A pesar de todo el trolling de nutricionistas y expertos que me gané por el artículo “Aparentemente todo lo que sabíamos sobre alimentarnos está radicalmente mal y ésta es la razón” mi forma de pensar no ha cambiado mucho desde entonces. De hecho muchas de las cosas que mencioné allí, hoy en día están siendo motivo de debate público.


Dentro de ese debate, es que aparece Fed Up, un documental que de manera mucho más ambiciosa que que Sugar vs Fat o Fat Sick and Nearly Dead  –que más bien parecen herramientas de marketing para vender “dietas detox”– busca revelar la mayor parte de los terribles secretos de la industria alimenticia.

Ese axioma me hace pensar cómo diablos puedo salir todavía por la puerta de mi casa, considerando que consumo cerca de 4000 mil calorías diarias

Es que cuando empiezas a escarbar un poco en temas alimenticios, tarde o temprano parecieran aflorar un montón de oscuras conspiraciones peores cualquier cosa que hayas visto en la TV o el cine.

¿Por qué si en la actualidad existen tantos productos “sin grasa” o “bajos en calorías”, siguen aumentando los índices de obesidad? ¿Por qué en un país como Chile donde observas tanta gente haciendo deporte o entrenando en un gimnasio, vemos que nada pareciese mejorar en cuanto a nuestras tasas de sobrepeso? El macro de la respuesta, es porque en serio, todo lo que sabíamos sobre alimentación estaba mal, y así quedará claro con Fed Up.

Usualmente los medios de comunicación e incluso expertos nos dicen que para bajar de peso tienes que comer menos y hacer ejercicio. Todo es un acto de voluntad en la que debes cerrar la boca para tener una relación calorías consumidas versus calorías gastadas positiva. La realidad, es que ese axioma me hace pensar cómo diablos puedo salir todavía por la puerta de mi casa, considerando que consumo cerca de 4000 mil calorías diarias.

La razón es porque la obesidad no se resuelve netamente con ejercicio y más que calorías, debemos mirar índices de fibra, químicos y azúcar. Siempre mirar el azúcar.

Las calorías funcionan diferente entre un alimento y otro. Si consumes 400 calorías por comer un puñado de frutos secos, estas no se absorberán inmediatamente como si pasa con una bebida como coca-cola, que con tan solo 200 calorías, y sin tener nada de fibra, hará que tu hígado –que no está preparado para procesar basura como esa– al detectar tanta azúcar, resuelva el trabajo convirtiéndolo todo en grasa.

Esto no es algo que opino yo, ni que me contaron, o que leí en una pagina conspirativa. Esto es simplemente lo que la ciencia a revelado.

Ahora, lo terrible es que esta situación está a años luz de cambiar si es que los mismos consumidores no toman conciencia. Estadísticamente, podríamos decir que el 70% de lo que encuentras en un supermercado, es casi tan dañino como el cigarrillo, ya sea por la presencia de azúcar o químicos que gatillan inflamaciones y enfermedades de todo tipo.

A pesar de que en EEUU en 1977 comenzaron con las primeras recomendaciones dietéticas, en Chile el escenario es radicalmente más tercermundista, pues programas como Elige Vivir Sano no surgieron sino tres décadas después.

Estas mismas recomendaciones nutricionales de programas de gobierno, han estimulado la aparición de productos sin grasa, que para dar sabor, son complementados con grandes cantidades de azúcar, haciendo que hoy en día se empiecen a reportar muchísimos casos de diabetes tipo dos en niños.

(Y como no, si el azúcar es 8 veces más adictiva que la cocaína).

Fed up – cocaina versus azucar
La cocaína activa las mismas áreas del cerebro que el azúcar. ¿Sospechoso no?

Por último, lo interesante de Fed Up, es que deja muy claro que esto no es un problema solo para personas con sobrepeso, e incluso utiliza el término TOFI, que significa thin in the outside, fat in the inside y la razón es sencilla, pues según estimaciones, el 40% de las personas de peso normal sufre de alguna enfermedad metabólica e incluso hay otro dato peor, como el hecho de que el 75% del gasto en salud es para cubrir enfermedades gatilladas por culpa de una mala nutrición.

(Si yo fuese dueño de una ISAPRE, de seguro invertiría en otra empresa dedicada a vender alimentos poco saludables.)

Puede que el camino planteado por el documental sea muy largo a recorrer, aunque el único consejo que podemos darte, es que cualquier persona que quiera “Desintoxicarse” de lo que verá en él, debería partir poniendo atención al azúcar, gluten, sal, leche y arroz refinado.

Aquí les dejo el trailer.

Puedes ordenar la película desde su sitio oficial o descargarte el toolkit que busca movilizar a la gente por un cambio al respecto.