Un importante crítico gringo lo clasificó así y es importante que hablemos al respecto.
Necesito partir esta historia con una experiencia personal.
Cuando conocí Buenos Aires quedé impresionado por sus grandes avenidas repletas de árboles y la cantidad de edificios afrancesados con el nombre Kirchner superpuesto cual culto a Mao Tse Tung. Me enamoré de la ciudad, su gente peleadora y los asados y postres que me comí (porque a eso fui, no mentiré).
La primera tarde estuve solo y caminé por Palermo (cerca del barrio chino) hasta encontrar una pizzería que sirvió para darme cuenta que en pocas horas Buenos Aires se transformó en mi ciudad favorita. Pedí un fernet, para empaparme de la cultura, pensando que sería una versión argentinizada de la piscola.
No me gustó.
Pero el vaso era enorme y como soy tacaño, no iba a desperdiciarlo. Me lo tomé al seco, a lo rancagüino, porque después de todo no podía ser peor que el Capel que tomaba durante mi juventud (pero sí lo era).
Mas tarde hablando con mis amigos porteños (que llegaron con sus botellitas de fernet) les comenté que no me había gustado. “Es que es un gusto adquirido”, decían; “te limpia los intestinos al día siguiente, che”.
Insistí: “Su trago es malo”.
Y empezaron a despotricar con que la piscola era mala, que el pisco es peruano y peor: que Cecilia Bolocco era fea.
Dejamos el tema hasta ahí, porque el fernet no es de mi gusto pero tampoco le ha dado una segunda oportunidad. Después de todo, en Chile estamos muy arraigados al pisco y solo cambiamos al mojito y similares en ocasiones muy especiales (como cuando el jefe latero quiere celebrar alguna cosa en Barbazul).
Pero Charles Passy, crítico gastronómico, se fue al extremo tras tildar al trago como “intomable” considerando que es el peor del mundo. Existen cientos -quizás miles- de destilados en el planeta, algunos hechos con sangre de cobra pero no: el fernet ocupó el puesto de ser el peor de todos.
“Para mí, tomar fernet es como tomar cera para zapatos con gusto a menta, y con esto estoy siendo un poco injusto con la industria de la cera para zapatos” afirmó.
Pero Passy se puede ir a la chingada (ahya) porque el fernet es el segundo licor de hierbas más vendido del mundo después del Jägermeister y como chilenos no podemos despotricar tanto contra él porque uno de nuestros tragos nacionales más querido se prepara con este licor. Hablamos del terremoto.
Así que no seamos tan crueles y démosle otra oportunidad a este trago italiano que los argentinos hicieron propio. Porque de todas maneras, su democratización en nuestro país se viene (tal como pasó con el sushi).