vicenta Mendoza.
por Nicoli Manzzo
Todo parte por la vista. Vicenta Mendoza (22) contrasta su pelo rubio platinado y piel pálida con su peto y falda negra. En su espalda lleva una capa con capucha rosada, como una caperucita dark. Antes de esto apenas había tocado un par de veces en vivo y antes de la banda no tenía ninguna experiencia musical. Pero casi no se nota. Toma el micrófono y mira un punto entre el suelo y el público.
A su lado Nicolás Garín Mena, que tiene una carrera solista en la electrónica con el alias de Nicorito, está tras su teclado, también de negro y con la misma capa. Su feminidad se complementa con la de Vicenta. Se miran. Y antes de que Pasaje empiece a tocar, ya tiene la atención del público en la casa del Club Social de Artistas.
No es extraño que a poco tiempo de ese show en agosto, el primero que ha tenido el dúo con una perspectiva profesional, estén dando que hablar en el under de Santiago. Con solo un single en Soundcloud, “El Ritmo Va Lento”, se han presentado en dos ediciones del Festival Ruina Pop e incluso han viajado a tocar a Valdivia, donde hicieron bailar a cineastas y estudiantes que jamás habían escuchado su música, en el Festival de Cine de esa ciudad.
Pasaje apuesta al sonido discotequero de los ochenta y principios de los noventa que suena en la Blondie, como Technotronic, la Madonna de Vogue y Javiera Mena, prima de Nicorito. Pero con varios matices. Porque la música del dúo el tecno se tiñe de oscuridad con la voz susurrada de Vicenta Mendoza, que le da el sello misterioso y sensual a las canciones.
En la terraza de la casa de la cantante, conversamos con el grupo sobre su corta historia que partió cuando se juntaron como compañeros de diseño gráfico de la UDP a hacer un trabajo en la casa de Nicorito, en Peñaflor.
¿Cómo fue la primera vez que tocaron juntos?
Vicenta: “Cada vez que iba a la casa del Nico tenía que quedarme. Como que no puedes ir dos horas. Eso sirvió para empezar a crear”.
Nicorito: “Es que a mí me gusta hacer música con amigos. Entonces un día con la Vicha empezamos a hacer una canción en mi campo y enganchamos inmediatamente. Hicimos Ser Extraño ese día”.
V: “Con el Nico tenemos muchos gustos musicales parecidos, conceptos parecidos, y cosas estéticas que a ambos nos gustan. Y empezamos a jugar. La canción se trataba de que había un fantasma en el lugar, porque en el campo de Nico penan. Y nos encantó la canción. Nos la aprendimos al tiro, se las mostramos a amigos y a ellos también les gustó. Prendía”.
¿Por qué gustos en común engancharon?
N: “Cosas de los 90’, como Aqua…”
V: “La Madonna de los noventa, el trip hop, The Knife… Pero siempre nos mostramos música nueva. Lo que vincula nuestros gustos, que obviamente tienen algo de pop y de electrónica, es cómo los asociamos a nuestro existencialismo. Entonces escuchamos algo y es como ‘oh, me encanta esa letra, me llega mucho’. Cosas que son demasiado ridículas para decírselas a otra persona, pero con Nico nos entendemos.
N: “A mi me encanta lo que escribe la Vicha. Es muy emo todo. Es como mira: tengo unas frases tristes…”
¿Pero se sienten o fueron alguna vez emos?
V: “No. Es que románticamente me gusta lo triste. Pero como sé que eso es pasarlo pésimo y nos gusta pasarlo bien, la música es una manera de hacerlo real. Es terapéutico”.
N: “Igual tenemos canciones con letras medias emo…”
V: “Es que tratamos de no perder eso. Nos encanta que a veces las letras sean súper cursi y evidentes, porque nos cagamos de la risa exagerándolo”.
También tienen hartas referencias a la oscuridad sus canciones…
N: Es que hacemos canciones con los conceptos que nos gustan. Como la noche, lo misterioso, la oscuridad…
V: Si, porque nuestra música tiene algo de pop electrónico pero también algo súper oscuro. Nos gusta todo lo que es como oculto. Las canciones también tienen un dejo medio sexual. Pero nada de eso ha sido nuestra intención. Solo que pensamos un tema y lo resolvemos de una manera muy simple, con las cosas que nos gustan.
N: Somos muy visuales. Entonces imaginamos algo, así como ‘es de noche’, ‘hay una pieza’, pensamos en alguna situación en ese escenario y hacemos la canción.
¿Tiene que ver ese imaginario con el nombre Pasaje?
N: Si. Nos gustó el nombre Pasaje porque cumple con el requisito de nuestras canciones. Porque un pasaje es oscuro. Es un lugar al que nadie entra… De hecho tenemos un eslogan… música en un pasaje sin salida“.
Javiera Mena es prima de Nico. ¿La reconocen como una influencia en su música?
N: Obvio, todo el rato. Me encanta lo que hace la Javiera. Soy demasiado fan de la Javi.
V: Es inevitable, a mí también me gusta mucho.
¿Y le han compartido su música?
N: Si, le mostré las canciones y le encantaron.
¿Podría decirse que Pasaje es el lado dark de los Mena?
N: Puede ser, porque los referentes que tenemos con la Javi igual son como parecidos. Toda esa onda media noventera y electrónica.
V: De hecho ella te ha pedido tocar contigo.
N: Sí, toqué un tiempo con Javiera. Tocaba un sinte y hacía efectos con la voz, muy locos.
“Nuestra música tiene el poder de expresar lo sexual sin represión”
¿A quién crees que llega la música de Pasaje?
N: Al principio pensábamos que les gustábamos a puros gay.
V: Pero igual nos da lata encasillarnos.
¿Pero qué los lleva a pensar que su música le gusta especialmente a los gay?
N: Igual tiene algo medio gay nuestra música.
V: No, yo creo que es algo más libre…
N: Pero ocupamos capa rosada.
V: Es que quizás somos muy femeninos. Desde que existo he estado feliz y contenta de ser mujer y me encanta el rosado, que tampoco tiene porque asociarse a eso. A cualquier hombre o mujer le puede gustar lo que quiera. Por ironizar a veces exacerbamos lo que se considera femenino.
¿Cómo lo exacerban?
N: No sé, es que yo no tengo rollos con eso. Me da lo mismo. Me gusta el rosado nomás y punto. Y soy gay. Pero no es un tema que lo ande gritando ni ocultando. Es ser libre nomás.
V: Creo que nuestra música tiene el poder de expresar lo sexual sin represión. Eso para mí tiene que ver más con la libertad que con lo gay. Pero claro, esa sexualidad libre puede identificar bien a los gay, porque esta cultura reprime y ellos son más libres.
N: Más que hagamos las cosas para que sean gays, pasa que un gay puede identificarse fácilmente con nuestros conceptos y nuestra música.
¿Qué viene ahora para Pasaje?
N: Estamos trabajando canciones pero no sabemos si sacaremos un EP o un LP. Tenemos como 8 canciones ahora, y 2 editadas. Vamos a lanzar el videoclip de Ser Extraño. Eso debería estar listo como en dos meses.
V: Creo que desde enero vamos a poder avanzar mucho mejor. Con Nico salimos de la U así que podremos trabajar muchísimo más rápido con Pasaje. Se vienen muchas sorpresas.
La experiencia paranormal de Pasaje
Si al blusero Robert Johnson se le apareció el diablo, Led Zeppelin escondía mensajes satánicos en sus letras y Jim Morrison estaba poseído por un chamán indio, Pasaje también tiene un vínculo con lo paranormal: “En la casa del Nico penan”, asegura Vicenta. Nicorito lo confirma: “Hay ruido y cosas extrañas”, asegura. Pero una vez la banda fue visitada por un fantasma en plena jornada creativa.
“Estábamos en plena creación artística y nos acostamos temprano porque había que levantarse a las 7 de la mañana para ir a la U el otro día. Y de repente tipo 5:30 de la mañana nos despertamos los dos al mismo tiempo. Así cuando te despiertas de golpe y te paras, casi transpirando, como con ataque cardiaco, como en las películas. Pero exactamente al mismo tiempo así”, cuenta Vicenta.
“Prendimos las luces y cerramos las puertas. Estábamos cagados de sueño pero con susto a la vez. Entonces nos pusimos a conversar para no quedarnos dormidos. Si Nico se quedaba dormido me cagaba de susto. Fue una experiencia paranormal. Quizás provocamos a un Ser Extraño, porque le hicimos una canción. La gente piensa que es de amor, como de alguien que acosa a otra persona. Pero en verdad es de un fantasma que se quiere apropiar de la vida de otra persona”.
Fotógrafa: Paula Henriquez
Make Up: Mai Landabur
Prendas: Eco Ropero