No es que tu trasero sea tímido, ni tampoco que seas exquisito: tu fobia a ir al baño en lugares que no sean tu casa tiene un nombre y es mucho más común de lo que crees.

¿Eres de los que evitaba a toda costa tener que ir al baño en el colegio cuando eras niño y ahora tampoco puedes hacerlo en el trabajo? Pues no eres el único y de hecho, este miedo afecta a tantas personas que la ciencia le puso un nombre: Paruresis (síndrome de vejiga tímida) y parcopresis (síndrome del intestino tímido).

Aunque se manifiesta más frecuentemente en baños públicos, esta fobia puede presentarse en cualquier lugar que no sea completamente de confianza como la casa de tu pareja, de un amigo, o en tu oficina. Según la licenciada en Psicología, Marina Rovner, tanto la paruresis como la parcopresis corresponden a “trastornos de ansiedad con connotaciones sociales”, es decir, ambas son formas de fobia social.

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¿Cómo saber si tu miedo se salió de control? La experta señala que tienes que poner atención a síntomas como: evitar salir o cancelar planes por la angustia de no poder ir al baño, forzar a tu cuerpo a retener las ganas y en situaciones más extremas incluso evitar comer y beber para no tener que expulsar los desechos de tu cuerpo.